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El juez de Belfast ordena extraditar a De Juana

La Audiencia Nacional reclama al ex preso etarra por enaltecimiento del terrorismo. Su defensa ha anunciado que recurrirá la sentencia

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Iñaki de Juana Chaos perdió ayer la batalla jurídica para impedir su extradición a España. El juez Thomas Burgess aceptó los argumentos del Gobierno español y dictaminó que el ex miembro de ETA debe volver a su país para hacer frente a una acusación de delito de enaltecimiento del terrorismo.

Sus abogados anunciaron que presentarán una apelación en los próximos siete días ante el Tribunal de Apelación de Irlanda del Norte. Si fuera rechazada, podrían volver a recurrir, si el tribunal entiende que está justificado, ante el Tribunal Supremo. Hasta entonces, De Juana continuará viviendo en Belfast en libertad bajo fianza.

De Juana se presentó ante el tribunal vestido con una camiseta con la foto del ex preso de ETA Jon Antza, desaparecido desde abril de 2009. Llevaba impresa las palabras ¿Dónde está Jon? en euskera y un texto que sugiere que ha sido torturado.

El juez ha rechazado todos los argumentos de la defensa. En primer lugar, confirma su decisión de abril de 2009 de considerar que el delito de enaltecimiento del terrorismo, por el que se solicita su entrega, es susceptible de extradición en virtud de la ley británica.

Además, rechaza el alegato de inocencia que hace De Juana en relación a la carta que se leyó en su homenaje. El juez le recuerda que no quiso declarar en la Audiencia Nacional y que si hubiera colaborado con las autoridades, podría haber tenido acceso a las pruebas y defender su inocencia.

Burgess tampoco ha encontrado indicios de que la Justicia española se dejara presionar por grupos como la Asociación de Víctimas del Terrorismo. 'No hay razón para creer que el sistema judicial de España es menos robusto para llevar a cabo sus deberes con imparcialidad y ecuanimidad', dice Burgess.

Por último, la petición del abogado de De Juana de que se impidiera la extradición a causa de su estado mental también ha sido desestimada en la sentencia.

La defensa alegó que su salud había quedado resentida tanto por las huelgas de hambre realizadas en el pasado como por los malos tratos y los periodos de aislamiento que pasó en prisión durante las condenas por el asesinato de 25 personas en su época de jefe del comando Madrid.

Burgess admite que la salud de De Juana puede resentirse si vuelve a prisión, especialmente si se le prohíbe el contacto con otros presos. Pero destaca que el ex etarra tiene la opción de colaborar con las autoridades judiciales y solicitar la libertad condicional hasta la celebración del juicio.

Respecto al impacto en su salud, el juez dice que ese es un asunto que compete dilucidar a las autoridades judiciales españolas.

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