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Los brotes verdes del PSOE son ortigas para el PP

Cristóbal Montoro se niega a calificar la bajada del paro de 'buena noticia'

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

La Junta Electoral dejó el martes tirado en tierra a Mariano Rajoy con su denuncia sobre el uso del Falcon de Zapatero en campaña. Así, el PP se vio obligado a reclamar en otra compañía –el Tribunal de Cuentas– un billete para Bruselas el próximo 7 de junio.

Mientras esperaba despegar, el líder conservador perdió además parte de su equipaje electoral: 24.741 personas que han abandonado las listas del paro en mayo. Casi 25.000 'brotes verdes' en el lenguaje del PSOE, que 'a lo mejor lo son de marihuana', según los calificó el portavoz del PP madrileño, Juan José Güemes, sin haberse fumado nada antes, aparentemente.

Los plantones del Partido Socialista, que germinaron como un 'diminuto, frágil y precoz' brote en su enésima entrega en forma de vídeo, fueron ortigas para el partido de Rajoy. El PP concluyó que los 24.741 parados menos del pasado mes no merecen ser saludados como una buena noticia por ser flores de mayo, tan coyunturales como estacionales, etiquetas que les atribuyó el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, para ahorrarse calificarlos de 'buena noticia'. Ni con la boca pequeña. A su juicio, la última bajada del paro 'no supone un cambio, que es lo que merecería una valoración positiva'.

¿Es una noticia buena o mala para el PP? No sabe/No contesta. Hasta dos veces rodeó la pregunta Montoro. Los conservadores sortearon la estadística para centrarse en el esfuerzo táctico de enfriar cualquier atisbo de esperanza cuatro días antes de unas elecciones planteadas ayer por Esperanza Aguirre como una 'moción de censura'. Convertido en jarro de agua fría, Montoro anunció un futuro inmediato con 'cinco millones de parados' y Pío García-Escudero vaticinó que 'se volverán a ver cifras escalofriantes'.

Con menos rodeos, un senador del PP, José Valín Alonso, tradujo sin complejos la valoración del partido de Rajoy. Valín se confesó 'lleno de satisfacción y alegría' por la bajada del desempleo, pero no ocultó que 'es una lástima que se haya conocido cerca de un día electoral'. Para redondear su lamento, el senador conservador aportó una solución pintoresca para combatir el paro: 'Si se repitieran elecciones cada semana, se crearían 50.000 empleos' cada mes.

De forma paralela, el PSOE sacó pecho para colgarse su primera medalla en 14 meses de lucha contra la crisis. Abonó su brote verde con adjetivos – 'alentador' para Zapatero; 'esperanzador', según Pajín– y lo regó después con la esperanza que rechaza el PP: que signifique 'un cambio de tendencia', apuesta que formuló el presidente del Gobierno antes de pedir a los suyos “prudencia y cautela” para contener la noticia.

Con este mar de fondo recorrió Rajoy media jornada electoral, mudo ante el descenso del paro y con su denuncia por el uso del Falcon de Zapatero rechazada por la Junta Electoral. Su acusación de altos vuelos no llegó a despegar, por lo que los conservadores trasladaron el asunto al Tribunal de Cuentas buscando recursos por tierra, mar y aire en el día en el que el líder conservador atracó en la Comunitat Valenciana por tercera vez en campaña.

El capitán de la nave del PP –metáfora que firma Francisco Camps– comandó de nuevo acto electoral en Valencia con su copiloto imputado para sacudirse juntos el polvo del caso Gürtel.

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