Público
Público

El cementerio nuclear pone a Montilla contra las cuerdas

La campaña de ERC e ICV contra el almacén de residuos de Ascó, a la que se ha sumado a última hora CiU, deja al president solo junto al PP. Cargos socialistas de la zona retan a la cúpula con un encierro

JORDI SIRÉ / FERRAN CASAS

Si a un Govern que llega a una precampaña con el sálvese quien pueda como divisa se le añade un territorio donde la sensación es de agravio histórico y todo ello se agita con la energía nuclear como protagonista, el cóctel es explosivo. Y esto fue lo que ayer se sirvió en una concurrida manifestación en Ascó y en todas las Terres de lEbre contra el cementerio nuclear al que mañana presentará formalmente su candidatura el municipio tarraconense.

A la oposición de Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), sin presencia en el Consistorio, se sumó al fin CiU, pese a que sus ediles, entre ellos el alcalde, lo promueven bajo amenaza de expulsión.

Así pues ya sólo el PSC, además del PP, defiende desde Barcelona y con su único edil en Ascó el Almacén Temporal Centralizado (ATC). Los socialistas intentan sofocar una rebelión interna en las Terres de lEbre. Salvo Ascó, las comarcas afectadas, que ya acumulan instalaciones como una petroquímica, una central de ciclo combinado y otra planta nuclear, claman contra el ATC.

El president José Montilla, que como ministro de Industria hasta 2006 puso las bases del ATC que por ahora se disputarían Ascó y Yebra, debe posicionarse. El asunto zarandea a su Govern y él se juega el capital político del PSC en una zona cuyas urnas han sido, desde que el PSOE derogó con ERC e ICV en 2004 el Plan Hidrológico Nacional (PHN), generosas con la izquierda.

El asunto zarandea su Govern y Montilla se juega el papel político del PSC

Ayer, en Ascó, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, y el secretario general de ICV, Joan Herrera, dieron el pistoletazo de salida a una precampaña electoral en la que serán candidatos, desafiando sin ambages a Montilla. Marcharon al frente de la manifestación junto a 3.000 personas en contra del proyecto. Ambos políticos confirmaron que estar en el Govern no es óbice para que el miércoles embosquen a su socio socialista en el Parlament interpelándole sobre el ATC en la prevista sesión de control. Pero hoy ya hablará el president en una entrevista en televisión. Difícilmente pasará de recordar que es un tema entre el ayuntamiento que se ofrece y el ministerio que escoge. La dirección del PSC se reunirá en una semana para, según fuentes del partido, ir más allá.

Los socios del Tripartito, sabedores de que la actitud del Govern condicionará la concesión estatal, exigirán cumplir el mandato del Parlament, que rechazó Catalunya como destino de un vertedero nuclear. 'Debe quedar claro que la reivindicación no es sólo de las Terres de lEbre, sino de toda Catalunya', afirmó Puigcercós, mientras Herrera veía irracional 'decidir dónde instalar residuos sin saber hasta cuándo se generarán'.

De la resolución del Parlament se valió la cúpula de CiU, presionada por sus barones en la zona, para virar y guardar en un cajón 'la autonomía local' a la que aún apela el PSC. La federación forma desde el sábado parte del bloque del no y esperan los réditos electorales propios de la oposición.

El portavoz de la coordinadora anticementerio, Sergi Saladié, lamentó la 'inhibición del PSC'

El PSC desplazó a la marcha, que revivió emociones de las manifestaciones antitrasvase, al diputado y dirigente regional Joaquim Paladella. Aseguró que los socialistas del Ebre 'han ordenado' a su edil en Ascó votar no. Este pretende lo contrario.

El portavoz de la coordinadora anticementerio, Sergi Saladié, lamentó la 'inhibición del PSC' en el asunto y reclamó a Montilla que 'deje de hacer de ministro de España y ejerza de una vez como president de la Generalitat'.

Más allá de palabras, el pulso del socialismo ebrense con la dirección nacional se vivió por la tarde con crudeza en la sede del Consell Comarcal de la Ribera dEbre, donde su presidente, el republicano Bernat Pallisa, y el resto del equipo de gobierno (seis del PSC y cuatro de ERC) estarán encerrados hasta el martes como medida de presión. 'Unos ediles no pueden decidir el futuro de un territorio', exclamaba Pallisa.

En la marcha también hubo vecinos de Ascó, como Alba, que lamentaba 'los millones lanzados a la basura por un ayuntamiento que en lugar de crear industrias gasta en cosas absurdas'.

Otro participante, Fortu, se quejaba de que 'el Consistorio cuente con más de 200 nóminas y 1.600 habitantes'. Ambas aseguraban que la brigada municipal colgó por el recorrido por donde iba a discurrir la manifestación pancartas con el lema Sí al ATC, aunque sus partidarios precisaban 'que las pusieron de noche personas individuales, entre ellas uno de la brigada local'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias