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El 30% de los universitarios fracasa al elegir la carrera

El abandono de la universidad cuesta 3.000 millones de euros al Estado

 

DIEGO BARCALA

El 30% de los alumnos que accede a la universidad cambia o abandona la carrera que eligió en Selectividad. Este fracaso escolar tiene un coste de 2.960 millones de euros anuales, según un estudio de la Fundación Alternativas. La falta de orientación en los institutos y el desajuste entre lo estudiado y lo aplicable en el mundo laboral son las principales causas de este derroche que lastra la financiación de las universidades públicas. De los 220.000 alumnos que entran cada año en el campus, 66.000 lo dejan antes del tercer curso.

'En el instituto, con 18 años, no tenía ni idea de lo que quería hacer. Me reuní con el orientador y me hizo rellenar un test informático para ver mis inquietudes. Me salió Bellas Artes y el profesor sólo me dijo: Esa es tu profesión'. Así de simple', recuerda Caridad Galat, de 25 años. El test le pareció tan 'simple' que se matriculó en Filología inglesa. 'Quería aprender inglés', razona. A los tres años lo dejó por Bellas Artes. 'Pero tampoco me llenaba y aquí intervino la presión familiar. Al final estoy a punto de licenciarme en Publicidad en una privada', concluye.

Los casos como el de Caridad le cuestan al Estado el 0,27% del PIB, según los cálculos del estudio Propuestas para la reforma de la universidad española, que la Fundación Alternativas presentó el pasado martes en el Congreso de los Diputados. El autor del estudio, el economista de la universidad Carlos III, Juan José Dolado, expuso ante los diputados sus conclusiones. 'Recibí complacencia por parte de los socialistas e ignorancia por los del PP', explica pesimista.

El análisis de Dolado va acompañado de una batería de propuestas que ya fueron analizadas por la comisión liderada por el Gobierno, que ha analizado sin éxito durante la presente legislatura una reforma de la financiación universitaria. 'Ha habido poca decisión porque algunas comunidades autónomas como Madrid se niegan a que las universidades puedan fijar más del 5% del precio de la matrícula', detalla.

La ecuación que propone Dolado es simple. Aumento del precio de las tasas para los alumnos repetidores y multiplicación de las becas. Según sus cálculos, la penalización económica de las asignaturas suspensas podría reducir el 30% de fracaso hasta una cantidad de 700 millones de euros anuales. 'Destinando ese dinero a becas aumentaría la proporción del PIB dirigido a estas ayudas del 0,09% actual al 0,15%, acabando en menos de tres años con la brecha que nos separa del 0,25% del PIB de la UE-15', propone el estudio.

'Ahora disfruto dando clases de inglés, pero nadie me enseñó eso en Filología. Y eso que todos sabíamos que acabaríamos así', se resigna Caridad.

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