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Las comisiones de Rajoy

El líder del PP encabezó en la época de Aznar más de una decena de órganos similares al creado por el Gobierno contra la crisis y que ahora descalifica como una forma de 'marear la perdiz'

YOLANDA GONZÁLEZ

'Si quieres que algo sea hecho, nombra un responsable; si quieres que algo se demore eternamente, nombra una comisión'. Esta frase, atribuida a Napoléon Bonaparte, ha sido resucitada en los últimos días por el PP a cuenta de la creación, por parte del Gobierno, de la Comisión encargada de buscar apoyos en los grupos parlamentarios para lograr acuerdos contra la crisis.

A Mariano Rajoy, líder de los conservadores, este tipo de iniciativas le parecen una forma de 'marear la perdiz', de 'esperar a que escampe'. Pero debe referirse sólo a las lideradas por los socialistas. Porque él, a lo largo de los ocho años de Gobierno de su partido (1996-2004), se puso al mando o se erigió en defensor de al menos 11 comisiones centradas en diversas áreas.

El catálogo de este tipo de iniciativas puestas en marcha por Rajoy es de lo más variopinto. Algunas de las comisiones desarrollaron un trabajo que se extendió en el tiempo, como la destinada a preparar al país para el denominado efecto 2000. De otras, como la Comisión Interministerial sobre el tráfico de seres humanos y explotación de la prostitución, apenas hay noticia más allá de su creación.

De todas estas comisiones ideadas por el ahora líder del principal partido de la oposición, quizá la más sonada fue la que se creó poco después del hundimiento del petrolero Prestige el 13 noviembre de 2002. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del día 22 del citado mes, el actual líder del PP, por aquellas fechas vicepresidente del Gobierno de José María Aznar, se jactaba de haber puesto en marcha una Comisión Interministerial 'en sólo una semana' con la finalidad de llevar a cabo un seguimiento de la catástrofe. Además, recordaba que en la madrugada del día 14 ya se había constituido otro de estos órganos, en este caso, bautizado como 'Comisión de Coordinación de la Crisis'.

El gran despliegue de la Comisión del Prestige no evitó el desastre ecológico

En realidad, se trataba de una macrocomisión compuesta por representantes de la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos, Asuntos Exteriores, Justicia, Hacienda, Interior, Fomento, Trabajo y Asuntos Sociales, Agricultura; Pesca y Alimentación, Administraciones Públicas, Presidencia, Medio Ambiente, Economía, Ciencia y Tecnología y de la Delegación del Gobierno en Galicia.

Todo este despliegue no evitó que los vertidos del petrolero anegaran kilómetros de costas españolas en el Atlántico y el Cantábrico y que llegaran incluso a Francia y Portugal. Mientras, Rajoy, que asumió la coordinación de esta crisis, ideaba la ya célebre frase de que lo que el pecio vertía al mar eran como 'unos hilillos de plastilina'. Un símil que resume la forma en la que el PP minimizó la mayor catástrofe ecológica sufrida en España.

Años antes de este episodio, el ahora líder del PP también asumió la coordinación de una Comisión Interministerial de Seguridad Alimentaria con el fin de gestionar la crisis de las vacas locas. Su creación fue anunciada a finales del año 2000, cuando el jefe del principal partido de la oposición ejercía de vicepresidente.

Por entonces, tanto socialistas como IU se extrañaban de que en la citada Comisión no figurasen ni Celia Villalobos, entonces ministra de Sanidad, ni Miguel Arias Cañete, titular de Agricultura. 'Rajoy puentea a los ministros', llegó a decir Gaspar Llamazares (IU).

Los conservadores creen que Zapatero pretende 'esperar a que escampe'

Por su parte, el socialista José Bono, recurriendo a la ironía, veía como 'una bendición' la ausencia de Villalobos. El motivo es que desde hace ya nueve años la ex ministra no puede desvincularse de haber contribuido a la alarma social dentro de esta crisis. 'Le digo al ama de casa que no eche huesos de vaca cuando haga una comida, aunque ya no se venden, sino de cerdo', espetó. En realidad, el Gobierno no había prohibido el consumo de estos huesos. Podían adquirirse sin problemas.

También en el ámbito de la sanidad, en 2003, como vicepresidente, Rajoy defendió que España estaba realizando un 'control adecuado' de la neumonía atípica. Y, como muestra de ello, recordaba la creación de una Comisión para el seguimiento de esta enfermedad en la que estaba presente la por aquellas fechas ministra de Sanidad, Ana Pastor.

Recién llegados los conservadores a la Moncloa, en su etapa como ministro de Administraciones Públicas (1996-1999), Rajoy ya exhibió su apuesta por la creación de comisiones.

Desde 1998, Rajoy coordinó la Comisión nacional para afrontar el denominado efecto 2000. Por entonces, el líder del PP apostaba por 'tomarse muy en serio' el error informático del siglo. De todas las comisiones gestionadas por el presidente de los conservadores fue esta la que desarrolló un trabajo más intenso, con múltiples reuniones y campañas de información a los ciudadanos. De la misma época es la creación de un equipo de trabajo para reducir los procedimientos administrativos.

En el año 1999 puso en marcha una Comisión para el desarrollo del Campo de Gibraltar. 'Un paripé', según denunció Pedro Pacheco, entonces vicepresidente del Partido Andalucista. 'Cuando se crea una comisión es que no se quiere resolver el problema', llegó a decir, mientras Rajoy, un año después, defendía unas actuaciones que, a su entender, pretendían 'acabar con la situación de dependencia secular que la zona vive en relación con la Colonia'. En 2003 esta Comisión seguía aún vigente.

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