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Hallado un cadáver con rasgos físicos de Jon Anza

La familia del etarra denunció su desaparición hace meses

G. MALAINA / A. PÉREZ

Las autoridades francesas localizaron este jueves, en una morgue de Toulouse, el cadáver de un varón que podría corresponder al del miembro de ETA Jon Anza, desaparecido desde hace casi 11 meses.

El ex preso, de 47 años y natural de San Sebastián, residía en la localidad de Ahetze (País Vasco francés) y había sido visto por última vez el 18 de abril de 2009. A las siete de la mañana cogió un tren en la estación de Baiona con destino a Toulouse. Fue la última vez que se le vio con vida.

Ayer, a las 17.30 horas, según informó el Movimiento Pro Amnistía, la policía gala se puso en contacto telefónico con la familia de Anza para informarle de que había localizado en una morgue de Toulouse un cuerpo con varios rasgos físicos que, en principio, coinciden con la fisonomía del desaparecido.

Según esa misma comunicación, hasta el viernes por la mañana las autoridades francesas no podrán confirmar si efectivamente se trata de Anza. A tenor de los datos oficiales que trascendieron este jueves, el cuerpo que podría corresponder a este etarra se encuentra en una morgue de dicha ciudad gala desde el 11 de mayo de 2009.

Según fuentes francesas de la investigación consultadas por Público, el individuo sufrió un infarto en la calle en Toulouse el 29 de abril de 2009. Fue ingresado en el hospital Purpan de la ciudad, donde falleció el 11 de mayo. Al parecer, no pudo ser identificado esos días por carecer de documentación y, finalmente, su cuerpo se trasladó a una morgue.

Ayer, cuando un investigador del área de Seguridad Departamental se hallaba en esa morgue por otros asuntos, uno de los empleados le indicó que tenían “un cuerpo no identificado desde el 11 de mayo de 2009”. El investigador estaba al corriente de la búsqueda de Jon Anza debido a la querella presentada por la familia meses atrás.

El miembro del área de Seguridad Departamental galo pudo averiguar, posteriormente, que el individuo fallecido llevaba consigo un billete de tren SNCF de ida y vuelta Baiona-Toulouse, fechados el 18 y 20 de abril de 2009. Cabe suponer que el billete de vuelta no lo llegó a utilizar.

Según las mismas fuentes de la investigación consultadas en Francia, el investigador galo constató que el individuo tenía una “cicatriz quirúrgica en la parte trasera del cráneo”, hecho que le pareció corresponder con el descriptivo de Anza transmitido por la policía de Baiona, encargada de las pesquisas.

El servicio de policía judicial de Toulouse procedió entonces a una identificación y la “huella papilar” –la impresión dactilar– coincidía, en principio, con la de Jon Anza. El fiscal de la República de Toulouse ofrecerá esta tarde una rueda de prensa.El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu abrió el pasado 8 de febrero diligencias para investigar la desaparición de Anza, a instancia de las autoridades francesas. El magistrado ordenó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que preparasen un informe sobre el estado físico y mental en que se encontraba el etarra en el momento de su desaparición con el fin de determinar si pudo extraviarse y sufrir un accidente.

Al hilo de este caso, ETA recuperó las denuncias sobre la guerra sucia. En mayo de 2009, aseguró en un comunicado que tras la desaparición estaban “como en los tiempos del GAL, las fuerzas españolas y el colaboracionismo francés”. La banda señalaba además que Anza no llegó a una cita con otros de sus miembros para entregarles una “cantidad de dinero”. Fuentes de la lucha antiterrorista creen que la cifra ascendía a 300.000 euros.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó la denuncia de la banda de “patraña” y sugirió que esta misma estaba detrás de la desaparición de su militante.
La izquierda abertzale, por su parte, inició una campaña para denunciar el caso bajo el lema Non dago Jon? (“¿Dónde está Jon?”).

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