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El escudero de Barberá al frente de la FEMP en el ojo del huracán

Con un perfil bajo, de gestor, pocos conocían Álvaro de la Cruz antes de que se le vinculara a la operación Gürtel

LUIS CALVO

La mano derecha de Barberá al frente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Álvaro De la Cruz, ha saltado al estrellato en unos pocos meses. Con un perfil bajo, de gestor, pocos conocían Álvaro de la Cruz antes de que se le vinculara a la operación Gürtel. Militante de Alianza Popular desde 1982, a los 24 años, buena parte de su carrera se ha forjado oculta de las miradas, en los pasillos de la calle Génova. Allí recaló para ocupar puestos técnicos y de asesoría electoral durante la década de los 80.

El salto político llegó de la mano de Francisco Álvarez Cascos. El político asturiano subió a la secretaría general del PP en 1989, al mismo tiempo que el partido se refundaba dejando a un lado sus reminiscencias franquistas. Ese mismo año, De la Cruz pasó a dirigir el Gabinete de Álvarez Cascos.

Fue durante los tres años que permaneció al frente cuando De la Cruz estableció contacto con altos cargos del partido. En esa misma época, su puesto como asesor de los grupos parlamentarios le permitió conocer a gran parte de los senadores y diputados del PP. Más adelante, esa cercanía le serviría para impulsar su vida empresarial.

Tras su etapa en Génova, De la Cruz saltó al PP andaluz. Allí permaneció, de nuevo como asesor, hasta que en 1994 consiguió un escaño en el Parlamento autonómico. Pasó por varias vocalías e incluso presidió la Comisión de Seguimiento y Control de la Financiación de Partidos Políticos.

La aventura sería breve. Catorce meses después, Rita Barberá, le reclamó para que fuera su mano derecha al frente de la FEMP. Fue su escudero durante todo el tiempo que duró el mandato de la alcaldesa de Valencia, entre 1995 y 2003.

Es precisamente su gestión durante esos años la que le sitúa ahora como diana de todas la miradas. La presidencia del PP provocó que la Federación empezara a contratas viajes y eventos con empresas de la trama de Correa. En total, y bajo responsabilidad de De la Cruz, facturaron más de un millón de euros por sus servicios. La contrapartida quedo reflejada, según El País, en los libros de cuentas de Correa donde aparecen pagos a De la Cruz en dinero negro por valor de 30.000 euros.

No es la única vez que su nombre ha aprecido vinculado a un escándalo político. Tras ser desalojados de la FEMP, De la Cruz se dedicó al mundo de la seguridad a través de cuatro empresas en las que aparecía como apoderado: Serycur, Facilita Servicios Auxiliares, Protecny Security y Serygur.

El propio De la Cruz reconoció en enero al diario El Mundo que Luis Bárcenas, el tesorero del PP implicado en la operación Gürtel, intercedió para conseguir varios contratos de seguridad en la Comunidad de Madrid, entre ellos el de la Ciudad de la Justicia. Poco después de conocerse la noticia, varios familiares sustituyeron a De la Cruz como apoderado y la empresa cambió su nombre a Alium Seguridad.

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