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585 vestigios franquistas adornan edificios públicos

El catálogo de símbolos elaborado por el Gobierno desvela que el 57,4% de ellos se encuentran en dependencias de Defensa

L. DÍEZ / O. LÓPEZ-FONSECA

La huella de Francisco Franco es todavía muy visible en España. El catálogo recientemente elaborado por el Gobierno sobre los símbolos de la dictadura presentes en edificios dependientes de la Administración del Estado detalla que aún existen en ellos 585 vestigios arquitectónicos y ornamentales claramente relacionados con el régimen franquista.

Escudos con el águila de San Juan en fachadas y vidrieras, placas con el yugo y las flechas, monolitos en honor de la Legión Cóndor, frescos ensalzando las gestas de los sublevados en 1936, óleos de Franco uniformado y un largo etcétera salpican las sedes oficiales y otras dependencias de 11 ministerios, según el catálogo aprobado por el Ejecutivo el pasado 14 de mayo, al que ha tenido acceso en exclusiva Público.

El departamento con más simbología franquista es, con mucha diferencia, el de Defensa. Los edificios dependientes del departamento que dirige Carme Chacón acogen nada menos que 336, es decir, el 57,4% de total. De ellos, 278 son elementos arquitectónicos y otros 58 'vestigios en bienes muebles', como denomina textualmente el catálogo a cuadros, muebles y otros enseres.

Le siguen, pero a mucha distancia, los ministerios del Interior (74), Fomento (43), Asuntos Exteriores (27), Economía y Hacienda (23), Presidencia (22), Cultura (22) y Trabajo e Inmigración (20). A la cola, los de Justicia (9), Sanidad (5), Medio Ambiente (3) y el Tribunal de Cuentas (1).

Con este catálogo, el Gobierno pretende decidir cuáles de estos vestigios deben ser 'quitados y guardados, ocultados o neutralizados' en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, y cuáles deben ser conservados por motivos históricos, artísticos, artístico-religosos o técnicos. Para ello, cada departamento, además de facilitar una descripción más o menos detallada de cada símbolo y su ubicación exacta, ha enviado al Ejecutivo una 'valoración inicial' sobre la conveniencia o no de eliminarlo.

Es aquí, según reconocen a Público fuentes cercanas a la Comisión Técnica de Expedientes, un órgano creado el pasado 20 de abril y que tendrá la última palabra sobre el futuro de toda esta simbología, donde han surgido los primeros roces, 'sobre todo con los representantes del Ministerio de Defensa'.

Según esta fuente, son estos los que más reticencias han puesto hasta ahora a la retirada de águilas, bustos y monolitos que ensalzan el franquismo.

Un detalle que ya se observa en las 'valoraciones iniciales' que los delegados de este Ministerio han hecho a un buen número de los 336 vestigios de la dictadura que acogen los edificios del departamento.

Los mandos militares alegan en algunos casos que son 'imperceptibles' a la vista por su situación, como aseguran que ocurre con dos águilas preconstitucionales de cerámica de 15 centímetros situadas en la fachada de un edificio militar situado en la esquina de la plaza Tetuán con la calle Ximénez de Sandoval de Valencia, y en el inmueble de Defensa situado en la calle Modesto Lafuente, de Madrid, cuyo escudo franquista no es visible, en su opinión, porque está en un 'hall en desuso'.

En otros, los representantes de Defensa se resisten con el argumento de que 'su eliminación dañaría la fachada' o que 'sería muy costosa'. 'No es pieza de fácil separación', manifiesta el mando del cuartel de Puerto del Rosario, en Arrecife (Lanzarote), de un escudo con el águila de San Juan, pese a que los superiores ordenaron la retirada del mismo el 17 de enero de 2008.

'La eliminación del escudo dañaría la fachada al estar esculpido en la piedra de la propia fachada' se repite miméticamente en los casos de los edificios de la Armada en Pontevedra, el situado en la calle San Sebastián de Donostia, el de la calle Antonio López de Santander y el de la avenida de los Descubridores de Santa Cruz de Tenerife.

Cuando se trata de escudos emplomados en vidrieras, caso del existente en el comedor de la Academia de Infantería de Toledo, la valoración previa es recurrente: 'Se trata de obras de arte que deben ser protegidas'.

En otros casos, destacan que la singularidad del edificio impide tocar ningún 'elemento ornamental' sin permiso previo municipal. En el caso de la iglesia castrense de San Francisco, en El Ferrol (A Coruña), la cruz de los 'caídos por Dios y por España' se considera un 'conjunto artístico-religioso', sobre el que 'hay competencias recurrentes con el Arzobispado Castrense'.

Entre los argumentos más singulares figura el de los responsables del cuartel de Rabasa, en Alicante. Para mantener un busto de Franco en uniforme de capitán general en el jardín próximo a la avenida del capitán general Santiago Mateo Marcos, aducen que 'se encuentra fijado al terreno, sin inscripción alguna' y que 'su traslado afearía el jardín'.

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