Público
Público

La kale borroka queda desactivada

El primer trimestre de 2010 registra sólo seis ataques, la cifra más baja en dos décadas

PEDRO ÁGUEDA

'La intención es fijar un nuevo punto de partida para el desarrollo de las dinámicas de sabotaje. Estamos preparando, de manera ordenada y uniforme, las fuerzas, el enfado y el ansia de respuesta del pueblo. ¡Golpeemos juntos en la misma dirección!'. Si se atiende al número de actos de kale borroka registrados en el primer trimestre de este año, sólo seis, parece que el objetivo del manual incautado por la policía a dirigentes de Segi ha fracasado.

El pasado año fue el que registró menos sabotajes en Euskadi y Navarra desde 2004, un total de 130. Y los primeros compases de 2010 no hacen sino agudizar esta tendencia descendente. La estrategia de Interior consiste en desarticular continuamente los grupos que actúan por comarcas desde el final de la última tregua. En dos años y medio han sido detenidas más de 140 personas acusadas de participar en ataques a sedes de partidos, vehículos de agentes de las fuerzas de seguridad, estaciones de tren o cajeros automáticos. Además de acabar con la impunidad, Interior golpea a la cantera de ETA dificultando el salto de los jóvenes a la organización terrorista.

Los arrestos de Segi acabaron con los dirigentes de la estrategia

Pero cualitativamente, la operación que ha hecho más daño a la violencia callejera fue la detención en noviembre pasado de 34 presuntos dirigentes de Segi, la organización juvenil a la que la policía atribuye labores de dirección y planificación del terrorismo urbano. El resultado es que de los 113 sabotajes que se registraron del 1 de enero al 31 de marzo de 2008 se ha pasado a los seis del primer trimestre de este año.

El Manual básico de la lucha popular, hallado en poder de los detenidos, admite que la kale borroka 'tiene que responder a la línea política de la izquierda abertzale', lo que no implica que cesen los ataques ni en periodo de tregua. Al contrario, ETA ha utilizado la kale borroka para suplir su inactividad, como ocurrió con especial intensidad en la tregua de 1999.

En cualquier caso, la capacidad de reaccionar con violencia en las calles a decisiones judiciales y operaciones policiales ha desaparecido prácticamente. En 2009 hubo una media de 10,8 ataques al mes, sólo superada en febrero, antes de las elecciones autonómicas a las que no pudo concurrir Batasuna, con 18 ataques. Y durante las fiestas patronales de agosto, cuando se registraron 25 sabotajes. Cifras en todo caso muy alejadas de los 384 actos de kale borroka en febrero de 2007, el peor mes de la década, y que siguieron a la decisión del Tribunal Supremo de declarar ilegal a Segi.

Operaciones y sentencias ya no tienen respuesta relevante en la calle

Ni la operación de octubre contra Bateragune, en la que fueron detenidos varios dirigentes de la izquierda abertzale, ni la practicada contra Segi en noviembre, motivaron un repunte de la violencia. En octubre hubo 11 ataques, 12 en noviembre y tan sólo uno en diciembre.Tampoco la estrategia puesta en marcha por el Gobierno de Patxi López para 'recuperar la calle', que incluye la prohibición de mostrar en público fotos de presos de ETA, provocó una reacción violenta que perdurara en el tiempo.

Uno de los indicadores que utilizan los expertos para medir el nivel de intensidad de la kale borroka son los ataques coordinados en los que participa más de un grupo. En años anteriores abundaban este tipo de emboscadas, con ataques simultáneos a varios objetivos que permitían a sus protagonistas tomar incluso el control temporal de algunas zonas urbanas. En 2007 se llegaron a dar diez ataques de este tipo, pero desde entonces sólo se han dado tres por año.

Los agentes antiterroristas vinculan un eventual repunte de la kale borroka a una recuperación de Segi, tímida por el momento. La actividad de los miembros de la organización juvenil que quedan en libertad ha tenido más que ver con la presentación y desarrollo de Gazteherria, la plataforma que comparten con las juventudes de Eusko Alkartasuna, que con su implicación en el diseño y ejecución de sabotajes.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias