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Cae el jefe militar que capitaneaba la recuperación de ETA

Junto a Gogeaskoetxea ha sido detenido Beinat Aguinagalde, el presunto asesino de Isaías Carrasco e Inaxio Uría

PEDRO ÁGUEDA

La dirección de ETA sufrió ayer su golpe más duro desde la detención de Txeroki en noviembre de 2008. Al noroeste de Francia, en la localidad normanda de Cahan, fue detenido Ibon Gogeaskoetxea, el jefe del aparato militar de ETA y, por tanto, el terrorista con mayor influencia en el comité ejecutivo de la banda.

Gogeaskoetxea dirigía un plan que pretendía sacar a ETA de la debilidad a la que la policía le somete desde el final de la tregua. En los últimos meses, intentó instalar un taller de bombas en Portugal y otro en Catalunya, ordenó activar tres comandos en Euskadi y dio largas a la última propuesta de Batasuna a favor de un proceso sin violencia.

En el momento del arresto, impartía las últimas instrucciones a otros dos terroristas para enviarlos a España, según Interior. A uno de ellos, Beinat Aguinagalde, esas instrucciones no le sonaban extrañas. De hecho, los investigadores lo identifican como el etarra que acribilló a balazos al concejal del PSE Isaías Carrasco y al empresario nacionalista Inaxio Uría, antes de huir a Francia hace un año. Gogeaskoetxea también dio el visto bueno para que el inspector de Policía Eduardo Puelles y dos jóvenes guardias civiles de Mallorca fueran asesinados de la banda el verano pasado.

Justo por debajo de él, aparecía en los últimos tiempos Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, como coordinador directo de los comandos. La Guardia Civil está segura de que la detención de Gogeaskoetxea ha elevado a Carrera automáticamente a la jefatura del aparato militar. No en vano, de Carrera dependían directamente el comando que trasladaba una base operativa a Portugal e Ibai Beobide, el etarra que cruzó la frontera en agosto para activar los comandos de legales desde Guipúzcoa.

Ayer de madrugada, Ibon Gogeaskoetxea dejó la jefatura de ETA para convertirse en un miembro más del voluminoso frente de makos, compuesto por los casi 800 etarras encarcelados en Francia y España. La cifra de terroristas cumpliendo condena o en prisión preventiva casi cuadruplica a la suma de los que viven en la clandestinidad, tanto en Francia como en Latinoamérica.

Hace una semana, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tuvo conocimiento del alquiler de la casa rural de Cahan por parte de ETA para organizar una cita. En la operación conjunta, han participado la Guardia Civil y la DCRI, el servicio de Inteligencia francés dependiente de Interior. Ayer, al despuntar el día, agentes del RAID, los geos galos, irrumpieron cuando los terroristas aún dormían. Los tres estaban armados, y en posesión de una pequeña cantidad de explosivo y material informático. También guardaban unos grilletes, lo que sumó la preparación de un secuestro a las hipótesis de Interior.

Las detenciones culminaban lo que Alfredo Pérez Rubal-caba bautizó horas después como 'los dos peores meses' en la historia de ETA, sumando 32 detenciones y 2.000 kilos de explosivos incautados. 'Detenemos al que está en la cúpula y al que está en la base, al que comete atentados y a quien los justifica, al aparato político. Detenemos a quien roba los explosivos y a quien falsifica documentos, detenemos al que está en el equipo y al que se está preparando para entrar a jugar', describió el titular del Interior.

El ministro dijo que Gogeaskoetxea instruía a los otros dos detenidos 'con las peores intenciones'. Esto, sumado a que la banda tenía una bomba lista para estallar en su fábrica de Portugal, le hicieron concluir que la única intención de ETA es 'atentar gravemente' y que si no lo han hecho, es porque las Fuerzas de Seguridad se lo han impedido.

El destinatario del siguiente mensaje, por tanto, fue la izquierda abertzale. Rubalcaba eligió la frase que, según ha reconocido la dirección de ETA en un escrito, ha logrado calar entre sus bases: 'O bombas o votos'. 'La izquierda abertzale, o como quieran llamarlo, habla de algo que no pasa', dijo Rubalcaba en referencia a un supuesto compromiso de ETA con un 'proceso' sin atentados. 'Por eso hay que decirle a este sector de la izquierda abertzale, que produce documentos y hace ruedas de prensa, que la disyuntiva en democracia es clarísima: o votos o bombas. O convencen a ETA de que deje de atentar o rompen definitivamente con ETA; La ambigüedad se ha acabado', zanjó Rubalcaba.

La identidad del tercer detenido se desconocía al cierre de esta edición. Una confusión inicial hizo a Interior difundir por la mañana la del veterano Gregorio Jiménez, aunque posteriormente se consideró 'practicamente descartado'. A última hora de ayer, la operación permanecía abierta.

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