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EEUU respalda el liderazgo español en la UE frente a la crisis

El vicepresidente Joe Biden recalca tras reunirse con Zapatero en la Moncloa que las relaciones bilaterales con España son 'más fuertes' que nunca

JUANMA ROMERO

“No ha habido otro momento en que las relaciones de Estados Unidos y España hayan sido más fuertes, con más respeto mutuo y más cooperación seria” que ahora, presididas por una “alianza que aumenta su fuerza a diario”. No fue un farol de José Luis Rodríguez Zapatero. Fue la aseveración pública y rotunda, y hecha con una sonrisa de profunda satisfacción, lanzada ayer sábado por el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, en la escalinata de la Moncloa, en una comparecencia sin preguntas.

La de ayer fue la primera visita oficial a España, y al más alto nivel, de un mandatario estadounidense desde 2001. Pero si entonces era José María Aznar el que lucía amistad con George Bush, hoy es Zapatero el que puede presumir de su entente con Washington, incluso en la gestión ante la crisis. La recesión centró buena parte de la conversación de 90 minutos largos entre Biden y el presidente del Gobierno, y el análisis, según fuentes de la Moncloa, fue coincidente: hay que contener el déficit sin crear una fractura social e impulsar una acción concertada de todos los países para enfrentarse a la especulación de los mercados y los ataques a las bolsas y al euro.

El número dos de Obama apoya la contención del déficit sin sacrificar las políticas sociales

“Felicito al presidente por su liderazgo contra la crisis durante la presidencia [rotatoria] de la UE”, elogió Biden, quien mostró su “apoyo a los esfuerzos” del Gobierno español por articular mecanismos de defensa de la moneda única y por adoptar medidas que den “confianza a los mercados”. Washington también avala que las “grandes entidades financieras” se comprometan “a que las crisis en el futuro no las paguen los ciudadanos”, sino que sean los bancos los que hagan frente a ellas con sus recursos, resumió Zapatero. Se trata, indicó, de acelerar la regulación de los sistemas financieros en la próxima reunión del G-20, prevista para junio, en Toronto (Canadá).

El aval de la Administración de Barack Obama a España fue igualmente reseñado por el jefe del Ejecutivo: 'Existen unas relaciones económicas intensas entre EEUU y España. EEUU es un gran inversor. Tiene confianza en España, tiene confianza en su futuro y cada vez más empresas [españolas] están en EEUU'. 

El presidente incidió en que la “recuperación está en marcha en Europa y en la zona euro”, por lo que ahora hay que asumir una de las “lecciones” de la crisis, que es exhibir “fortaleza” y “unidad”. Además, será “decisivo” para la economía mundial que en EEUU se repitan los “signos de vitalidad”.

Afganistán copó el repaso a la agenda internacional. Biden agradeció el apoyo de España a la misión y el aumento de tropas en la zona para “desmantelar y derrotar” a Al Qaeda, combatir la insurgencia talibán y luchar para que los afganos asuman la “responsabilidad” de su propio futuro. Es un “verdadero sacrificio” para los militares, y “algo no muy bien recibido” por la opinión pública, pero una obligación para los dos países y los restantes 44 miembros de la ISAF.

El vicepresidente agradece el apoyo de en Afganistán y el aumento de tropas

La referencia a Afganistán se hizo inevitable por el interés que mostró Biden en conocer a los soldados de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) en Paracuellos del Jarama (Madrid), de cuya base partirá en julio un contingente de 680 efectivos al país asiático. El interés le tocaba de cerca, porque su hijo, recién llegado de Irak y antes de Afganistán, le había dicho que “los soldados americanos siempre prefieren ir con los españoles”, relató a Zapatero durante la hora en que se prolongó el almuerzo.

El deseo de Biden se cumplió. Tras la comida en la Moncloa, se desplazó a la base con el presidente y la ministra de Defensa, Carme Chacón. En la comitiva les acompañaba la cúpula militar: el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Julio Rodríguez; el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), Fulgencio Coll; el jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), José Jiménez Ruiz, y el jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Manuel Rebollo. A ellos se unieron el embajador de España en Washington, Jorge Dezcallar; el embajador de EEUU en Madrid, Alan Solomont, y sus agregados de Defensa, Stuart D. Bailey, y militar, Jaime L. Bonano.

Biden, tras pasar revista a las tropas, expresó a los 500 soldados presentes –unos “guerreros”– su “gran admiración” y aplaudió el 'liderazgo' de España en Líbano y en los otros países donde sus Fuerzas Armadas están desplegadas. Zapatero correspondió el gesto de “mucho valor” del vicepresidente recordándole que España es un “fiel socio” de Obama en la lucha contra el terrorismo y a favor de la “paz y seguridad”. Después, los dos mandatarios homenajearon a los caídos en el patio de la BRIPAC. En Paracuellos tampoco hubo preguntas.

La relación con EEUU es, pues, excelente, “de colaboración, apoyo mutuo y confianza”, para Zapatero. Biden engordó los elogios al presidente y a España, país al que tiene “gran cariño y admiración”: “Necesitamos aliados, necesitamos a España, necesitamos su liderazgo”.


“Irán no tiene nada que hacer de espaldas a la comunidad internacional”, avisó Zapatero durante su comparecencia. Reclamó 'firmeza', exigencia que secundó Biden. Teherán, un régimen 'que sigue apoyando el terror', sólo tiene dos opciones, dijo: o se incorpora a las reglas internacionales o verá crecer su “aislamiento”.

En la reunión hubo tiempo para Oriente Próximo. Ambos mandatarios acordaron impulsar el plan de paz para que en 2011 pueda celebrarse una conferencia mundial que aborde la construcción del Estado palestino.

EEUU está revisando las condiciones con las que compra aviones para que no sólo salga Boeing favorecida, sino también Airbus, informaron fuentes de Moncloa.

Durante la comida, se abordaron las relaciones con América Latina. Se enhebró una llamada a la participación común, sobre todo por el papel relevante que juega España. Se analizó igualmente el peso creciente de China en el continente latinoamericano. 

Biden se reunió asimismo con la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega. El encuentro duró unos diez minutos. Ambos acordaron entrevistarse próximamente en Washington. No se concretó la fecha.

La nota de color se completó con el almuerzo en Moncloa. La delegación española –el presidente, De la Vega, los ministros de Exteriores y Defensa, Miguel Ángel Moratinos y Carme Chacón; el secretario general de la Presidencia, Bernardino León, y el secretario de Estado de Comunicación, Félix Monteira– y la americana degustaron, de primero, corazones de alcachofas rellenos de centollos gratinados con queso de cabra. Siguió una pierna de cordero lechal deshuesada y con patatas panaderas y un flan de vainilla. Moncloa sirvió un Viña Real Esmeralda (blanco) y un Viña Real reserva de 2004. 

 

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