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Celestino Corbacho, un ministro en 'fuera de juego'

Ignacio Fernández Toxo revela que el diálogo social no lo lidera el ministro de Trabajo, sino Zapatero y Salgado.

JESÚS MORENO

La ausencia del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en la comisión anticrisis creada por Zapatero ha causado extrañeza en los agentes sociales. Su liderazgo al frente de la cartera de Trabajo pierde puntos entre la ciudadanía, a tenor de las encuestas, pero también se pone en duda la confianza que tiene en él el presidente del Gobierno. Los más de cuatro millones de parados y su ausencia en las decisiones importantes no han contribuido ha facilitarle la labor.

Toxo ha revelado que el diálogo social lo lidera Zapatero o Salgado, no Corbacho

Los sindicatos ya no le tienen por un interlocutor de peso en el diálogo social. Hoy el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha revelado que quien lidera el diálogo tripartito no es Corbacho, sino el propio presidente del Gobierno o, en su defecto, la ministra de Economía, Elena Salgado. 'Así se nos ha dicho, y de hecho, se ha formalizado' en la práctica, ha desvelado en la Cope. Tradicionalmente este papel lo ha desempeñado siempre el ministro de Trabajo.

El líder sindical se ha mostrado 'extrañado' por el mutis de Corbacho en la comisión que buscará el gran pacto político contra la crisis económica, cuando el principal problema de la recesión 'es el paro'. Al ser cuestionado sobre el motivo, ha respondido con un lacónico: 'El Gobierno sabrá'. Además, Toxo considera que los agentes sociales deben formar parte también del proceso.

Desde el Ministerio de Trabajo niegan que Corbacho haya perdido peso en el liderazgo del proceso de la mesa tripartita entre Gobierno, sindicatos y patronal. El propio Corbacho ha reivindicado su papel en el diálogo, y por eso considera normal estar fuera de la comisión creada por el Gobierno para alcanzar un pacto con los partidos.'No tiene ningún sentido que forme parte de la comisión del Gobierno encargada de buscar acuerdos con los grupos', se justificó esta semana aduciendo que los temas laborales ya se abordan en la mesa de diálogo social. Pero las palabras de Toxo de hoy ponen en cuestión que ése sea el motivo.

A comienzos de este mes ('La peor semana de Zapatero', 06-02-2010), dirigentes socialistas atribuían la descordinación del ejecutivo durante los primeros días de este mes al 'excesivo peso de la Moncloa, muy superior al que tienen los ministros en sus áreas. Por ejemplo, se pasa por encima de Celestino Corbacho desde hace tiempo'.

Celestino Corbacho estaba llamado a ser uno de los hombres fuertes del presidente cuando sustituyó a  Jesús Caldera al frente de Trabajo en la segunda legislatura de Zapatero en la Moncloa. La intención de Zapatero era presentar a Corbacho ante la opinión pública como uno de los suyos: un trabajador al frente del ministerio de Trabajo. El nuevo Corcuera del PSOE.

Si Corcuera era electricista de profesión, Corbacho trabajó como chico de los recados en una imprenta y luego como vendedor de muebles, hasta queacabó en la política y se labró una imagen de político eficiente al frente de la alcaldía de L´Hospitalet de Llobregat y como presidente de la Diputación de Barcelona.  El presidente del Gobierno pretendía un ministro llano, un ministro popular entre el pueblo.

Ahora, sin embargo, los sindicatos creen que su gestión frente al paro 'lleva siendo equivocada desde hace tiempo' y su valoración entre la ciudadanía enciende la bombilla roja de alerta en Ferraz, la sede del PSOE.  En el último sondeo del Centro Superior de Investigaciones Sociológicas, en enero, Corbacho fue uno de los ministros peor valorados. La ciudadanía le dio una nota de 3,65 sobre diez.

Cuando Celestino Corbacho se enteró de que José Blanco, su homólogo en Fomento, participaría en la comisión anticrisis, soltó un enigmático: 'Al ministro Blanco le auguro un gran futuro'. Habrá que esperar para conocer el suyo.

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