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Los colegios andaluces estrenan sus portátiles

La Junta reparte 173.000 ordenadores en 5º y 6º de Primaria

OLIVIA CARBALLAR

Un señor vende fruta en un puesto ambulante. 'Los de mi prima estudian ahí', dice una de sus clientas mientras el tendero coloca un toldo para proteger las naranjas de la lluvia. Al otro lado de la calle, los niños de 5º y 6º de Primaria del colegio público Manuel Giménez Fernández acaban de recibir un ordenador portátil que podrán llevarse a casa. La mayoría no sabe usarlo, pero la ilusión brilla en sus caras. Viven y estudian entre la desigualdad y la marginación, en el Polígono Sur, el barrio proscrito de Sevilla.

'Esa sonrisa no tiene precio', afirma satisfecho el director del centro, José Soto, un asturiano afincado en la capital andaluza que lleva ocho años intentando motivar a sus 380 alumnos. No es casual que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán (PSOE), eligiera ayer este centro para la puesta de largo del Plan Escuela 2.0, el programa cofinanciado por el Gobierno central y las comunidades para digitalizar las aulas.

'La educación nos hace libres, pero también iguales, y el ordenador, una herramienta de trabajo, garantiza la igualdad de oportunidades', afirmó Griñán tras visitar el centro. 'Me ha dicho el presidente que con las dos manos se escribe más rápido', susurra Nerea, que teclea como casi todo el mundo: 'Con dos dedos de una y dos de otra'.

Andalucía, que repartirá hasta febrero 173.595 ordenadores en centros públicos y concertados, ha destinado este año 80 millones de euros al programa. Sólo Madrid, Murcia y Valencia gobernadas por el PP han rechazado el convenio. La excusa del Gobierno de Camps llegó a suscitar la risa de muchos oftalmólogos: unos ordenadores tan pequeños generan miopía, alegó Alejandro Font de Mora, el conseller que apostó por impartir Ciudadanía en inglés. Y ayer, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, empozoñó aún más el Plan 2.0 al pedir 'menos portátiles y menos demagogia'.

En un comunicado, la consejera andaluza de Educación, Mar Moreno, lamentó que Arenas prefiera 'una tecnología de élites que llegue sólo a los alumnos que ya tienen un ordenador en casa', y pidió a los conservadores andaluces que se aclaren: 'Que digan si quieren un modelo miope, como el que defiende Camps, o si se decantan por los portátiles, como ha hecho Núñez Feijóo en Galicia'.

Los portátiles, que pesan 1,5 kilos, disponen de una pantalla de 10,1 pulgadas y están equipados con software libre (Gualinex EDU). 'Son adecuados porque su capacidad de procesamiento es suficiente para las tareas educativas y apuesta por un sistema operativo gratuito, que cuenta con una gran comunidad que lo soporta, que promueve el software libre y comparte el conocimiento', explica Miguel Ángel Artaso, ingeniero informático.

En el mercado, este ordenador con un sistema Windows más caro y menos seguro, según los expertos cuesta unos 350 euros. 'Sí hay una pega, pero a todos los portátiles. El brillo de la pantalla cansa la vista', añade.

María, de momento, no se siente fatigada. Es la única chica de 5º B que lleva gafas. 'Veo bien, es una redacción sobre Darwin, muy guay', dice mientras copia de una pizarra digital el año de nacimiento del biólogo. 'Es un gran avance y una gran herramienta para cualquier materia', explica la profesora, Macarena Muñoz, que elige un texto científico para la clase de lectura comprensiva en Lengua. A la derecha, aún cuelga la pizarra de tizas.

Los maestros han recibido formación para manejar el material. Ahora son los padres quienes deben entrar en el proceso de aprendizaje ayudando a sus hijos a hacer un buen uso del portátil. La Junta ha elaborado una guía para las familias.

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