Público
Público

Los partidos exploran nuevos mecanismos contra los corruptos

El cruce de acusaciones a cuenta de las prácticas ilegales cede el paso a una tímida autocrítica

MIGUEL Á. MARFULL

Reflexión, medidas urgentes, reacciones, transparencia, firmeza, regeneración... Todos los partidos barajaron ayer estos conceptos contra los políticos que juegan con trampas y cartas marcadas. Al calor de los últimos titulares sobre la corrupción, las formaciones ralentizaron su intercambio de reproches, se dejaron llevar por una tímida autocrítica e improvisaron buenas intenciones.

La democracia 'ha ido siempre mejorando sus acciones preventivas y funciones de control a posteriori', reconoció el presidente del Gobierno. Siendo más difícil en materia de corrupción prevenir que curar, Rodríguez Zapatero invitó ayer a los partidos a estar 'abiertos a poder mejorar' los controles sobre 'conductas irregulares' en los ayuntamientos.

El Ejecutivo anuncia mejoras en el control de los fondos públicos municipales

La detención del alcalde de Santa Coloma de Gramenet pesaba en la trastienda de su respuesta y también en las palabras de la vicepresidenta del Ejecutivo, al defender la necesidad de 'establecer mecanismos' para mejorar la eficacia en la lucha contra la corrupción. De la Vega enfatizó su aversión a esta enfermedad pública, ante la que recetó 'tolerancia cero' y esbozó mejoras legislativas que habrán de tomar cuerpo en la futura reforma de la Ley de Bases de Régimen Local. La vicepresidenta, al igual que Zapatero, colocó el término 'control' en el epicentro de los cambios que, de momento, el Gobierno sólo está 'estudiando'.

El combate contra el saqueo del dinero público no es patrimonio del Ejecutivo. El Govern balear proclamó que esta legislatura supondrá 'un antes y un después' ante la corrupción por las reformas que está impulsando en un territorio especialmente castigado por esta lacra durante el último mandato del PP. Este partido anunció mientras tanto que pedirá una reforma del Código Penal para endurecer las condenas por cohecho. Dos de sus parlamentarios, imputados en el caso Gürtel precisamente por este tipo de delito, tendrían paradójicamente voz y voto en el debate que plantea su partido.

Mientras los anuncios de reformas maduran, todas las siglas políticas compartieron ayer un temor con el mar de fondo de la corrupción: que esta mancha extienda el descrédito hacia la política.

Todos los partidos rechazan que la corrupción sea un hecho generalizado

El rito católico de la confesión precisa entre otros requisitos de examen de conciencia, dolor de los pecados y propósito de la enmienda. Son los tres pasos que todas las formaciones han dado en los últimos días en relación con la corrupción. El conseller catalán de Economía, Antoni Castells, pidió una 'profunda reflexión' para evitar el desafecto ciudadano. El secretario general de ERC, Joan Ridao, reclamó un 'gran acuerdo' para la 'transparencia y regeneración política'. Sumado a la misma preo-cupación, Antonio Hernando, responsable de Política Municipal del PSOE, pidió 'reacciones fulgurantes y de firmeza' contra las 'ovejas negras' que contaminan la política.

Hernando, igual que Ridao, como Castells, defendió la calidad de la vida pública, en la que la mayoría de los políticos 'son personas honestas que gestionan con honradez los fondos públicos'. 'Ni la corrupción es generalizada, ni todo el mundo es igual', se unió a este argumento el líder de Unió Democràtica, Duran Lleida. 'Si no distinguimos unas cosas de las otras, la corriente nos arrastrará a todos', advirtió.

El miedo a que la corrupción barra como un maremoto la frágil imagen de la clase política unió ayer a todos sus representantes. El presidente del Congreso, José Bono, encerró este argumento en una frase: 'Los casos de corrupción llenan los periódicos, pero no llenan España'.

 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias