El proceso seguido para la designación como senadoras de María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, y de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE, pone de manifiesto un talante y respeto a los procedimientos institucionales muy diferente en ambos partidos.

Desde que el PP hizo pública su decisión de plantear la elección de Cospedal como senadora por las Cortes de Castilla-La Mancha el 13 de junio de 2006 hasta que se produjo su designación efectiva por el pleno del Parlamento autonómico el 7 de septiembre de ese año, transcurrieron menos de tres meses, de los cuales dos julio y agosto son inhábiles a efectos parlamentarios.

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Desde que el 24 de marzo Público reveló la intención del PSOE de proponer a Pajín para ocupar la vacante que dejaría en el Senado la incorporación de uno de sus representantes a la candidatura para las elecciones europeas del 7 de junio, han transcurrido ya más de cinco meses.

Son más de tres meses más de uno si se tiene en cuenta que julio y agosto son inhábiles desde que el PSPV planteó en las Corts valencianas la convocatoria de la Comisión del Estatuto del Diputado y del Pleno correspondiente para proceder a la designación. Y nadie sabe hasta cuándo piensa el PP seguir con su boicot.

Pero, más que en el tiempo transcurrido, la diferencia sustancial está en las formas. Mientras que el PSOE facilitó la designación de Cospedal, el PP no ha dejado de obstaculizar la de Pajín.

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La designación de un senador en Castilla-La Mancha requiere un plazo mínimo de dos meses durante los períodos ordinarios de sesiones y el cumplimiento de una serie de requisitos por el aspirante.

El PSOE accedió a acortar los plazos para que Cospedal pudiera ser designada en un pleno extraordinario 19 días después de que se hiciera efectiva la renuncia de la senadora de su partido que dejaba la vacante.

Pero la elección de la dirigente conservadora no pudo realizarse porque la legislación autonómica exige como requisito que la persona a designar sea electora en la región, lo que Cospedal no pudo acreditar al no haberse empadronado en Albacete hasta el 14 de junio y presentar como acreditación un documento de la Oficina del Censo Electoral en el que figura 'inscrita en el censo electoral cerrado a 1 de agosto de 2006'.

Aunque el PSOE podría haber exigido el cumplimiento estricto de todos los plazos, fue designada senadora en el primer pleno del período ordinario de sesiones, a los dos meses de que se produjera la vacante, con vacaciones parlamentarias de por medio.

Por el contrario, el PP ha intentado boicotear la designación de Pajín como senadora por la Comunidad Valenciana desde el primer momento.

La legislación valenciana establece que las vacantes se cubran de manera automática por los suplentes y que, en el caso de no existir, se inicie el procedimiento de sustitución dentro de los treinta días siguientes a la fecha en la que se produzca la vacante, lo que ocurrió a finales de mayo.

El anticipo del bloqueo lo hizo ese mes el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, quien dijo que Pajín 'sólo quiere ser senadora para ser aforada'.

En agosto, después de alegar errores administrativos en la documentación presentada por el PSOE valenciano, como omitir una referencia a un párrafo de un artículo de una ley, el Grupo Popular planteó la posibilidad de someter a un 'examen' de valencianidad a Pajín, que ha pasado casi toda su vida en Benidorm y ha sido elegida diputada por Alicante en tres legislaturas.

El próximo trámite está previsto para el 6 de octubre, fecha para la que ha sido convocada la Comisión del Estatuto del Diputado.