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El notario tampoco logra acceder a las cuentas de Fundescam

El Ejecutivo de Aguirre usa todo tipo de artimañas para no dar los datos

ALICIA GUTIÉRREZ

¿Hay algo que ocultar en las cuentas de Fundescam, la fundación del PP madrileño que en 2003 pagó gastos electorales de la campaña del tamayazo? La pregunta cobra de nuevo sentido después de que el Gobierno de Esperanza Aguirre haya desoído el requerimiento notarial formulado por Público para que entregase las cuentas de Fundescam depositadas a partir de 2003.

Desde que el 5 de mayo este diario solicitó los balances y memorias de actividades de Fundescam, depositados en el Registro de Fundaciones, a cuyos documentos la ley garantiza el libre acceso, el Ejecutivo de Aguirre ha utilizado toda clase de artimañas para evitar su entrega.

Entre la primavera de 2003 y la de 2004, Fundescam obtuvo casi un millón de euros por donaciones procedentes de significados empresarios, con Gerardo Díaz Ferrán, actual presidente de la CEOE, en cabeza. La fundación, que carece de web y tiene su domicilio en la sede del PP de la madrileña calle Génova, no realiza actividad conocida.

Por encargo de este periódico, el notario Fernando Molina Stranz acudió el pasado día 7 de julio al Registro de Fundaciones de Madrid, donde reclamó oficialmente copia de los balances y memorias anuales de la fundación que preside Esperanza Aguirre, aportó copia de todas las solicitudes de información realizadas desde mayo por Público y otorgó siete días de plazo para la entrega.

Ocho días después, el fedatario público levantó acta para hacer constar la ausencia de respuesta. Una portavoz de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, de la que depende el Registro de Fundaciones, argumentó que la Ley de Procedimiento Administrativo concede a las administraciones tres meses de plazo para notificar una resolución. Pero acceder a una solicitud de información pública difícilmente se encuadra en el concepto 'resolución administrativa'. Al frente de Presidencia, que es la que deniega los documentos, se sitúa Francisco Granados, vicepresidente de Fundescam.

Como desveló este diario, la sociedad Special Events SL, buque insignia de la trama Gürtel, endosó a Fundescam facturas que en realidad se correspondían con actos del PP. El concepto real se camufló para evitar su identificación, pero el jefe de la red corrupta, Francisco Correa, conservó un estadillo. Y ese estadillo, esgrimido ante el equipo de Aguirre para forzar el pago de unas deudas, refleja en qué se gastó de verdad el dinero.

Cómo justificó en 2003 y 2004 el gasto de los más de 800.000 euros que le fueron transferidos por sus donantes constituye una de las grandes incógnitas del asunto. El PP ha repetido hasta la saciedad que sus cuentas estaban en orden y depositadas en el Registro.

Pero lo cierto es que ese Registro sólo se avino a facilitar los balances previos a 2003, es decir, los correspondientes a la etapa de Pío García Escudero como presidente del PP madrileño y de Fundescam.

Aunque Aguirre no llegó a la cúpula regional del partido hasta noviembre de 2003, cuando ya había ganado las elecciones autonómicas en segunda convocatoria tras el escándalo del tamayazo, las fuentes consultadas por este diario subrayan que los hilos de Fundescam estuvieron en manos de su equipo desde comienzos de año.

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