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¿Por qué protege Rajoy a un político acusado de graves delitos?

El equipo del líder del PP defiende que se toma 'su tiempo' y no actúa a 'golpe de titular'

MARÍA JESÚS GÜEMES

'Es el ritmo de Mariano', explica uno de sus colaboradores cuando se le pregunta por qué el líder del PP no adopta de una vez por todas medidas contra el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, tras los dos varapalos judiciales recibidos en dos semanas.

En las filas conservadoras confían en que el dirigente valenciano termine por dimitir si le imputan alguno de los graves delitos apuntados por el juez Pedreira, entre ellos cohecho (soborno) y financiación ilegal, o si abren juicio oral en su contra por la causa de los trajes que le regaló la trama Gürtel. Y, mientras, se desesperan porque Rajoy no mueve ficha. 'Él es así. Es su modus operandi. Tranquilidad mientras todos enloquecen. Prefiere que se enfríe el tema y no reaccionar a golpe de titular', comentan los suyos. Si lo hiciera, mantienen, tendría que haber echado al líder del PP canario, José Manuel Soria, nada más conocerse su imputación por el caso Salmón, y recuerdan que este asunto terminó archivándose meses después.

En el PP aseguran que Rajoy no cree que Camps sea un delincuente

En el partido destacan que, al final, 'el tiempo le da la razón'. 'Lo que pasa es que nos hace a todos someternos a un castigo y un desgaste innecesario', comentan varios diputados. Pero los que le rodean están convencidos de que Rajoy no le pedirá en ningún momento que renuncie al cargo. Él prefiere que sean los demás quienes lo mediten y lleguen a la conclusión de que eso es lo mejor para su formación.

Recuerdan que así fue como Jaume Matas, ex president de Balears, pidió la suspensión de militancia cuando lo imputaron por el caso Palma Arena. Y también que ese fue el procedimiento que se siguió con el ex tesorero del partido Luis Bárcenas, quien dimitió de todos sus cargos cuando la situación llegó a ser insostenible.

Cuentan que entonces el vicesecretario Javier Arenas fue clave para convencer al senador de que lo mejor era abandonar las filas conservadoras para centrarse en su defensa. Algunos creen que ese papel ahora podría recaer sobre el responsable de Justicia, Federico Trillo. El diputado por Alicante ha estado diseñando con Camps la estrategia a seguir desde el primer día.

Trillo se encarga de transmitir a Valencia los deseos de la cúpula

Lo ocurrido con Bárcenas dejó un regusto tremendamente amargo en el PP y a algunos no se les ha olvidado. Aún creen que si se mantuvo tanto tiempo en su cargo y contó con tantos privilegios fue porque amenazaba con 'tirar de la manta'.

En esta ocasión, la mayoría dentro del partido descarta el chantaje. No cree que Camps esté presionando. Aunque otros no lo descartan teniendo en cuenta que no le tembló el pulso al enfrentarse a su antecesor, Eduardo Zaplana.

En la sede nacional admiten que se ha rebajado el apoyo público a Camps

'Sería su fin. Además, con qué va a formar un partido independiente, con qué se va a llevar consigo los votos... El PP gana con y sin él en la Comunitat valenciana', asegura un diputado. Aunque muchos creen que sería conveniente realizar una limpieza, en el Partido Popular no se llegan a plantear la refundación de la marca valenciana.

El círculo de Rajoy cree que sobre su jefe pesan, además, dos factores: que Camps lo apoyó cuando perdió las elecciones en 2008 y su liderazgo se tambaleaba y, también, que no termina de creerse que sea un delincuente.

En el partido, sin embargo, hay quien cree que esta es una lealtad mal entendida. Ahora que encima se ha vuelto a poner el foco de atención sobre la financiación ilegal, algunos temen que se estén protegiendo las cuentas de la formación regional para que el asunto no termine salpicando las del partido a nivel nacional. Pero en la cúpula mantienen que tienen todo auditado. 'Las cuentas están en regla. No es una preocupación', dicen por mucho que estén bajo lupa judicial.

A Rajoy le preocupa que la Comunitat Valenciana se pueda paralizar

Los que conocen bien a Rajoy saben que lo único que no está dispuesto a arriesgar es su independencia y credibilidad. Y si considera que estas pueden estar en peligro puede dar un giro aunque, en ningún caso, será copernicano.

En las filas conservadoras preferirían acabar con esta angustia 'cuanto antes'. 'Siempre parece que reaccionamos mal y tarde', comentan varios dirigentes indignados con que se vuelva a repetir el calvario de Bárcenas. El nombre del ex senador ha vuelto a aparecer en el auto de Pedreira. Se le atribuye un delito electoral en 2007 y se le investiga por si cometió otro un año después. Pero en el PP dicen que ya es historia. 'Se fue y se acabó el debate', reconocen con alivio. Para el núcleo duro ya está 'amortizado'.

A pesar de todo, desde la sede nacional reconocen que la defensa hacia Camps se ha rebajado mucho. Ahora dejan que sea él quien dé la cara mientras la cúpula baraja escenarios y estudia soluciones. En la dirección reconocen que les han sorprendido algunas de sus salidas de tono pero que lo que más preocupa a Rajoy es pensar que la Comunitat Valenciana pueda estar paralizada.

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