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Andar por la ciudad con cuerpo de mujer

Cada vez son más los arquitectos y urbanistas que reclaman que las urbes se proyecten con perspectiva de género

L. DEL POZO

Es una calle estrecha y oscura. Son las 12 de la noche. Mireia oye pasos. Son los suyos. Se tranquiliza. A los pocos metros, siente otra presencia. No está sola. Se asusta y acelera el ritmo. Se siente vulnerable. No sabe quién hay detrás. Aunque sí sabe que es un hombre. Por su cabeza pasan decenas de posibilidades y ninguna buena. Al final de la calle, ve a una pareja. Respira hondo y sonríe. No está sola: sólo ha sido un susto.

La experiencia que cuenta Mireia es una situación familiar para la inmensa mayoría de mujeres. La explicación es sencilla: 'Nuestra percepción de inseguridad es mayor porque sufrimos más agresiones: las que sufren todas las personas y las que sufrimos por ser mujeres', afirma la abogada Juana Aranguren, del Foro Mujeres y Ciudad.

En 2008, un total de 321 hombres fueron condenados en España por agresión sexual por ninguna mujer. Además, hubo 246 penados por un delito de exhibicionismo y provocación sexual, frente a tres mujeres.

El desnivel entre ambos sexos en este tipo de delitos es arrollador. Por ese motivo, cada vez son más los arquitectos, urbanistas y colectivos feministas que reclaman que se proyecten las ciudades teniendo en cuenta la perspectiva de género. Ya sea por temas de accesibilidad los estudios indican que las mujeres usan más los trasportes públicos o por seguridad. La arquitecta Zaida Muxí afirma en sus conferencias que 'los usos, límites, transparencias, visibilidad e iluminación son variables a tener en cuenta según la experiencia de las mujeres'.

'Hay una conexión entre el diseño urbano y la violencia hacia las mujeres'

En este sentido, en algunas ciudades se ha planteado la necesidad de adaptar espacios para que las mujeres se sientan más seguras, especialmente por la noche. En Alemania, por ejemplo, las plazas de aparcamiento para mujeres son algo común, tanto en garajes subterráneos como en espacios al aire libre. A diferencia de las plazas para discapacitados, los espacios destinados a los vehículos conducidos por mujeres no están previstos en las regulaciones ordinarias de tráfico, de modo que en principio sólo se pueden habilitar en aparcamientos privados. Sin embargo, las autoridades de algunos länder, como Renania del Norte-Westfalia y Schleswig-Holstein, regulan una serie de condiciones: las plazas para mujeres tienen que estar marcadas como tales, situadas cerca de la salida y tener cerca un botón de alarma.

Ante posibles críticas, la Oficina Federal contra la Discriminación alemana ya ha afirmado que no considera que estas medidas violen el principio de igualdad. La Oficina afirma que no se puede obviar que las mujeres son más a menudo que los hombres víctimas de robos y agresiones sexuales en garajes, informa Guillem Sans Mora. Algunas ciudades han ido más allá y sus lugares sólo para mujeres han salido del subsuelo. Este es el caso de Londres, Nueva York o Puebla, en México, donde algunas compañías de taxis decidieron poner en marcha los llamados taxis rosa, es decir, vehículos conducidos por mujeres y cuyas clientas también son mujeres. El objetivo de estos servicios es evitar asaltos, insinuaciones incómodas o incluso violaciones, sobre todo producto de taxis ilegales.

Desde mediados de diciembre lo rosa también ha llegado a España. La última ciudad en subirse al carro es Barcelona aunque con ligeras diferencias. Los automóviles de la línea rosa de la ciudad condal no están pintados de color chicle y sólo llevan un discreto distintivo. Además, los hombres sí podrán subir a los coches si así lo desean, cosa que no ocurre en otras urbes.

En Alemania existen plazas de aparcamiento para mujeres 

La diferencia entre Barcelona y las otras ciudades, explican desde Sevitaxi, es que la capital catalana no padece la inseguridad alarmante que sufren otras urbes, por lo que no es necesario tomar medidas tan estrictas. En este sentido, en Londres, por ejemplo, la empresa de taxis rosa explica que las taxistas hacen dos llamadas perdidas a las clientas para evitar estas deban esperar en la calle. Servitaxi no tiene protocolos tan rígidos aunque no descartan, según explica la portavoz de la empresa, Begoña Torres, que las conductoras hagan cursos de autodefensa 'por si surge algún problema'.

Aunque no todo el mundo ve con buenos ojos estas medidas. Aranguren, por ejemplo, pone en duda que los taxis rosa sean necesarios en ciudades donde las mujeres no sufren agresiones por parte de los taxistas, y, en cambio, sí cree fundamental que no haya 'lugares prohibidos' a las mujeres. Es decir, zonas oscuras, túneles angostos, descampados...

En este sentido, hace un año la Generalitat editó una guía para la incorporación de la perspectiva de género en la planificación urbanística. La encargada de redactarla fue la arquitecta Anna Bofill. En el estudio, Bofill afirma que 'el espacio no es neutro. Hay una conexión clara entre el diseño urbano y la violencia hacia las mujeres. Los espacios son el motivo por el cual muchas mujeres limitan su libertad de movimiento y, por lo tanto, restringen su uso de la ciudad'.

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