El presidente del Gobierno cerró este viernes su gira por Oriente Próximo en donde más siente España a esta región, en Líbano. Allí, en la base Miguel de Cervantes de Marjayún y con los más del millar de militares españoles, José Luis Rodríguez Zapatero quiso poner un broche final de orgullo y reconocimiento para una gira en la que, según explicó a los periodistas que viajaron con él desde Washington, ha podido ver 'caminos abiertos' para que se produzcan las negociaciones entre israelíes y palestinos.

Con todo, el jefe del Ejecutivo reconoció que la 'llave' de la paz en Oriente Próximo está en manos de la Administración de Barack Obama. Pero además, después de esta intensa y apretada semana con reuniones con los principales actores políticos del conflicto, Zapatero hizo alarde de su habitual optimismo y se mostró convencido de que la crisis israelo-palestina y su dimensión regional 'tienen solución'.

Una de las razones por las que cree que esto es así, explicó el presidente, es la asunción del cargo de primer ministro por segunda vez de Benjamin Netanyahu, con quien Zapatero se reunió el jueves. 'Esta vez tiene que querer la solución', sostuvo. Además, en su opinión, los palestinos están 'muy cansados' de esta lucha permanente por su lugar en el mundo.

El problema, reconoció también el jefe del Ejecutivo, es la 'hipersensibilidad israelí'. 'Cualquier precisión -ni siquiera crítica- que puedas hacer sobre sus políticas se lo toman como una afrenta', argumentó Zapatero. 'Y eso hace las relaciones muy complicadas, porque no se les puede decir nada', concluyó.

El presidente llegó a visitar a las tropas españolas desde Jordania, a donde partió, a su vez, muy temprano desde Jerusalén y en coche. El presidente, acompañado del ministro de Asuntos Exteriores -que ejerció de experto cicerone- quiso evitar el avión oficial para conocer con detalle el cinturón de asentamientos que rodea Jerusalén, el desierto de Judea y el valle del Jordán.

En Amán, la capital jordana, Zapatero se reunió brevemente con el rey Abdalá II. Ambos abordaron la gira del mandatario español, que el monarca valoró, y las relaciones bilaterales España-Jordania. Estas, concluyeron, deberán reforzarse con la Presidencia española de la UE y la Unión por el Mediterráneo.

Durante su visita a las tropas españolas en Líbano, el presidente del Gobierno confirmó que España ostentará la máxima responsabilidad de la misión de la ONU en este país (FINUL) al pasar a dirigirla en febrero. Implícitamente, reconoció así también que el contingente español deberá ser reforzado con dos centenares de soldados, aproximadamente. Sin embargo, esta cifra la concretará la ministra de Defensa, Carme Chacón, que. además, deberá pedir la autorización al Congreso de los Diputados para el envío.