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Aulas contra la violencia de género

Los Mossos imparten formación a alumnos de Secundaria para detectar actitudes machistas

ALBERT MARTÍN VIDAL

Cuando Rafa Carmona habla en las aulas, algunas veces ocurre que una alumna se echa a llorar. 'Les pasa cuando se dan cuenta de que ellas o sus madres son víctimas', explica este sargento de los Mossos dEsquadra, coordinador de un programa pionero de la Policía catalana que imparte sesiones en colegios para prevenir la violencia de género.

El programa arrancó en septiembre de 2008 como una posibilidad para que los colegios pudieran abrir los ojos a alumnos, principalmente de tercero o cuarto de Secundaria, en materias como las drogas o Internet. Y los responsables del proyecto decidieron incluir también la violencia de género.

'Contrariamente a lo que los chicos creen, los 14, 15 o 16 años de edad son un momento clave para prevenir este problema', afirma Carmona. Según indica, es entonces cuando los menores tienen sus primeras parejas y cuando pueden aprender a detectar y evitar las actitudes machistas.

Hasta finales del curso pasado se habían realizado 196 presentaciones, con un total de 5.862 alumnos participantes. Estas sesiones están dirigidas a los alumnos, pero los Mossos dEsquadra ofrecen también a las escuelas formación sobre la materia para los profesores o los padres de los estudiantes, que recibieron56 sesiones con cerca de 1.500 participantes.

En estas sesiones se explica a los menores cómo reconocer estas actitudes que pueden llegar a ser peligrosas: el excesivo control de los novios sobre las chicas mediante SMS o llamadas para controlar qué hacen, las imposiciones de qué ropa deben usar o las indicaciones de con quién deben o no deben salir son considerados indicadores de violencia de género. 'El objetivo es que se den cuenta de que no deben dejar que nadie manipule su personalidad', dice el agente.

Alba García, directora del Programa contra la violencia machista del Departament de Interior, recuerda que en la violencia machista se da 'el efecto iceberg. Hay que concienciarles ante este problema para que comprendan que lo que se ve es una pequeña parte de lo que ocurre'.

Un total de 190 agentes de las 59 comisarías catalanas son los encargados de impartir las charlas. Las sesiones se hacen siempre en horario escolar habitualmente en la tutoría y los agentes han detectado que suelen interesar mucho más a las chicas que a los chicos. 'Nos interesa que ellos sepan que esto puede llegar a degenerar en un delito que está muy perseguido, y a ellas les informamos de que tienen derecho a pedir medidas de protección, como órdenes de alejamiento o prohibición de comunicarse con ellas'.

Además, en algunas sesiones se hace visible que la violencia machista supone un 'choque cultural' para algunos alumnos inmigrantes. 'Te dicen: ¿Esto es delito? En nuestro país es una cosa que queda dentro de la familia', explica Carmona. La participación de los alumnos se considera clave, por lo que estas sesiones de una hora reservan15 minutos para las dudas que puedan tener.

Este plan requirió de un acuerdo entre los departamentos de Interior y Educación y también va dirigido a los tutores de las clases, que reciben instrucciones de qué hacer en estos casos.

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