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Najwa debe escoger entre su hiyab o su instituto

El Consejo Escolar del centro mantiene el reglamento que prohíbe entrar en las aulas con la cabeza cubierta

SUSANA HIDALGO

Najwa Malha, la adolescente vetada en su instituto por llevar el hiyab (pañuelo islámico), tendrá que quitárselo si quiere seguir sus estudios de cuarto de ESO en el mismo centro. El Consejo Escolar del IES Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón (Madrid) decidió ayer, por mayoría, no modificar el reglamento que prohíbe entrar en clase a los alumnos con gorra o con otra cosa que les cubra la cabeza.

El director del instituto, Eduardo de Bergia, entregó ayer a las ocho de la tarde a los medios de comunicación un escueto comunicado confirmando la noticia, que no quiso entrar a evaluar. La niña no fue a clase durante todo el día porque, según explicó su padre por la mañana, pasó la noche anterior ingresada en el hospital Puerta de Hierro. La chica permaneció allí hasta las cuatro de la madrugada 'con un ataque de ansiedad'.

'Llevo el pañuelo porque me gusta, por sumisión a mi Dios', dice Najwa

Si Najwa insiste en querer ir a clase con el pañuelo islámico, el Gobierno regional (PP) la trasladará a otro instituto donde el reglamento interno no la impida entrar con la cabeza cubierta en el aula. Un portavoz de la Consejería de Educación explicó ayer a este diario que el director del centro tiene ahora que comunicar la decisión del Consejo Escolar a la familia y, si esta no cambia de postura, entonces elevará el expediente de traslado al Ejecutivo de Esperanza Aguirre. 'La consejería le asignará plaza de manera instantánea en un centro donde pueda ir con el hiyab y lo más cerca de su casa', señaló dicho portavoz, que agregó que la chica podría ser trasladada esta misma semana.

La concejala de Educación del Ayuntamiento de Pozuelo y miembro del Consejo Escolar, María Jesús Castillo, afirmó en la misma línea que 'la menor tiene una plaza pública asegurada' y que, con lo ocurrido, 'se respeta la autonomía del centro y el poder de decisión del Consejo Escolar'.

La adolescente podría ser trasladada al instituto San Juan de la Cruz, a menos de un kilómetro de su centro actual, y que no tiene ninguna norma que le impida ir con pañuelo.

La niña fue apartada 18 días del aula y separada en la sala de espera

La noticia fue recibida por el entorno de Najwa como 'un jarro de agua fría', según explicó Mohamed Said Alilech, presidente de la Asociación de Jóvenes Musulmanes y uno de los portavoces familiares. 'Vamos a denunciar esto al más alto nivel, pero ahora el padre no quiere hablar porque está muy preocupado por la salud de su hija', señaló Said Alilech.

El padre de la menor, Mohamed Malha, desconectó el teléfono a media tarde. Por la mañana acudió a la puerta del centro educativo y aseguró que su hija se encuentra bajo 'mucha presión'. 'Mi hija está muy mal, muy deprimida, es tremendo todo lo que está pasando, es una estudiante excelente', afirmó.

Malha es el presidente del Centro Islámico de Pozuelo y, en un principio, aconsejó a su hija que no se pusiera el pañuelo porque podía ser perjudicial para sus estudios. Hace dos meses, la niña decidió por voluntad propia ponerse el hiyab, pero su decisión fue vetada por la dirección del instituto. Tras varios apercibimientos de los profesores, la niña fue apartada durante 18 días del aula y obligada a estar en la sala de visitas. La menor asegura que lleva el pañuelo por motivos religiosos. 'Porque me gusta, por sumisión a mi Dios', explicaba el viernes pasado.

Su padre denunció que la normativa del centro se contradice con el artículo 32 de la Constitución, que establece que en España hay libertad religiosa. En este sentido también se pronunció la semana pasada el departamento de asuntos religiosos del Ministerio de Justicia, que señaló en un comunicado que 'no hay ninguna ley que prohíba a las alumnas portar el hiyab en la clase. El derecho a ser escolarizado en condiciones dignas prima sobre cualquier tipo de consideraciones'.

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, también se mostró ayer a favor de la adolescente. 'El derecho a la imagen, el derecho religioso y, sobre todo, el derecho a la educación, están por encima de esta polémica. Soy partidario de que la niña asista a clase', afirmó el ministro.

Pero la decisión que prevalece es la del Consejo Escolar, porque las competencias en Educación están tranferidas a las comunidades autónomas, y porque la normativa del Gobierno madrileño obliga a los centros educativos a tener un reglamento que deben cumplir de manera obligatoria.

Esta norma tiene que ser aprobada por los consejos escolares, que son autónomos. En los otros dos precedentes que ha habido en España con niñas que quisieron llevar el hiyab a clase, el Gobierno central no pudo intervenir.

En el caso de Fatima Elidrisi, una niña que en 2002 insistió en llevar el velo islámico en su aula de un centro concertado católico de Madrid, finalmente tuvo que ser trasladada de colegio. En 2007, en Girona, otra chica, Shaima Saidani, fue expulsada de su centro educativo por llevar el pañuelo, y en ese caso fue la Generalitat de Catalunya la que obligó a que la readmitieran.

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