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Los xenófobos se sienten reforzados por el alcalde

Anglada reivindica la paternidad del modelo segregador

FERRAN CASAS

'Es el mejor regalo de Reyes que me han podido hacer; nos dan la razón. Llevamos años reclamando que esto de los papeles para todos tenía que acabar'. Quien así se expresaba ayer en declaraciones a Público era Josep Anglada, concejal en Vic y líder de la Plataforma per Catalunya (PxC), un partido xenófobo él usa la etiqueta de 'identitario' que con cuatro de los 21 ediles de la corporación ve prosperar sus tesis.

El líder ultra sacaba pecho: 'Han intentado pararnos pero no podrán y esto nos da credibilidad absoluta', aseguró refiriéndose a los cordones sanitarios que contra él han establecido el resto de partidos. Se mostraba sorprendido por la actitud de PSC y ERC y 'no tanto por la de CiU'. 'Algunos de sus líderes, como Duran Lleida, habían hecho en campaña referencias a la inmigración descontrolada', reflexionaba. Anglada sostenía que se trata de 'cumplir la ley' no empadronando a sin papeles. Una medida que para él es necesaria pero que no se sustenta en conflictos raciales. 'No hay problemas de convivencia, pero ahora quizás los haya porque esto no acabará aquí y las asociaciones de inmigrantes, por lo que sé, ya están quejosas', desafiaba.

Su formación, con cuatro ediles en la ciudad, aspira a dar el salto al Parlament

Anglada fijaba incluso un 'umbral sostenible' de inmigración. Actualmente en la ciudad es del 25,5% y él estaría dispuesto a aceptar 'entre un 7% y un 10%'. El líder de la PxC, que militó en movimientos de extrema derecha españolista, ha guardado la bandera y ha hecho del discurso contra la inmigración 'excesiva' la razón de ser de una formación caudillista que él fundó en 2001. Estaba satisfecho al ver como el alcalde de Unió, que llegó al poder en 2007 con la promesa de 'a Anglada, ni agua', le daba aire al reconocer en TV3 que a la PxC 'hay que tenerla en cuenta'.

Josep Maria Vila dAbadal instó a 'analizar su ascenso'. En las últimas municipales, en mayo de 2007, Anglada pasó de uno a cuatro concejales, convirtiéndose en primera fuerza de oposición. Tres subieron ellos y, precisamente, dos bajó CiU y uno el PSC, cuyas bolsas de votantes busca la PxC en muchas ciudades medias de Catalunya donde el PP es inexistente o testimonial.

La implantación de esta formación, que no rehúye revestir de catalanismo su discurso, es aún limitada. Son cuatro ediles en el Vendrell, dos en Manlleu y en Cervera, y uno el Olot, Manresa o Tàrrega. Anglada, que tiene como referentes la Liga Norte italiana o el Frente Nacional francés, lleva tiempo preparando el salto al Parlament y no descarta convertirse 'en partido bisagra' en Catalunya.

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