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Haidar se defiende de los que quieren hospitalizarla

La abogada de la activista dice que la mujer está 'en pleno uso de sus facultades mentales' y que denunciará a quien trate de llevarla a un centro médico para examinarla, tal y como exige la Fiscalía

SUSANA HIDALGO

La activista saharaui Aminatou Haidar demostró ayer, con un nuevo gesto, que está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con su huelga de hambre. En un comunicado leído por su abogada, Inés Miranda, Haidar señaló que emprenderá todas las acciones legales posibles por la vía penal para evitar su ingreso hospitalario para ser examinada y valorar su estado de salud, tal y como pretende la Fiscalía.

'Aminatou está en pleno uso de sus facultades mentales y no se puede actuar contra su voluntad. Por ello consideramos que cualquier acción que se efectúe contra su voluntad, libremente expresada por ella, se sitúa en el ámbito del Derecho Penal y está perfectamente tipificada en dicho Código Penal', advirtió la letrada.

El Gobierno español ha puesto en marcha toda la maquinaria política y judicial para evitar a toda costa que la huelga de hambre que Haidar mantiene desde hace 24 días tenga efectos irreversibles. Pero la saharaui ya ha dejado dicho por escrito que no quiere recibir ningún tipo de asistencia sanitaria. Desde hace dos días no quiere que la vea ningún médico, ni siquiera Domingo Guzmán, el doctor que la atendía de manera voluntaria.

De momento, el juez de guardia de Lanzarote, Jerónimo Alonso, no ha ordenado el ingreso hospitalario, porque el informe que encargó a una médico forense ha determinado que no es necesario. Por eso, la Fiscalía ha pedido una nueva opinión médica y, según la plataforma de apoyo de la saharaui, 'no parará hasta conseguir la alimentación forzosa'. 'Lo único que quiere Haidar es regresar a su casa, y es en lo que deberían estar ocupados el Gobierno de España, la UE y la ONU', agregó Carmelo Ramírez, uno de los portavoces de la plataforma.

La saharaui no figuraba en la lista de pasajeros del vuelo a Lanzarote

Por su parte, la Delegación del Gobierno de Canarias, que fue la que pidió la intervención del juez de guardia, ha manifestado que piensa hacer todas las acciones pertinentes para 'garantizar la vida y la integridad física' de Haidar. 'La Delegación del Gobierno seguirá perseverando en la búsqueda de soluciones a esta situación', insisten desde este organismo.

Salvo a primera hora, para asearse, Haidar no salió ayer en todo el día de su habitáculo, en el aparcamiento de autobuses del aeropuerto de Lanzarote. Mantiene esta actitud desde el viernes pasado, cuando se frustró el viaje preparado por el Gobierno español para volar hasta El Aaiún (Sáhara Occidental). Dentro de la sala donde permanece día y noche, recibió la visita del representante del Frente Polisario en España, Mohamed Hadad, que afirmó que su estado de salud es 'muy preocupante'. Hadad culpó a Marruecos de provocar el cuello de botella en el que se encuentra ahora mismo este conflicto.

Mientras se resuelve si es obligatorio jurídicamente o no alimentar de manera forzosa a Haidar, la plataforma de apoyo sigue exigiendo explicaciones al hecho de por qué la saharaui entró sin pasaporte, por dos veces, en territorio español. La primera vez fue el pasado 14 de noviembre, cuando fue deportada de El Aaiún, y la segunda el pasado 4 de diciembre, una vez que su regreso a casa se vio frustrado por la negativa de Marruecos a permitir el vuelo.

'Su estado de salud es muy preocupante', dice el Polisario

'Un ciudadano bajo la jurisdicción de Marruecos, como es el caso de Haidar, necesita pasaporte para entrar en España. La residencia española que tiene la activista sólo le permite permanecer en el país, pero no entrar en el territorio', explicaron ayer a este diario fuentes policiales del aeropuerto de Lanzarote. Exteriores, por el contrario, afirma que el artículo 66 de la Ley de Extranjería obliga a las compañías aéreas a transportar a los ciudadanos que no son admitidos en el país de destino.

El pasado sábado 14 de noviembre, la Policía del aeropuerto esperaba la llegada a las 10.30 horas del vuelo El Aaiún-Lanzarote. El avión llevaba más de dos horas de retraso. En él iba montada Haidar. La demora fue causada por los incidentes que provocó la Policía marroquí al embarcar a la mujer a la fuerza.

El avión estaba fletado por Canarias Aeronáutica, y Haidar no estaba en la lista de embarque la que avanza la compañía aérea a la Policía del control fronterizo y que constaba de 19 pasajeros. El inspector de Policía y jefe del puesto fronterizo del aeropuerto de Lanzarote, Antonio García Pinacho, recibió sendas llamadas del aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria y de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de Madrid que le informaron de que en el vuelo viajaba una ciudadana saharaui sin pasaporte.

El responsable del puesto fronterizo subió al avión que traía a Haidar y que ya había sido desalojado del resto de pasajeros. La activista no quiso bajarse, así que García Pinacho, que no sabía quién era, habló con ella para intentar convencerla. La saharaui finalmente descendió del avión y acudió con el inspector jefe a las dependencias policiales del aeropuerto. Luego salió a la zona pública de la terminal. Ya había entrado en España.

'Aminatou está en pleno uso de sus facultades mentales'

Los policías que la atendieron empezaron a darse cuenta de que la recién llegada no era una inmigrante cualquiera. La voz se corrió entre la comunidad saharaui de Lanzarote. El primero en llegar fue Hamudi Fakala, traductor y secretario general de inmigración de UGT en la isla. Junto a él, aparecieron otros saharauis que habían acudido horas antes a una manifestación en defensa de la independencia de su territorio. Todos se quedaron con Haidar en el vestíbulo.

La activista insistió en que quería regresar esa misma tarde a El Aaiún y habló con la compañía aérea, que le informó de que había plazas disponibles. El inspector jefe de Policía consultó con sus superiores si podía salir sin pasaporte, pero la respuesta fue negativa.

La saharaui se quedó en el aeropuerto de Lanzarote e inició una huelga de hambre de la que hoy se cumplen 24 días.

Las protestas y las acciones de apoyo a Haidar continúan por toda España. Asociaciones valencianas de solidaridad con el pueblo saharaui instalaron ayer una jaima frente a la sede del PSOE-PSPV para denunciar cómo ha gestionado la crisis el Gobierno español. La presidenta de la Federación de Asociaciones, Lola Claramunt, expresó su “profunda decepción” con el Ejecutivo, al considerar que “prefiere plegarse ante las amenazas de Marruecos antes que atender a un pueblo hermano y amante de la paz como es el saharaui”. Mientras, en el aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife), un grupo de simpatizantes por la causa saharaui se concentró ayer con pancartas.

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