Tras el goteo de sondeos desfavorables de las últimas semanas, los socialistas recibieron ayer como un balón de oxígeno la encuesta preelectoral del CIS , que refleja un empate técnico entre PP y PSOE para los próximos comicios europeos del 7 de junio.

De celebrarse ahora las elecciones, los dos partidos mayoritarios conseguirían 23 escaños cada uno de los 50 en juego. El resultado supone una ligera caída de ambos respecto a 2004, cuando con 54 actas en juego, el PSOE firmó 25 y el PP, 24.

Algo más significativos son los cambios en estimación de voto. Los conservadores recortan la distancia que les separó del PSOE desde los 2,2 puntos de hace cinco años hasta sólo seis décimas. Quince días antes de la cita con las urnas, el PP obtendría el 42,2% de las papeletas, un punto más que en 2004. Los socialistas, en cambio, empeorarían su resultado en poco más de medio punto, del 43,4% al 42,8% de los votos.

Por debajo de los dos partidos mayoritarios, la gran perjudicada es IU. Pierde un punto en estimación de voto, hasta el 3,1%, y la mitad de sus escaños. Sólo su cabeza de lista, Willy Meyer, podrá sentarse en el Parlamento europeo.

Por su parte, las dos coaliciones nacionalistas mantienen su representación. Coalición por Europa, heredera de Galeusca y la más conservadora de la dos, conserva tanto el porcentaje de votos, un 5,1%, como el número de escaños que cosecha, dos.

Europa de los Pueblos, que cuenta con la incorporación del BNG a sus filas, no consigue arrebatar un nuevo asiento europeo. Pese a subir más de un punto y relegar a IU como última fuerza política con representación, se queda sin el premio que hubiera supuesto un segundo escaño.

Una de las mayores sorpresas de la encuesta es el discreto resultado de la formación de Rosa Díez. En su primera cita europea, UPyD se quedaría fuera del parlamento. Su cabeza de lista, Sosa Wagner, sólo conseguiría reunir el 1,3% de las papeletas.

Wagner es también el líder menos valorado. Registra sólo un 3,8 de nota. La lista está encabezada por el socialista López Aguilar, con un 5,3, seguido del candidato del PP, Mayor Oreja, con un 5. Son los únicos que llegan al aprobado.

El sondeo no especifica ningún porcentaje de abstención, según muchos expertos, una de las claves del resultado. Un 53,2% asegura que irá a votar y otro 21,2% afirma que probablemente lo haga. Pero sería una sorpresa que, al final, se acercara a las urnas más del 40% del electorado.