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Los españoles siguen a la izquierda de Europa

Los ciudadanos se declaran en las encuestas izquierdistas y próximos al centro

CAROLINA MARTÍN

Mientras Europa mira a la derecha, la sociedad española sigue inclinándose mayoritariamente por la izquierda. En los últimos catorce años y con más de 150 encuestas realizas, los ciudadanos españoles sólo han superado el cinco, que representa el centro en la escala ideológica, en enero y abril de 2000, según los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

En el conjunto europeo, los españoles son los más izquierdistas. De entre los casi 30 países analizados en el estudio comparado de la cuarta edición de la Encuesta Social Europea (ESS) de 2008, España ocupa el primer lugar de la clasificación y la media se sitúa en 4,55 puntos. En la última posición se sitúa Letonia, con 5,79 puntos. Y, en medio, el mapa europeo se tiñe de azul.

Los expertos relacionan los datos con la influencia del pasado

El izquierdismo de la sociedad española no es nuevo sino que viene haciéndose patente desde los primeros años de democracia. La razón principal que esgrimen los expertos para explicar este fenómeno es la influencia del pasado. El sociólogo Guillermo Cordero, de la Universidad Autónoma de Madrid, explica que a finales de los setenta y principios de los ochenta 'los españoles se situaban a la izquierda como rechazo a la dictadura y al franquismo, a lo conservador'. Es más, añade, 'la extrema izquierda apenas ha variado desde los años ochenta, cuando estaba en torno al 10% de los encuestados'. En la década actual ha oscilado entre el 4,9 y el 8,7%, según los barómetros del CIS.

El catedrático de Opinión Pública de la Universidad Complutense Fermín Bouza sería partidario de introducir algunos cambios en la metodología porque 'la escala 1-10 es conflictiva porque implicaría que el centro está en el 5,5', pero reconoce que 'la autoubicación a la izquierda es histórica y es la contestación a cuarenta años de fascismo'. Lo cierto es que, en la Encuesta Social Europea (ESS), los encuestados pueden situarse ideológicamente entre el cero y el diez. Sin embargo, los resultados no varían demasiado. Mirando a Europa y a la posición que ocupan algunos países del antiguo bloque comunista, Bouza explica que 'aquellos países que sufrieron la represión se alejan de la ideología dominante de entonces'. Esto explica que países como Rumanía estén en los últimos puestos de la ESS. Si bien, matiza el catedrático, hay otros que siguen fieles al comunismo.

Poco más de un 2% de ciudadanos se declara de extrema derecha

En esta misma dirección apunta la politóloga de la Universidad Complutense de Madrid Gema Sánchez. 'Tras un régimen dictatorial suele haber una ruptura hacia el centro y hacia la ideología contraria'. Esta situación se ha dado en España, pero también en Bulgaria o Polonia. Lo cierto es que en la escala izquierda-derecha, la media ideológica de los rumanos se sitúa en el 5,62 y la de los polacos en el 5,75; en el centro-derecha. 'Se tiende a romper con el pasado', concluye.

El componente histórico y las connotaciones negativas del pasado sigue pesando, pero menos que antes. Hoy, otros factores también explican el desplazamiento a la izquierda de la media ideológica españoles. El experto del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) Alberto Penadés pone el acento en el porcentaje de respuestas 'no sabe, no contesta' que dan los encuestados en los barómetros.

Los españoles sólo se situaron a la derecha en enero y abril de 2000

En abril de 2010, optaron por esa opción el 15,8% de los ciudadanos consultados. Sin embargo, ha habido épocas en las que estas respuestas suponían más del 20%. Según Penadés, 'las preguntas que más incomodan a los entrevistados son ¿a qué partido vota usted? y ¿cuál es su ideología?' y afirma que 'parte de nuestro izquierdismo es porque la derecha se esconde'. En este grupo se mezclan conservadores, centristas y personas con poca información política.

La politóloga Sánchez cree que detrás de los ciudadanos que optan por no responder, hay 'cierto miedo a decantarse políticamente', algo que también está de alguna forma ligado al pasado. En su opinión, el español no quiere pronunciarse públicamente porque cree que puede perjudicarle. En el ámbito europeo, el porcentaje de consultados que rechaza responder es más elevado en países como la Federación Rusa, con un 35,7%. El 33,3% de los portugueses optaron por responder 'no sabe no contesta y el 30,8% de los rumanos.

Para Cordero, la tendencia de buena parte de los que no responden en España 'son conservadores'. En su opinión, 'está bien visto socialmente ser de izquierdas y esto es así porque en España no existe un partido que haya hecho suyos los valores propiamente' de derechas.

El Partido Popular es el que más representa los valores conservadores, explica. Pero 'no termina de hacer suyos los valores conservadores y religiosos'. Esto se debe, analiza Cordero, a que la imagen de la Iglesia en España es de las más bajas de Europa. 'Por eso, el PP no se siente cómodo defendiendo esos valores'.

Los expertos también reparan en la importancia del centro y la necesidad de los grandes partidos de acercarse a él y alejarse de los extremos. En la última década, con casi 40 sondeos, los encuestados que se situaban en la extrema derecha, en la horquilla del 9-10, no han alcanzado nunca el 3%. Los del extremo contrario, han oscilado entre el 4 y el 8,7%. Es conocida por los profesionales de la ciencia política la máxima de que las formaciones que no se acercan al centro no pueden ganar las elecciones.

Ese intento de separarse de la derecha, de no ser identificado con ella, se vio claramente en 'la evolución de Alianza Popular a Partido Popular, que se produjo en 1993', señala Cordero. El cambio también lo recuerda Sánchez como un intento de separarse de la derecha.

Tras el vuelco electoral ocurrido en Holanda y el triunfo de los conservadores en Reino Unido es indudable que la derecha empieza a gobernar en la mayoría de los países. Sin embargo, también se ha producido otros fenómeno como es el resurgimiento de las fuerzas de extrema derecha, del que España parece blindado. Sánchez asegura que 'no se ha producido esa tendencia porque tiene connotaciones negativas por el pasado del franquismo'.

Para ella no hay duda de que la izquierda está perdiendo espacio público. En Europa, donde sólo hay tres gobiernos progresistas, y en España. 'Su problema ahora es la falta de credibilidad por el cambio de discurso', recalca. Bouza emplaza a comprobar 'los resultados del próximo CIS para ver cómo afectan a la autoubicación ideológica de los ciudadanos las medidas adoptadas' por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Al final, 'lo que mueve la conducta es la economía. La ideología cuenta poco'.

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