El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado hoy el decreto del gallego en la enseñanza, que no incluye la polémica consulta a los padres de alumnos de Primaria y Secundaria tras las objeciones del Consello Consultivo a la posibilidad de que las familias elijan la lengua en la que se impartirán las materias.

Éste organo, similar al Consejo de Estado y que vela por la legalidad de los actos y disposiciones administrativas del Gobierno autonómico, echó por tierra con un dictamen desfavorable una de las promesas electorales del líder conservador, quien ya ha adelantado que seguirá adelante con su propuesta.

Feijóo, ante los indicios de ilegalidad del citado punto, pretende ahora impulsar en el Parlamento regional una ley ad hoc que le proporcione cobertura legal para sacar la consulta adelante, una iniciativa inédita en otras comunidades con la que podría satisfacer los deseos del sector duro del Partido Popular y las asociaciones que, como la beligerante Galicia Bilingüe, rechazan la discriminación positiva del gallego y abogan por el uso del español en las aulas.

'Vamos a intentar tomar en consideración las recomendaciones del Consello Consultivo sin olvidar los compromisos electorales', dejó claro Feijóo en una rueda de prensa acaparada por él y en la que no intervino el conselleiro de Cultura, Roberto Varela. 'Una vez que se ponga en marcha el decreto del plurilingüismo, comenzará la elaboración de una ley que mejore la convivencia en los centros educativos' y dote a los padres 'de una mayor participación en los procesos educativos'. 

El presidente de la Xunta rompe así el consenso vivido con la aprobación, en 2004, del plan general de normalización lingüística, votado también por el propio Feijóo cuando ejercía de vicepresidente en de Xunta en tiempos de Manuel Fraga.

De esta manera, el decreto del plurilingüismo garantizará, según el presidente, un equilibrio entre gallego y castellano del 50% a partir de un 'criterio pedagógico', introducirá la enseñanza 'progresiva' del inglés y defenderá la 'libertad de profesores y alumnos'.

En Educación Infantil sí se tendrá en cuenta, a partir del próximo curso, la opinión de los padres, que marcarán en una casilla cuál es su idioma materno cuando tramiten la matrícula de sus hijos. Feijóo se escudó en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, 'refrendada por el Tribunal Supremo', para justificar esta posibilidad, que escapa de criterios dictados por la estadística y el mapa sociolingüístico de Galicia.

Comienza, pues, una nueva etapa que concluirá con la aprobación en el Parlamento —donde el PP cuenta con mayoría— de una ley a medida para que los padres de alumnos de siete a 16 años también puedan decidir la lengua en la que recibirán las clases sus vástagos. El PP quiere que así sea antes de que termine la presente legislatura. Promesa (electoral) de Feijóo.