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Camacho justifica su desplante al código ético

Insiste en que su campaña es anterior a la normativa 'anti Gürtel'

ALBERT MARTÍN VIDAL

La adjudicación de la campaña fue previa al código ético. Así de sencillo. Aunque Mariano Rajoy comprometió el nuevo manual de buenas maneras el 10 de noviembre y lo aprobó el 21 de diciembre, la medida llegó tarde para el PP catalán, que presentó ayer una campaña, según parece preparada durante varios meses, preelectoral que ha ignorado la nueva normativa.

'Esta campaña estaba cerrada a principios de noviembre o finales de octubre, es previa a la aprobación del código ético', manifestó la presidenta del PP en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho. La líder popular admitía que, tal y como avanzó Público, su campaña no cumple los duros requisitos impuestos desde Génova. La presidenta del PPC sí garantizó que las futuras campañas se harán de acuerdo con lo impuesto por Rajoy, que justificó la necesidad del código afirmando que 'la corrupción está en la naturaleza humana'.

Entre las medidas de este código de obligado cumplimiento para cargos y dirigentes del PP estaba la necesidad de contratar servicios externos con métodos similares a los de la administración, con mesas de contratación con auditores y un interventor y publicidad a través de la web del proceso.

Nada de todo ello se llevó a cabo en este caso, en que fue Pierre Comunicación que ya había trabajado para el partido anteriormente la empresa seleccionada para el trabajo.

El código se concibió para aplicarse en los contratos que tuvieran por objeto 'la publicidad, los viajes y los actos de partido y las campañas electorales', es decir, todo aquello que recordara al controvertido método de contratación que retrata el sumario del caso Gürtel con empresas como Orange Market o Special Events.

Tras ampararse en la falta de tiempo para explicar este incumplimiento de las normas dictadas por Génova, Sánchez-Camacho no tuvo inconveniente en solicitar a su departamento de comunicación que informara del montante de esta campaña, 'cosa que no hacen otros partidos'. Su montante es de 185.000 euros y 'sigue la línea de austeridad marcada por el partido teniendo en cuenta su relación calidad-precio', manifestó. Otras fuentes habían elevado su precio a 200.000 euros.

La que debería ser la última campaña del PP ajena a su código ético es a su vez la primera 'del PP de Catalunya a la presidencia de la Generalitat' con Sánchez-Camacho como presidenta. El objetivo es dar una imagen de 'proximidad al ciudadano' bajo el lema de 'solucionar los problemas de los catalanes'.

Para ello, el PPC prevé la contratación de 160 vallas en el Área Metropolitana de Barcelona, la región más poblada de Catalunya y donde tratará de dirigir sus esfuerzos electorales.

Además, la campaña está diseñada para colocar anuncios en distintos centros comerciales y tendrá 350 puntos distintos por toda Catalunya con 42.000 postales, así como anuncios televisivos. Pero la principal partida presupuestario de la nueva estrategia de comunicación preelectoral del PP catalán será para pagar 700.000 encartes publicitarios en diversos diarios catalanes durante dos días seguidos.

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