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El PP que no comulga con el 'decretazo' del gallego

El gobierno conservador del municipio ourensano de Vilariño de Conso rompe la disciplina de Feijóo al rechazar su plan lingüístico

HENRIQUE MARIÑO

Vilariño de Conso ha sido el ayuntamiento más madrugador a la hora de posicionarse en contra del decretazo del gallego en la enseñanza que prevé implantar el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo. La decisión del pleno de este municipio ourensano no revistiría mayor importancia de no ser porque se trata de una alcaldía del Partido Popular, lo que le ha provocado más de un quebradero de cabeza al alcalde, Ventura Sierra, un ex político socialista que se pasó al PP de la mano del presidente de la diputación de Ourense, José Luis Baltar.

Desde el Partido Popular de Galicia, se han apresurado a apagar el conato de incendio, echando mano de excusas variadas para justificar la acción. El portavoz del partido en Galicia, Antonio Rodríguez Miranda, tachó el rechazo al futuro plan lingüístico de Feijóo de 'error' motivado  por la 'falta de información' del alcalde. El heredero José Manuel Baltar —hijo de José Luis y recién nombrado presidente provincial del PP, cargo hasta ahora ostentado por su padre, en contra de los deseos de Mariano Rajoy y Feijóo— lo consideró algo anecdótico, sin apenas relevancia y que no merece sanción alguna. Otros cargos conservadores llegaron a insinuar que se debía a un intercambio de favores entre el alcalde, que gobierna en minoría, y la oposición para que ésta votase a favor de una moción del PP. 

Sea como fuere, la posición hostil de Ventura Sierra al borrador del decreto del gallego ha levantado suspicacias en la dirección conservadora, que desde la retirada de Manuel Fraga de la Xunta tiene el ojo puesto en Génova, mientras el sector galleguista se diluye tras la progresiva pérdida de peso en el partido. Precisamente, el sí a la moción presentada por el BNG para que Alberto Núñéz Feijóo eche atrás su proyecto, un paso atrás en la normalización del gallego en la enseñanza, sorprendió todavía más si cabe debido a que los votos conservadores eran innecesarios para que se aprobase.

El voto de Ventura Sierra (que esta tarde no se encontraba en la alcaldía, por lo que no ha podido confirmar su versión de los hechos) no sólo pilló desprevenida a la dirección del PP, empeñada en dejar claro que no se trataba de un arrebato galleguista en casa propia, sino también a los concejales nacionalistas del BNG. Sin embargo, algunas voces herederas de un Partido Popular galleguista y respetuoso con la lengua y la cultura autóctonas, como el empresario y columnista Rafael Cuiña, critican que la dirección regional venda su tajante oposición al citado borrador como el fallo de unos 'indocumentados'.

'La valentía de Vilariño de Conso es el reflejo de lo que piensan otros alcaldes, diputados y militantes del PPdeG' 

'La valentía de los populares de Vilariño de Conso no es más que el reflejo de lo que piensan otros alcaldes, diputados y militantes, que no salen en los medios por temor a perder mucho más de lo que puedan ganar. Hay un movimiento claro de galleguismo en el PPdeG más activo que nunca al que no le gusta que un partido que en sus estatutos se autodefine como galleguista pueda dar un sólo paso atrás en la defensa e implantación de nuestro idioma', escribe en Vieiros Cuiña, militante conservador e hijo del fallecido Xosé Cuiña, ex conselleiro y hombre fuerte de Fraga.

Él, al igual que otros militantes conservadores, se mezclaron de forma anónima con nacionalistas y socialistas en la pasada manifestación en defensa del gallego en Santiago, que tuvo su réplica con la reciente marcha —y jornada de huelga— en contra del borrador del decreto del gallego en la educación no universitaria. Dos de los numerosos actos que se vienen celebrando en Galicia por la recuperación del consenso de la Ley de Normalización Lingüística aprobada por el propio Fraga.

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