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Suspendido de militancia Valia Merino, el rival de Rosa Díez

El ex candidato crítico al liderazgo de UPyD es apartado por unas declaraciones contra la dirección del partido

HENRIQUE MARIÑO

El guión está escrito, por lo que la película se encamina hacia su previsible final. Fundido en negro, letras blancas, el The end del hasta ahora indómito militante de UPyD Valia Merino.

Así lo cree el crítico que retó a Rosa Díez en el Congreso del partido celebrado en noviembre, donde la favorita revalidó su condición de líder con un 78,2% de los votos. 'Con una gran abstención', matiza Merino, quien se refiere a su triunfo como una 'victoria pírrica'.

Y eso que él, no lo niega, obtuvo 'una mierda de votos'. El 18,3%, para ser más exactos.

Merino ha sido suspendido de militancia. El motivo, unas declaraciones a la prensa —donde cargaba contra la dirección— efectuadas después de la apertura de un expediente por convocar una reunión sin autorización. A continuación, el ex candidato a la jefatura de UPyD decidió no presentarse a la cita fijada por el Consejo de Dirección para tratar la cuestión. De aquellos polvos, un burofax que todavía hecha humo en el que consta la retirada del carné. La antesala, comenta Merino, de su expulsión. 'El desenlace de la película está dado', insiste. 'No tengo nada que hacer'.

'Si volviese atrás, nunca me hubiese afiliado a UPyD. Sería una persona más inocente y feliz' 

Tiene 15 días para presentar alegaciones y asegura que, pese a todo, escribirá una carta al Consejo de Dirección. No podrá, en todo caso, estar presente el 6 de marzo en la asamblea donde se votará al Consejo Territorial de Madrid, que dará paso al proceso de primarias.

Ésa es, en su opinión, la causa estratégica de su cese de militancia. 'La expulsión llegará en breve y, así, me impiden votar o ser elegido en el congreso madrileño'.

En fin, que el rebelde de UPyD no podrá volver a hacerle frente a Rosa Díez en unas primarias, aunque sea como candidato regional (Merino era el responsable de la agrupación del distrito madrileño de Chamartín) y no directamente. Cree que van a por él y que en la formación hay un 'mandato imperativo' que desembocará en su salida por la puerta de atrás. Bien que lo siente: 'He hecho todo lo posible por seguir colaborando con el partido'.

Visto lo visto, ahora no volvería a hacerlo. ¿Disputarle el cetro a Rosa Díez? 'En términos estrictamente personales, preferiría no haberme presentado al congreso'. ¿Meterse en política? 'Sí. Es más, nunca me hubiese afiliado a UPyD. Sería una persona más feliz, menos maleada y más inocente. Yo no soy un político profesional'.

El motivo del cese de militancia (convocar una reunión sin permiso, no presentarse ante el Consejo de Dirección o vituperar a Díez) es lo de menos, a estas alturas, para Valia Merino. Considera que UPyD ha ido 'cambiando la dirección' de sus acusaciones y el castigo ya no tiene que ver con su 'falta grave' inicial, como la calificaron los de arriba. Lo que sumada a la otra falta grave cometida —por las 'manifestaciones claramente descalificatorias [sic] del partido o de sus órganos', tal y como reza el burofax— daría lugar a una 'falta muy grave', cuya posible sanción podría ser la expulsión.

'En UPyD, si criticas a la dirección, criticas al partido', dice Merino

Le podrán quitar el carné, pero no el micro: 'Dicen que si críticas a la dirección, criticas al partido. Se hacen las víctimas, igual que los nacionalistas. Díez censura el nacionalismo, pero con este comportamiento se iguala a ellos', asegura Merino, a quien le faltan dos semanas para que se enciendan las luces de la sala.

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