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La reforma de la Ley de Cajas llegará a la vuelta del verano

Pacto para dar derechos políticos a las cuotas participativas con un límite del 50%

VIRGINIA ZAFRA

La reestructuración del sector de cajas de ahorros avanzará a pasos agigantados en mes y medio si el pacto al que llegaron ayer José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se pone en práctica. Los dos líderes se comprometieron a hacer lo que esté en su mano para acelerar las fusiones que están varadas, bien porque no consiguen cerrarse o porque no terminan de plantearse. Afectaría a la tercera parte del sector.

El reto es que estén acordadas antes de que acabe junio (plazo límite para pedir las ayudas públicas del FROB). Y el mayor trabajo será para el presidente del Partido Popular, que tendrá que convencer a Esperanza Aguirre (Comunidad de Madrid), Alberto Núñez Feijóo (Xunta de Galicia) y Francisco Camps (Comunitat Valenciana) de que dejen vía libre a las fusiones más adecuadas para las cajas de su región, que son las que no terminan de salir. En el misno día del pacto entre PSOE y PP, Caixanova y Caixa Galicia avanzaron en su intento de fusión al acordar un reparto paritario del poder en el consejo de administración de la nueva caja. Queda por pactar el presidente de la entidad.

Las fusiones tendrán que cerrarse antes de final de junio

Mientras esas operaciones de fusión se discuten, los partidos políticos tendrán que acometer la reforma de la Ley de Cajas, tan necesaria o más que la culminación de las integraciones. El acuerdo de Zapatero y Rajoy es que esté consensuada en tres meses, aunque su aprobación se retrasará hasta después del verano.

Fuentes conocedoras de las negociaciones aseguraron a Público que la reforma impondrá una reducción del poder político en las cajas, mediante la disminución de la presencia de los gobiernos autonómicos y de los ayuntamientos en los consejos de estas entidades. Su lugar lo ocuparán los propietarios de las cuotas participativas (similares a las acciones de los bancos), que tras los cambios en la ley dispondrán de derechos políticos. Estos títulos nunca alcanzarán el 50% del capital porque el objetivo es que las cajas sigan siendo cajas y no bancos.

Son las medidas que ha pedido la patronal de cajas desde hace meses y las que acordaron sus máximos dirigentes cuando consensuaron el nombramiento de Isidro Fainé como nuevo presidente.

Zapatero y Rajoy acuerdan reducir el poder político en las cajas

Lo que no quedó claro en la reunión de ayer es si con la nueva normativa se reducirá el poder de las autonomías en las cajas para trasladárselo al Banco de España. Así se evitarían en el futuro problemas como los actuales, en los que los gobiernos regionales tienen poder de veto sobre las fusiones interregionales. Los partidos nacionalistas, como CiU, PNV y BNG, ya plantearon ayer sus reticencias ante los cambios que se puedan acometer. No están dispuestos a que las autonomías pierdan poder.

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