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23 ministras europeas piden una igualdad real

La Declaración de Cádiz, firmada ayer por líderes políticas de 17 países de la UE, reclama una mayor participación femenina en la toma de decisiones sobre la economía y la paz mundiales

MAGDA BANDERA

'Debemos reunirnos y hacer una buena escenificación. Ellos aparecen en todas las fotos en esos encuentros que producen tanto efecto, con los trajes oscuros, grises. A veces incluso dan miedo', bromeó ayer la ministra federal de las Mujeres y de la Función Pública de Austria, Gabriele Heinisch-Hosek. Su intervención en la Cumbre Europea de Mujeres en el Poder, celebrada ayer en Cádiz a iniciativa de España y Reino Unido, apostó por convocar reuniones periódicas de líderes políticas para avanzar en la igualdad real y no sólo legal. Desde el último encuentro similar, en Atenas, han pasado 18 años.

La Declaración de Cádiz, firmada ayer por 23 ministras de 17 países europeos, hace un llamamiento a los 27 estados miembros de la UE para que eliminen 'los obstáculos que impiden la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad y su acceso y permanencia en los puestos de toma de decisiones, contribuyendo así a sociedades más justas, más iguales, más inclusivas y eficientes'.

'Sólo el 25% de los parlamentarios en Europa son mujeres', dijo Aído

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, denunciaron en la reunión que hay 'fuertes resistencias' para que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad. 'Por término medio, sólo el 25% de los parlamentarios nacionales europeos son mujeres y sólo siete países de los 27 superan el 30% de diputadas', recordó Aído.

Esa representación es similar a la de las ministras en los gobiernos, que ronda el 25% de media. Sin embargo, tal como recordó Harriet Harman, la ministra para las Mujeres y presidenta de la Cámara de los Comunes de Gran Bretaña, aún hay un país en Europa, Hungría, que no cuenta con una sola ministra en su gabinete.

La mayoría de las líderes que ayer se reunieron en Cádiz son titulares de Igualdad de Oportunidades. No es casual. Las carteras de Asuntos Exteriores, Economía, Defensa e Interior siguen siendo copadas por hombres.

Los hombres aún copan los consejos de administración de las empresas

En este sentido, Harman recordó que los grandes encuentros internacionales, donde se toman las decisiones que afectan a la economía y la paz mundiales, también continúan siendo esencialmente masculinos. Por ello, es difícil que las mujeres con poder se reúnan con regularidad y puedan construir redes que permitan dar continuidad a las políticas de igualdad comunes.

Precisamente, las cuestiones económicas centraron buena parte de las intervenciones de las participantes, que quisieron demostrar con datos que la igualdad no es sólo una cuestión de justicia social, sino de rentabilidad económica y de 'no desaprovechar talentos', insistió Aído.

A día de hoy 'sólo uno de cada diez miembros de los miembros de los consejos de administración de las empresas europeas de primer orden son mujeres', recordó la responsable española de Igualdad. La cifra resulta 'dolorosa' e 'inadmisible', en palabras de varias de las ministras congregadas en Cádiz, que recordaron que el 60% de las personas con titulación universitaria en la Unión Europea son mujeres. 'Y concluyen sus estudios con mejores calificaciones que sus compañeros varones', destacó Aído.

Joële Milquet, ministra de Trabajo e Igualdad de Bélgica, país que comparte la presidencia tripartita con España y Hungría, fue más allá: 'Es un hecho probado que existe una relación entre la productividad y la presencia femenina'. Por ello, pidió a las eurodiputadas que en la actualidad representan el 35% del Parlamento de la UE que fijen 'objetivos numéricos concretos' para lograr una mayor presencia femenina en los puestos de decisión de las empresas.

En cualquier caso, la igualdad es una 'obligación', dijo Milquet

Las cuotas en los consejos de administración son una de las medidas más difíciles de implantar, admitió Elza Pais, secretaria de Estado de Igualdad de Portugal, quien ayer celebraba los efectos positivos de la ley que obliga a incluir un 33% de mujeres en las listas electorales de su país desde 2006. 'En Portugal estamos en pleno proceso de modificar la mentalidad, un proceso más lento que hacer cambios legales. Pero cuando veamos el momento oportuno, introduciremos las cuotas', anunció.

