Francisco Camps esgrimió ayer la victoria electoral de su partido en las elecciones europeas del pasado domingo para restar importancia a su imputación en el caso Gürtel. El presidente valenciano apeló al 'respaldo mayoritario' de sus conciudadanos para eludir las preguntas formuladas por el PSOE en la sesión de control de las Cortes valencianas. Lo hizo entre los aplausos continuos, todavía más abundantes que de costumbre, de los diputados de su grupo.

El dirigente conservador usó la apabullante victoria del PP en las urnas el 7 de junio 15 puntos por encima de los socialistas valencianos para descalificar el empeño del PSOE por averiguar la relación entre el Ejecutivo de Camps y la trama corrupta supuestamente dirigida por Francisco Correa. Las críticas del presidente valenciano se centraron especialmente en el portavoz socialista, Ángel Luna, que le preguntó 'qué contratos, por qué importes y con qué motivo' se han otorgado a Orange Market y al resto de las empresas presuntamente corruptas.

El presidente Camps se enzarzó entonces en un ataque personal contra Luna. Le acusó de haber caído en una 'deriva incomprensible y absurda' y de estar construyendo 'un mundo que sólo cabe en su cabeza'. Camps llegó a responsabilizar al socialista de llevar 'a su propio partido a un camino sin salida' y se mostró convencido de que será 'el peor portavoz de la historia de la democracia autonómica'.

En cuanto a los contratos con la trama corrupta, Camps continuó con el argumento estrenado en la última sesión de control, celebrada el 21 de mayo, al afirmar que la oposición tiene a su disposición todas las adjudicaciones. Ayer insistió en que 'se aplica la ley, el reglamento y la norma de la transparencia y de la fiscalización de todo aquello que hace la administración autonómica'.

La afirmación de Camps no se corresponde con la realidad. En los últimos meses, la oposición ha solicitado los contratos con las empresas de la trama Gürtel, pero sólo han conseguido que se les facilite la dirección en Internet de la Plataforma de Contratación de la Generalitat, donde es técnicamente imposible encontrar las adjudicaciones, ya que no permite introducir los datos de las empresas adjudicatarias.

Camps está imputado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) desde el 14 de marzo. Es sospechoso del delito de cohecho, por la presunta aceptación de regalos por parte de uno de los supuestos cabecillas de la trama corrupta, Álvaro Pérez. Paralelamente, la empresa dirigida por Pérez ha recibido al menos 5 millones de euros en contratos públicos de la Generalitat valenciana.