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El PP perdió fuelle en ocho comunidades

Las pérdidas y ganacias de voto en Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid y Cataluña determinaron la victoria de los conservadores y la derrota del PSOE

FERNANDO VARELA

¿El resultado del domingo es una victoria conservadora o una derrota socialista? Lo ocurrido en las elecciones europeas no puede explicarse exclusivamente con el avance del Partido Popular (apenas 221.000 votos). Es necesario tener en cuenta el retroceso experimentado por el PSOE, que perdió más de 700.000 sufragios.

Los caminos de ambos partidos se cruzan (uno bajando y el otro subiendo) en la comunidades autónomas de Andalucía, donde el PP sumó 142.000 papeletas más y el PSOE perdió casi 100.000, en la Comunidad Valenciana (en el feudo de Francisco Camps 112.000 votos más fueron a parar en la cuenta conservadora) y en la Comunidad de Madrid, que restó casi 137.000 votos a la lista del PSOE.

Cataluña aporta la última clave de lo ocurrido: más de 200.000 catalanes dieron la espalda a la candidatura socialista. Sólo los resultados de estas cuatro comunidades explican más de 245.000 votos adicionales cosechados por el Partido Popular y casi 500.000 de los que ha perdido el PSOE.

El partido de Mariano Rajoy, a pesar de su victoria, ha estado lejos de tener un comportamiento homogéneo. Ha retrocedido en ocho territorios: Castilla y León, Illes Balears, las comunidades históricas de Cataluña y el País Vasco y las uniprovinciales de Asturias, Cantabria, La Rioja y Navarra. En total, 147.092 votos perdidos con caídas muy significativas en el País Vasco (32.706 votos) y Castilla y León (37.529 votos) Porcentualmente, el retroceso ha sido muy importante en Navarra (un 7,2% menos) y en Illes Balears (2,7%).

La victoria del PP se fraguó en las demás comunidades y, especialmente, en Andalucía y la Comunidad Valenciana. Estos dos territorios han aportado a los conservadores nada menos que 254.789 votos más que en 2004, a los que hay que sumar algo más de 114.000 procedentes de las urnas situadas en Castilla-La Mancha (33.659) y Canarias (32.931). El avance conservador ha sido posible gracias al resultado de Andalucía (3,7 puntos más), Galicia (casi tres puntos), Murcia (2,6) y la Comunidad Valenciana (2,59 puntos más).

El domingo perdieron más de 700.000 votos en toda España y casi cinco puntos porcentuales de apoyo ciudadano. Pero, a diferencia de lo que ocurre con el PP, su caída se extendió por casi todas partes con dos únicas excepciones: Canarias, comunidad de origen de Juan Fernando López Aguilar, cabeza de cartel de la candidatura del PSOE, y el País Vasco, en la que el socialista Patxi López acaba de convertirse en lehendakari.

Las pérdidas mayores para el PSOE se registraron en Catalunya (más de 205.000 votos), Madrid (casi 137.000), Andalucía (algo más de 99.000) y Castilla y León. Entre las tres comunidades los socialistas han visto esfumarse más de 500.000 votos en relación con las europeas de 2004. En porcentaje de voto los mayores retrocesos del PSOE tuvieron lugar en Madrid (7,4%), Catalunya (6,9%), Murcia (6,7%) y Andalucía (6,4%).

Al calor de los dos diputados conseguidos el pasado domingo, la federación ha celebrado el final de la sangría de votos que venía experimentado a lo largo de los últimos años. Sin embargo, el examen de los datos por comunidades muestra una realidad muy diferente. Es verdad que IU ha remontado en seis territorios (Castilla-La Mancha, Aragón, Murcia, Baleares, Extremadura y, sobre todo, Andalucía) pero continúa perdiendo apoyo en otras once. De hecho, todo lo que gana en las comunidades citadas equivale a las pérdidas que sufre en el País Vasco. Con todo, la peor parte se la han llevado en Catalunya, con un retroceso de 32.782 sufragios.

Proporcionalmente, los peores resultados de Izquierda Unida se han registrado en el País Vasco (una pérdida de 2,36 puntos porcentuales que les deja con menos de la mitad de la representación que consiguieron en las europeas 2004) y en Catalunya, con una pérdida de 1,08 puntos.

La formación liderada por Rosa Díez no existía en 2004, cuando se celebraron las anteriores elecciones europeas, así que su entrada en el Parlamento Europeo sólo puede ser considerada un éxito. En el ámbito nacional su objetivo de convertirse en tercera fuerza (por encima de Izquierda Unida) lo ha alcanzado sólo a medias pero tiene a IU a tiro de piedra en el conjunto de España (el domingo se quedaron a sólo 0,86 puntos y 134.000 votos).

Además de haber batido a IU en 32 capitales de provincia, UPyD ya ha superado a la federación de izquierdas en las comunidades autónomas de Cantabria (1,26 puntos de diferencia), Castilla y León (1,35), Illes Balears (0,1), La Rioja ((1,2) y Madrid (2,27) además de Ceuta y Melilla, donde la presencia de Izquierda Unida es sólo testimonial.

En cifras absolutas consiguieron sus mejores resultados en Madrid (155.696 votos, el 34,6% de su total de apoyo ciudadano), seguida de Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana. Proporcionalmente, además de Madrid, donde logró el 6,8%, UPyD ha destacado en Asturias (4,2%), Castilla y León, (3,7%), Aragón (3,5%) y Canarias (3,7%). Su punto flaco siguen siendo las comunidades históricas: País Vasco (1,4%), Galicia (1,2%) y sobre todo Catalunya (0,8).

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