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Correa y las "chorizadas" de Madrid

El jefe de la trama y Crespo afirmaron en una conversación grabada que les obligaban a crear empresas para facturar

ALICIA GUTIÉRREZ

'Todos los actos son chorizadas, todos'. Los actos a que se refiere la frase son aquellos cuya organización encomendaba la Comunidad de Madrid a empresas de la trama Gürtel. Y quien habla de chorizadas no es ningún miembro de la oposición, sino Francisco Correa, jefe de la red corrupta. La transcripción de una de las grabaciones que José Luis Peñas, denunciante del caso y ex concejal del PP en Majadahonda, aportó a la Policía muestra cómo Correa hace un reconocimiento explícito de las irregularidades que rodeaban a esos actos. Y muestra cómo, junto con su lugarteniente, Pablo Crespo, desmenuza el modus operandi seguido. 'Nos han hecho crear empresas', dice Correa en un momento de la charla. 'Nos han hecho crear empresas para facturar', añade a renglón seguido Pablo Crespo. La red, comunica Correa a sus subordinados y a Peñas, conoce 'todas las guarrerías que han hecho en la Comunidad de Madrid, todo lo que se ha facturado de más'.

Su número dos en la trama, Pablo Crespo, relata en esa misma conversación cómo cada vez que el Gobierno de Esperanza Aguirre encargaba un acto a alguna de las empresas del conglomerado Gürtel, llegaban instrucciones para que 'dividieran la facturación'. Ambos hablan sin tapujos sobre Alberto López Viejo, viceconsejero de Presidencia entre 2004 y 2007 y consejero de Deportes hasta que en febrero dimitió arrastrado por la marea del caso Gürtel, aunque conservó su acta de diputado en la Asamblea de Madrid y se mantuvo adscrito al grupo parlamentario del PP hasta ayer.

El cabecilla de la red se jactó de saber 'todas las guarrerías que han hecho en la Comunidad'

Crespo explicó a sus contertulios de manera nítida cómo funcionaba el sistema: 'Alberto López Viejo, como viceconsejero de Presidencia, era el muñidor de toda la operativa. Él decía: ahora es un acto de Sanidad, que cuesta 80.000 euros, y facturáis 11.900 IVA incluido a fulanito a través de una empresa, otros 11.900 y pico...'. Las facturas se troceaban siempre. Y no una sola vez, precisa Crespo: 'Ese fraccionamiento se hacía, a lo mejor, yo qué sé, por darte un dato, pero a lo mejor siete veces al mes'.

Es en ese punto cuando Peñas tercia para recordar que la condición siempre era que la cantidad a facturar no sobrepasara los 12.000 euros. Porque ese es el importe máximo que la legislación sobre contratos públicos permitía hasta 2007 adjudicar a dedo. Son los llamados contratos menores. Y los concedidos por la Comunidad de Madrid a empresas de la trama, como Servimadrid, Easy Concept, Diseño Asimétrico y Good and Better abundan en el sumario del caso Gürtel. La adjudicación directa, sin concurrencia de ningún tipo, no fue el único método empleado: en diciembre de 2008, Diseño Asimétrico obtuvo de la Consejería de Inmigración un contrato de 69.000 euros sometido a procedimiento negociado sin publicidad. La consejería invitó a tres empresas: todas vinculadas al entramado de Correa.

Pablo Crespo relató ante José Luis Peñas cómo les obligaban a fraccionar la facturación

'Alberto está pringado aquí con nosotros', resume un Correa profético que se permite quejarse de que la justicia 'no funciona'. El empresario venido a más gracias a sus negocios con el PP ignoraba entonces que Garzón acabaría por tirar del hilo de la red. Y que el juez Antonio Pedreira, instructor del caso Gürtel en el Tribunal Superior de Madrid, observaría indicios de que López Viejo aprovechó 'sus cargos públicos anteriores (viceconsejero de Presidencia) para favorecer a alguna de esas empresas'. '[De] cada acto que hacíamos de la Comunidad de Madrid, se llevaba una pasta Alberto', subraya Correa. Director adjunto de la campaña de Aguirre para las autonómicas de octubre de 2003, las segundas del año, forzadas por el tamayazo, López Viejo cobró de la trama 563.000 euros, según el sumario.

El nexo entre las 'chorizadas' era que todos los actos organizados por Alberto López Viejo tenían como protagonista a Esperanza Aguirre. 'Actos de 100.000 euros matiza Crespo quejoso había pocos, pero de 20.000 o 30.000 había muchos, y para un acto de 30.000, había que hacer cuatro facturas, que la señora esta estaba todo el día en hospitales, en metros...' Los actos los organizaba López Viejo, pero dependían 'de muchas consejerías', subrayó el número dos de la trama.

López Viejo organizaba los actos pero había implicadas 'muchas consejerías'

Los términos del diálogo entre Correa, Crespo y Peñas sugiere que acordaron presionar al PP o chantajearlo para que la Comunidad de Madrid pagara a las empresas de la trama la deuda que, al parecer, arrastraba con ellas. Y ofrecen a Peñas actuar como herramienta de presión. El interpelado acepta ir por donde Correa y Crespo quieran 'Si queréis ir vía político, vía medios de comunicación o vía judicial', dice, pero Correa desliza otra idea: 'Pactar antes con ellos'. Peñas acepta con un pero: '¿Con Esperanza? Es muy difícil, ya lo sabes, es muy difícil'.

En la transcripción hay un párrafo que constata hasta qué punto eran ajenos Correa, Crespo y sus otros correligionarios a la que se les venía encima. Cuando Peñas pregunta si nada de lo descrito lo ha visto la oposición, Pablo Crespo responde así: 'No han sido capaces de verlo. No son capaces de llegar, no son metódicos'. Y él mismo explica el porqué: 'Porque tienen que investigar; dígame usted cuánto se ha gastado la consejería tal en luz y sonido durante este año, pregunta en el Parlamento; igual que esa tienen que hacer 200'. Y si hacen las preguntas, admite Crespo, tardan en responderle 'cuatro meses u ocho'.

El lugarteniente de Correa estaba en lo cierto. De hecho, los socialistas habían pedido con insistencia los contratos de Special Events, empresa matriz de la red, y de otras sociedades en la órbita de Correa. La respuesta llegó por fin y permitió averiguar que en un solo año, entre 2004 y 2005, Alberto López Viejo había adjudicado 76 contratos menores a la trama por 570.000 euros.

En la charla hay pistas que indican que se grabó poco antes de Navidades, posiblemente las de 2007. Es la cercanía de los comicios 'El año que viene son generales', dice Peña lo que hace que la trama se vea tentada de emprender el chantaje contra López Viejo, quien les adeudaba 'un millón de euros'. Correa estaba 'hasta los huevos'.

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