Entre los argumentos esgrimidos para alentar a los gobiernos a luchar contra la brecha salarial y la falta de oportunidades laborales para las mujeres, la ministra belga aseguró que la igualdad plena de derechos garantizaría los sistemas de seguridad social y pensiones de los países miembros de la UE. Además, elevaría sus índices de Producto Interior Bruto (PIB) 'entre un 15 y un 40%' y haría crecer a la Unión un 30% de media, aseguró.

En cualquier caso, la igualdad es una 'obligación', dijo Milquet. La Unión Europea no puede admitir que la brecha salarial oscile entre el 4% y el 30% en función del país, o que la tasa de empleo de las mujeres con hijos sea un 10% menor que la de los hombres, argumentó. '¿Para qué sirve una Europa del siglo XXI, si sigue discriminando a la mitad de la población?', preguntó retóricamente a sus compañeras. Todas ellas almorzaron en apenas una hora y corrieron a sus vuelos de regreso a casa. Las reuniones de las directivas suelen ser más breves que las de sus compañeros, comparaban algunos asesores.


Foto de familia de la Cumbre Europea de Mujeres en el Poder, celebrada ayer en Cádiz. - MAGDA BANDERA

Katariina Poskiparta. Secretaria de Estado de Trabajo de Finlandia

¿Cómo han logrado tener un Gobierno formado por un 60% de mujeres?
Es la pregunta que me han hecho muchas ministras, pero no puedo decirles nada concreto. No hay una medida clave, sino que es fruto de una tradición. Las finlandesas llevamos mucho tiempo trabajando fuera de casa. Somos un país pequeño que necesita la contribución de todos.

¿Esa representación está consolidada?
En principio, sí. En el Parlamento rozamos el 50%. En el futuro, unas veces seremos más y otras menos. El reto ahora es lograr más presencia en la política local y en la dirección de empresas.

¿Cuál es la situación de las mujeres ejecutivas?
El porcentaje de mujeres en altos cargos de empresas está mejorando. En 1984, había un 14% de directivas y en 2008 superamos el 32%. Ello ha sido posible gracias a que las compañías se han dado cuenta de que les conviene tener directivas para mejorar su funcionamiento y han decidido promocionarlas. Llegar ahí es fruto de una decisión, no sucede por sí solo.

¿Qué deben hacer ellas para mejorar la tendencia?
Mi consejo es que exijan sueldos mayores cuando les ofrezcan cargos de responsabilidad. Suelen pedir menos dinero que los hombres.

En Suecia también hay menos mujeres en los gobiernos locales.
En Finlandia nos acercamos al 40% y va mejorando, pero creo que tiene que ver con que la política local requiere de otro trabajo para poder vivir. Para muchos hombres, la política municipal es un hobby. Las mujeres ya dedican más tiempo a la casa y a los hijos, así que prefieren otras aficiones más gratificantes.

Nyamko Sabuni. Ministra de Igualdad de Suecia

¿Por qué es más fácil para una mujer acceder al poder político que al económico?
El poder político depende de los votantes y estos quieren mujeres en los gobiernos. Los dirigentes oyen este mensaje y saben que tienen que incluirlas en los gabinetes y en los parlamentos. En cambio, las empresas pueden escoger a quien quiera, no están sujetas a unas elecciones ni se deben a nadie más que a sí mismos.

¿Cómo se puede cambiar esa tendencia?
Influir en las decisiones empresariales y acabar con los estereotipos es difícil. Sin embargo, podemos usar nuestro poder como consumidores, algo que aún no aprovechamos. Por ahora, intentamos cambiar las cosas mediante el diálogo y creando opinión.

¿Para qué sirve una cumbre de ‘Mujeres en el poder’?
No es la primera vez que tiene lugar un encuentro de este tipo ni hemos dicho nada nuevo, pero tenemos que insistir en los mismos mensajes una y otra vez para avanzar en la igualdad real. También es bueno reunirse para compartir experiencias.

¿Qué le falta por hacer a Suecia?
En mi país no tenemos problemas para promover la igualdad ni para destinar fondos económicos a este fin. Pero aún debemos seguir combatiendo la violencia de género y la escasez de mujeres en las cúpulas económicas.

¿Hay plazos?
Alcanzar puestos en la dirección de empresas requiere tiempo para cambiar las mentalidades. También debemos entender que los cambios nos afectan de distinto modo a hombres y mujeres.

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