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Zapatero intenta aplacar al PSC mientras blinda al Constitucional

'La renovación es tan urgente como hace seis meses, pero exige mayoría de tres quintos', señala el presidente del Gobierno

GONZALO LÓPEZ ALBA

José Luis Rodríguez Zapatero tuvo que hacer ayer un ejercicio de cintura política para conjugar en una sola declaración la obligación que se atribuye como presidente del Gobierno de encabezar la defensa de las instituciones del Estado y el interés que se le atribuye como secretario general del PSOE en apaciguar los ánimos encrespados de los socialistas catalanes. En el empeño lo secundaron la vicepresidenta primera, Teresa Fernández de la Vega, y el vicesecretario general del PSOE, José Blanco.

Al presidente le proporcionó la plataforma uno de los socios del PSC en el Tripartito catalán. Joan Herrera, de ICV, cambió su pregunta sobre la reforma laboral para trasladar al Pleno del Congreso la ofensiva catalanista que pretende que la sentencia sobre el Estatut la dicte un Tribunal Constitucional renovado, al entender que el actual 'está caducado y ha perdido legitimidad'.

Zapatero asume que los políticos son responsables de no renovar el TC

El presidente empezó por rebatir esta crítica, con la misma contundencia que exhibió el lunes ante la ejecutiva del PSOE. 'El papel y la tarea desarrollados por el Tribunal Constitucional han sido ejemplares para el desarrollo democrático, para la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos, y especialmente para la garantía del sistema autonómico a través de su jurisprudencia', dijo a modo de declaración de principios, en un intento de atajar mediante este blindaje del TC las tentaciones de incendiar las instituciones que teme en algunos partidos y singularmente en el PP.

Afianzada la lealtad institucional, Zapatero introdujo una dosis de recuerdo político: 'La elaboración y aprobación del Estatuto de Catalunya costó un gran esfuerzo, seguramente más de cuatro intentos de acuerdo' uno menos que borradores de sentencia lleva el TC. Y, con la vista puesta en el futuro, añadió que, dada la 'gran trascendencia política y jurídico-institucional' del asunto, el respeto a la autonomía y la independencia del alto tribunal 'es garantía de nuestras libertades y de lo que representa esta Cámara, para hoy y para mañana'.

El presidente dice que aprobar el Estatut 'costó más de cuatro intentos'

Para el final dejó la controversia de los últimos días: la renovación pendiente. Fue en este punto donde hizo encaje de bolillos, en términos que sin llegar a provocar su entusiasmo satisficieron al PSC porque, según dirigentes de este partido, 'ayuda a recuperar un clima de trabajo en común'.

'El Tribunal Constitucional y sus miembros no son responsables de que no se haya producido la renovación; somos nosotros los responsables', dijo para quitar la presión de los magistrados con su mandato ya caducado. Y añadió: 'La renovación es hoy tan urgente como lo era hace un mes o hace seis meses y es tan urgente como lo será dentro de dos meses. La renovación, sin duda, debe producirse y cuanto antes se produzca, mejor. Si es posible, porque exige 3/5 [acuerdo entre PSOE y PP]; vamos a ver si es posible...'.

Blanco sella con el conseller Nadal la grieta que abrió el lunes con el PSC

Esta puerta entreabierta se vislumbra, según algunos dirigentes socialistas, en el escenario de que la ponencia encargada ahora al conservador Guillermo Jiménez fracase como la de la progresista Pérez Vera. Pero no pasa de ser una hipótesis. Otros piensan en una renovación forzada a finales de año, cuando ya sólo queden cuatro magistrados con mandato en vigor. Pero, de momento, Zapatero se mantiene en que 'ahora' no es el momento porque se entendería como una interferencia gubernamental. Y el afán de ayer era reconciliarse con el PSC .

Blanco, que el lunes desató las iras del PSC por un desliz 'por una vez, coincido con Rajoy', dijo en la Ser, aprovechó ayer una visita a Girona para sellar la grieta. 'Es urgente la renovación del TC y si no se renueva es porque el PP no quiere', dijo al alimón con Joaquim Nadal, según informa Lluisa Fuentes. El conseller de Obres Públiques dio por zanjado el choque interno: 'El ministro ha sido claro. El PSC y el PSOE piensan lo mismo'.

La vicepresidenta De la Vega también se puso el uniforme de bombero. En respuesta a Pere Macias (CiU), acusó al PP de bloquear la renovación, advirtió de que 'los tiempos de la Justicia no son nunca, desgraciadamente, los tiempos de la política', y subrayó que el Estatut 'se está aplicando de forma cotidiana y democrática' sin que se rompa nada.

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