El escritor gallego Suso de Toro denuncia en esta entrevista la galegofobia de la nueva Xunta de Feijóo y la importación a Galicia de modelos de asociaciones ultraconservadoras (tipo Hazte Oír, pero en versión lingüística), que ha dado lugar al nacimiento de Galicia Bilingüe, defensora a ultranza del uso del castellano en la comunidad. Pero el autor del libro digital Andar Tropezando (Libro de Notas / Bubok) también ha reservado una cuota de su pensamiento crítico para Rajoy, Aguirre y los 'hooligans' del PP madrileño.

¿Gallardón le parece más centrado?

La democracia es el gobierno de la ciudadanía, pero a través de instituciones democráticas. Sin ellas, no hay democracia, aunque la fuente sea la ciudadanía. Gallardón ha demostrado tras los abucheos a Zapatero que respeta las instituciones, algo que no hace esa derecha. Ellos son tan faccionales que creen que son el Estado, la esencia y los dueños de España.

Rajoy pilota ese barco como puede. Esté en el puesto de mando de una nave propulsada por la derecha más radical.

Rajoy va montado en ese caballo, por eso no condenó el acto gravísimo del desfile. ¿Apología del estado, el Ejército y la bandera? Con esos hechos, demostraron que todo eso les importa tres pitos. Lo utilizan cuando les interesa.

El problema es que el propio PP, desde hace años, se alimenta de esa gente y de la radicalidad. Ha habido una operación de rearme ideológico que comenzó bajo el dominio de Aznar y hoy está ahí. Hasta que haya un crisis y la derecha se divida en un partido de extrema derecha y otro de centro, al estar todo juntos y además en la oposición (donde la tentación es mas destruir que construir), quien tiene más peso son los hinchas, los forofos, los hooligans. Gente más impulsiva y violenta.

De todo esto, lo que se me queda es que si la izquierda llega a hacer en España lo que hace la derecha, tendríamos un conflicto civil. Afortunadamente, quien se moviliza política e ideológicamente de una forma tan violenta es la derecha. Y, por suerte, hoy el Ejército está fuera de la lucha política.

La campaña de destrucción, falta de respeto e insidias a Zapatero es un caso único en España. Manifiestan descaradamente puro odio. En manifestaciones organizadas por el PP se ha gritado pidiendo la muerte de Zapatero: me pregunto cómo la gente puede pedir que se vaya a la fosa con su abuela. La xenofobia de decirle a una ministra que se vaya para Cataluña, el odio al diferente, apelar a los hechos del 36, a los fusilamientos...

¿Qué personas son ésas? ¿Quién le ha ido inyectando ese odio durante estos años? Pero esas personas están ahí. Existe una extrema derecha de la que no se habla. Cuando actúa, con provocación y alterando un acto de Estado, nadie nos dice quiénes son. Parece que es el pueblo de Madrid y no es así. Y no son los comunistas o los anarquistas, es la derecha.

En Europa, está el caso italiano, con la derecha loca de Berlusconi, pero la agresividad de esta derecha españolista no tiene igual. La izquierda en España está siendo muy responsable históricamente, porque no se pone al nivel de la derecha, si no se destruiría la vida social. Sería imposible vivir en la calle, en el bar, en el trabajo...