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Rajoy sufre amnesia con sus militantes condenados

Asegura que desde el año 2004 nadie del PP ha sido sentenciado, pero la realidad es que un mínimo de 41 afiliados recibieron condenas por diversos delitos durante el último lustro

MARÍA JESÚS GÜEMES

'Desde el 2004, no hay ningún militante del PP que haya sido condenado y hay varios, algunos luego indultados por el Gobierno de España, del PSOE que sí lo han sido', dijo ayer Mariano Rajoy en el Comité Ejecutivo Nacional de su partido para tratar de defenderse de las acusaciones de corrupción y seguir instalado en la teoría de la persecución .

El dirigente conservador reconoció que se le podía 'escapar algún caso'. Pero lo cierto es que se le han olvidado como mínimo 41 nombres. Entre ellos, algunos destacados. Sin ir más lejos, el del ex alcalde de Vila-real y ex presidente del PP en la localidad castellonense, Manuel Vilanova, que fue condenado por el Supremo en noviembre de 2006 por prevaricación medioambiental. O el de Lluc Tomàs, que abandonó el Ayuntamiento de Llucmajor al ser sentenciado por la Audiencia de Palma en noviembre de 2008 a tres años de cárcel por un delito de malversación de caudales públicos.

Además, resulta llamativo que el líder de la oposición presuma de que no le viene a la cabeza ningún ejemplo desde 2004, fecha en la que él fue candidato a las elecciones generales y se hizo con las riendas del partido. Al poner el contador a cero desde ese momento, parece dispuesto a desprenderse de la responsabilidad de todo cuanto le precedió. No hay que olvidar que el cerebro de la trama Gürtel, Francisco Correa, llegó al PP con Aznar al frente.

Rajoy se erigió ayer ante los suyos como la persona que está llamada a defender la presunción de inocencia. Por eso, aunque dijo que no tenía 'ningún interés' en que este asunto se convirtiera en eje del debate político, se mostró dispuesto a 'dar la batalla' para que España sea 'una nación de ciudadanos libres e iguales en todo y, por supuesto, ante la ley'.

'Desde luego, tengo interés, como español y político, en que no se condene a nadie, que luego ni siquiera su caso es juzgado porque los tribunales creen que no hay ninguna razón para hacerlo', dijo haciendo referencia a Francisco Camps. Por eso volvió a 'celebrar' la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de archivar la causa contra el presidente de la Generalitat. 'Nunca tuve la más mínima duda de que esa era la decisión que se iba a adoptar', declaró, definiéndola al tiempo como 'justa'. Camps, que se encontraba presente en el encuentro, recibió la felicitación de varios de los presentes.

El jefe de la oposición recordó además que su formación presentará un documento 'muy completo' sobre el trato diferente de la Fiscalía a PP y PSOE, y que irá al Congreso para pedir explicaciones a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que adelantó desde América que la Fiscalía recurriría el archivo de la causa contra Camps.

También reclamará que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aclare qué ocurrió con las últimas detenciones de militantes del PP en Baleares y que comparezca el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, porque no lo hace 'jamás'. Rajoy habló de filtraciones de sumarios secretos y de detenciones televisadas 'impropias de un régimen democrático'. Pero ni una palabra de escuchas ilegales.

'Muchas veces oímos hablar de regeneración democrática, lo más justo al hablar de ello es hablar de estas cosas de las que yo hablo ahora', comentó.

El PP piensa seguir apuntando contra el Gobierno. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, lo acusó ayer de estar convirtiéndose 'en abogado de oficio' contra el PP. Y Soraya Sáenz de Santamaría, la portavoz en el Congreso, insistió en que se sienten 'en el punto de mira' y 'perseguidos' por el Ejecutivo socialista.

En vez de abordar los casos de corrupción que les salpican, los conservadores siguen empeñados en desviar el foco de atención hacia otro lado. Ayer, y después de que Esperanza Aguirre lo hiciera hace ya unos días, De Cospedal apuntaba de nuevo hacia el ministro Rubalcaba. La secretaria general del PP no le otorga ninguna credibilidad porque, entre otras cosas, fue 'la misma persona que, mirando a la televisión y delante de toda España, dijo aquello de ‘el GAL no existe'.

Durante una entrevista en Telecinco, la mano derecha de Rajoy insistió en que Rubalcaba se dedica a 'contar medias verdades', y le conminó a 'investigar' y dejarse de 'insultar'. Para Cospedal, está claro que 'alguien ha ordenado políticamente' perseguir a su partido.

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