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Los funcionarios más modestos podrían salvarse de la rebaja salarial

El Gobierno baraja usar el exceso de ahorro para suavizar el ajuste

B. C. B.

El Gobierno está estudiando la posibilidad de no aplicar el anunciado recorte de los salarios de los funcionarios a los empleados del sector público con menos ingresos. Inicialmente se planeó que los sueldos de todos los funcionarios pasarían por la tijera, aunque en distinto grado según su nivel, pero fuentes gubernamentales confirmaron que existe la posibilidad de que los empleados más modestos, con retribuciones rondando los mil euros, puedan escapar del recorte.

Esta posibilidad se ha planteado porque la suma de los ahorros anunciados por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso el pasado miércoles desborda el objetivo de reducir el déficit público en 15.000 millones. Aunque el cálculo es complejo, porque algunas partidas de ahorro se solapan, el total que maneja el Gobierno supera el objetivo, y hay un cierto margen para suavizar algunos aspectos del plan de ajuste. En particular, el ajuste de 1.200 millones de euros adjudicado a las comunidades autónomas está incluido en otros ajustes, y no se puede sumar al resto de las cifras.

Es en ese contexto donde cabe la posibilidad de que los funcionarios con menos ingresos se salven del recorte. En cualquier caso, se mantiene el objetivo de reducir el coste total un 5% de promedio, con mayores rebajas para los sueldos más elevados.

El anuncio del recorte de los empleados públicos y la falta de precisiones sobre el porcentaje exacto de recorte para cada grupo de funcionarios provocó ayer todo tipo de rumores en las administraciones públicas. En algunas comunidades se realizaron estimaciones sobre el reparto del ajuste (en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se daba por hecho que un jefe de negociado tendría una reducción del 7%), pero fuentes del Ministerio de Economía negaron que hubiera una decisión al respecto. El Gobierno aclaró ayer que los pensionistas afectados por la congelación serán algo menos de cuatro millones. Esto es así porque aunque hay 8,6 millones de pensiones, casi un millón se duplican (porque una misma persona recibe dos prestaciones). De los 7,6 millones de pensionistas, 2,5 millones reciben una cuantía mínima por lo que se libran de la congelación. Además, casi 900.000 pensionistas no tienen derecho a la revalorización en 2011 porque acaban de acceder al derecho a la prestación.

Las pensiones no se recortarán sino que se congelarán porque no se les añade la revalorización que se efectúa en enero. En 2010, las pensiones subieron un 1%. Si esta hubiera sido la revalorización aprobada para 2011, una pensión media de jubilación (850 euros) se habría incrementado en al menos nueve euros mensuales, y si se hubiera vuelto a la tradicional subida del 2% (en línea con el objetivo de inflación del BCE), las pensiones habrían subido en 18 euros al mes.

Aún hay una posibilidad de que las pensiones suban el año que viene, ya que todavía queda la revisión de las prestaciones de 2010, que se hará con la inflación de noviembre. Si esta queda por encima del 1%, se compensará a los pensionistas por esta desviación en la nómina de enero de 2011.  

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