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"El PP habla de integración, pero es todo mentira"

La ex edil musulmana conservadora dice que tomó la decisión de irse tras oír a Aguirre opinar en contra del pañuelo en el aula

R. BOCANEGRA / O. CARBALLAR

'Ya soy libre', dijo Fátima Mohamed Kaddur nada más salir de la sede del PP en Sevilla, donde ayer por la mañana puso fin a más de 15 años de militancia. Una frase de Esperanza Aguirre, en plena polémica sobre la escolarización de la joven madrileña Najwa Malha, en la que opinó que no debía dejarse 'llevar la cabeza cubierta dentro de los centros educativos', terminó por convencer a Mohamed Kaddur, musulmana, firme defensora del pañuelo que utiliza en su vida cotidiana, de que debía dejar el PP.

Su desencuentro con las alturas del partido comenzó después de que concediera, en plena campaña de las generales de 2008, una entrevista a Público en la que mostraba su rechazo a la regulación del velo que propusieron entonces los conservadores. 'Ninguna entrevista más, se acabó', le dijeron, aseguró ayer a este diario durante un encuentro en su casa. 'Me vetaron. Llevo desde que hablé en vuestro periódico pasándolo mal y no he querido acudir a ningún medio porque no he querido hacerle daño al partido'.

'¿El pañuelo es sometimiento? Para nada. Aquí estoy', afirma Kaddur

Entonces se acabaron las fotos que todos los dirigentes conservadores Mariano Rajoy y Javier Arenas, entre otros se hicieron con ella 'en todas partes para vender la integración'. Fue el vacío. Nadie quería estar al lado de la edil del pañuelo. Ayer, el colofón. Ningún dirigente estuvo en la sede para escuchar las razones por las que se marchaba.

Mohamed Kaddur lo intentó hasta el final. Le envió el pasado enero un e-mail a Mariano Rajoy, solicitándole una entrevista para hablar de su situación. Recibió la callada por respuesta, según afirma. Tampoco Javier Arenas, líder regional, quiso verse con ella, asegura. Después, en marzo, recurrió a la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Tampoco pudo ser. Hasta que escuchó a Aguirre y decidió irse. 'He querido que se sentaran conmigo, pero nada. Ellos querían una marioneta. Hablan de integración, pero es todo mentira. No hay ninguna integración. Porque yo lo he dado todo por el PP y no me he encontrado integrada', afirma. Y apostilla: 'Les pedía que me explicaran por qué se me había vetado'.

La concejal rechaza el burka: 'Taparse la cara, eso no va conmigo'

El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, afirmó ayer que la baja de Mohamed Kaddur se debía a las 'tensiones' surgidas a la hora de confeccionar las próximas listas electorales en Gines (Sevilla), localidad de la que es concejala. El PP está en la oposición, por lo que el ayuntamiento seguirá gobernado por PSOE e IU tras el paso de Mohamed Kaddur al grupo mixto. Sanz, que manifestó tener el 'máximo respeto' a los musulmanes, agregó que le parecía 'grave' que alguien utilice el tema del velo para justificar que dimite. 'Muy poca vergüenza tiene Antonio Sanz. Me da igual que me den un puesto o no, como dicen ellos. Mi dignidad vale más. Yo no vivo de esto', replicó Mohamed Kaddur.

El PP de Gines (Sevilla, 12.934 habitantes en 2009) no es una balsa de aceite. La edil está casada con Francisco González, ex alcalde de la localidad por el PP. Varios concejales de ese partido han dejado ya el puesto desde los pasados comicios de 2007. La edil reconoce que no tiene relación con el líder local conservador.

'Hace tres meses me dijo el secretario provincial que no querían que me fuera. Queremos contar contigo, me dijeron. No me han llamado', dice. Mohamed Kaddur, a quien le gusta la romería de El Rocío y se viste de flamenca cuando toca, anunció la decisión de marcharse al PP hace más de una semana vía SMS. No trataron de retenerla. 'Estoy abierta a cualquier partido', aseguró ayer. Pero no de manera inminente. 'Yo ahora quiero estar en el grupo mixto y no defraudar a las personas que han depositado el voto para que yo sea concejal', manifiesta.

Mohamed Kaddur, española nacida en Melilla, tiene tres hijos. Dos son chicas, de 24 y 15 años. Ninguna usa el velo. 'A mis hijos no los obligo. Mi hija de 24 años es muy hippie y tiene un piercing'.

No conoce a la familia de Najwa, pero se sintió identificada con el caso. 'La decisión es de cada persona. Los partidos no tienen que entrar en esos debates. Hay problemas más gordos que los crucifijos y los pañuelos. Que se respete la democracia y la libertad. Si Najwa fuera mi hija, me como el colegio. Igual que si se ponen en contra de un cristiano y un judío. ¿Democracia para una cosa y para la otra no?', se preguntaba, sentada en el salón de su casa. Su teléfono no paraba de sonar. Su caso ha generado gran expectación en el mundo árabe. Recibe una llamada de Al Yazira, la cadena de televisión. 'Llamadme en diez minutos, que estoy en una entrevista', les dice.

El límite para la ex edil del PP está en ocultar el rostro. '¿El burka? Taparse la cara, eso no va conmigo. Ahí doy toda la razón a los profesores, a los jueces. Ese tema va en contra de mis ideales'. ¿Considera Mohamed Kaddur que el pañuelo es sometimiento? 'Para nada, aquí estoy. Mi madre, ya con sesenta y tantos años, más libre que es. Se van cambiando las cosas en todas las religiones'. Sin embargo, hay algo que le preocupa en el uso del velo: 'Hablo de Europa. Ahora hay una moda o un problema porque todas las niñas de 16 años se están poniendo el pañuelo. Tengo una sobrina de 17 años que se lo quiere poner y mi hermana, también musulmana, no la deja, está en guerra con ella', remacha.

El abandono de Mohamed Kaddur del PP, al que se afilió hace unos 15 años al ver que los barrios árabes de Melilla estaban marginados, generó una cascada de reacciones.

Los socialistas manifestaron un 'profundo respeto' por la decisión de la edil y arremetieron contra el PP. 'Un partido político tiene un gran problema', dijo el número dos del PSOE andaluz, Rafael Velasco, 'si no admite que una persona se ponga o se deje de poner cualquier cosa, y eso no va en contra de los estatutos de su partido, del Estatuto de Autonomía de su comunidad ni de la Constitución'.

¿Su pensamiento sigue coincidiendo con el ideario del PP? 'Hay muchas cosas con las que estoy de acuerdo y otras en las que coincido con otros partidos. El otro día el PP decidió votar en contra de los presupuestos municipales. Ahí Dios me dio fuerza y voté abstención. Puedo ahora hacerlo. No como antes, que era siempre sí bwana, sí bwana, sí bwana', concluye.

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