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El PP tolera a Falange como "corriente de pensamiento"

Pons mantiene que las manifestaciones del pasado sábado pretendían 'coaccionar' al Tribunal Supremo y llama 'radicales' a todos los republicanos

MARÍA JESÚS GÜEMES

Los conservadores repudian al juez Baltasar Garzón y creen que las manifestaciones del pasado sábado son 'antidemocráticas' pero no ven necesario ilegalizar a Falange.

Esta formación ultraderechista fue ayer motivo de controversia en la sede nacional del PP. A su vicesecretario de comunicación, Esteban González Pons, se le preguntó si los partidos de corte fascista, como este, no deberían ser ilegales en España como ocurre en otros muchos lugares de Europa. El diputado por Valencia recurrió a una obviedad: 'Es algo que está en manos de los tribunales de justicia'.

Para Pons, la bandera tricolor pide otro modelo de Estado

'Yo no soy quien para tachar de legal o ilegal una corriente de pensamiento. Desde luego, no me gusta que haya partidos fascistas, pero lo tolero. Porque en mi condición de demócrata está tolerar desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha', señaló.

Pons prefirió ceñirse a su guión centrado en las marchas. 'Radical'. Fue una de las palabras que más repitió y, por lo visto, la mejor que encontró a la hora de calificarlas. El parlamentario conservador ya no se acordaba de todas las concentraciones en las que el PP participó durante la anterior legislatura. La cúpula conservadora desfiló más de una decena de veces detrás de la pancarta. La mayoría, de la mano de la Asociación de Víctimas contra el Terrorismo. En una ocasión, para pedir que el Supremo no rebajase la pena al etarra Iñaki de Juana Chaos.

Quiroga reprocha a las víctimas de Franco sacar 'sus traumas personales'

Pero esa es otra historia. Fue lo que vino a decir Pons cuando se quiso saber cuál era la diferencia entre las protestas defendidas por el PP y las convocadas por otros. 'Nosotros hemos ido a manifestaciones para defender a las víctimas y no para acosar al Supremo. Las de este sábado tenían como objetivo coaccionar y limitar la capacidad y la libertad de decisión del Alto Tribunal', aclaró.

El dirigente conservador no tuvo en cuenta que, por mucho que se defendiera al juez Garzón, acusado de prevaricación por investigar los crímenes de la dictadura, el lema de la marcha era Contra la impunidad del franquismo. En solidaridad con las víctimas.

Pons comentó que no conocía a toda la gente que había acudido y que por eso no podía juzgarla. Pero terminó por hacerlo: 'Sí puedo afirmar que fue una manifestación radical. De moderada, no tuvo nada'. Y, para ilustrarlo, puso hasta un ejemplo. El diputado por Valencia apeló al primer artículo de la Constitución y recordó que este establece que España es una monarquía parlamentaria.

'Empezar a manifestarse bajo banderas y proclamas que lo primero que sugieren o reclaman es un cambio de modelo de Estado es desde luego empezar a plantear las cosas desde la radicalidad', mantuvo refiriéndose a las múltiples enseñas de la República que se pudieron ver y a los gritos que coreaban '¡España, mañana, será republicana!'

Además, reclamó 'máximo respeto' para el Supremo porque forma parte, según dijo, de las instituciones 'neutrales' de la democracia a las que no hay que 'atacar'. Y advirtió de las terribles consecuencias que esto podría acarrear: 'Causaría un daño en la democracia que tardaría mucho tiempo en cicatrizar'.

A su juicio, el Ejecutivo socialista ha participado en esas 'acusaciones' con 'declaraciones altisonantes'. A las marchas no acudió ni un solo representante del Gobierno. Pero Pons tenía en mente unas declaraciones del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, para quien la actuación de esta instancia judicial en la querella por la instrucción de Garzón creaba 'alarma social'. El diputado conservador considera que con ello se va 'minando' la credibilidad del Supremo. 'El Gobierno está más cerca de las minorías radicales que de los ciudadanos', sentenció.

También la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, hizo ayer una llamada a la 'cordura, la responsabilidad y el respeto' al Poder Judicial porque, a su entender, hay personas a las que 'con esto de la Guerra Civil se les está yendo la mano de verdad'.

Según ella, en la protesta las víctimas del franquismo sacaron 'sus traumas personales'. 'Me parece que estamos en una senda muy peligrosa', constató. La dirigente conservadora se mostró convencida de que todas las personas que portaban fotografías de sus familiares votaron en la Transición por un futuro y lamentó que ahora estén sacando 'todo el rencor y odio que llevan dentro'. 'Los jóvenes nos tenemos que rebelar ante eso', sentenció.

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