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El PP augura la ruina de España en un mitin-show

Rajoy endurece su discurso demonizando la subida de impuestos y pronostica el desastre con Zapatero. Montoro califica al Gobierno de 'pandilla de inútiles'

ÁNGEL MUNÁRRIZ

Bailar La Macarena y augurar la ruina del país en una sola mañana. El PP eligió ayer el formato show para proclamar el estado de caos económico en España. 'La política chapucera del Gobierno empobrece a España y la liquida como país', afirmó Mariano Rajoy. Los sucesivos dirigentes que tomaron la palabra durante el acto en el velódromo de Dos Hermanas (Sevilla) optaron más por el mantra de la demonización de la subida de impuestos que por detallar propuestas concretas. El estruendo del discurso constrastó con el silencio sobre la Gürtel. La única referencia fue indirecta, a través de un ataque de María Dolores de Cospedal a Alfredo Pérez Rubalcaba.

El estado de aparente catarsis provocado por el éxito del mitin, que logró un lleno de más de 20.000 asistentes en pleno corazón del socialismo andaluz, elevó el tono de los discursos hasta lo despectivo para el adversario. 'Como dice esa pancarta, Gobierno de ZP, pandilla de inútiles, estáis arruinando España', gritó Cristóbal Montoro, responsable de Economía del PP. 'Han arruinado el Estado, han metido la mano en la caja de todos y han tirado la casa por la ventana', añadió, en el discurso más contundente de un acto que, convocado bajo el lema, Más empleo, menos impuestos, sirvió al PP para mostrarse totalmente feliz y orgulloso de sí mismo ante los suyos.

Al margen de la promesa de Javier Arenas de reducir en un 50% el número de altos cargos de la Junta y suprimir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones si llega a presidente de Andalucía, Montoro fue el único que bosquejó alguna propuesta económica. 'Si gobernaran Rajoy y Arenas, no pasaría esto. Bajaríamos impuestos para pymes, autónomos y familias, haríamos las reformas necesarias en energía, I+D+i, transportes, comunicaciones...', dijo como en tantas otras ocasiones.

De las intervenciones de los dirigentes conservadores se deduce poco espacio para la intersección de posturas entre los dos principales partidos. Así definía Rajoy lo que, a su juicio, debe hacer el Gobierno para enderezar el rumbo: 'Lo que tiene que hacer es exactamente lo contrario de lo que está haciendo, exactamente lo contrario'.

Sólo una luz se adivinaba al final del túnel: el regreso al poder del PP. 'Recibimos España en quiebra en el 96. La situación ahora es todavía peor, es gravísima. Pero lo conseguimos entonces y lo haremos ahora, vamos a sacar a España de este inmenso hoyo', apuntó Montoro. Rajoy afirmó que 'el panorama no es atractivo, pero se puede salir'. 'No nos podemos resignar', añadió.

El líder conservador recordó que, antes de las elecciones, le llamaban 'antipatriota' por augurar que el Gobierno se vería obligado a subir los impuestos. 'Zapatero, embustero', gritaron desde la grada cientos de personas. 'Admiro vuestra capacidad de síntesis. Habéis dicho en dos palabras lo que yo he dicho en muchas más', apuntó Rajoy. Su mayor batería de críticas fue contra la subida de impuestos, de la que dijo que 'no es necesaria, es profundamente insolidaria con las clases medias y no se justifica'. 'Y la quintaesencia de la mentira es que Zapatero diga que pagarán más los que más tienen. Ha dicho que la subida es para mantener la cohesión y cubrir necesidades sociales. Yo digo ¡mentira! Es para tapar sus errores. Ahora le endosa sus disparates a todos los españoles', afirmó. 'A todos. Le va a subir el IVA a ese niño', añadió, señalando a un crío de dos años que había subido a la plataforma.

'Miente como estrategia política', proclamó María Dolores de Cospedal, número dos del partido, para quien 'la bandera de los trabajadores no la puede llevar quien se va de turismo con la familia', en referencia al viaje de Zapatero con su familia a Nueva York.

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