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Disuelto un grupo nazi por promover el odio racista

La Justicia sentencia que Blood and Honour defiende 'la violencia contra el inmigrante' e impone penas de uno a tres años de cárcel a 14 de sus integrantes

Ó. LÓPEZ-FONSECA

La autocalificada 'asociación cultural' Blood & Honour (Sangre y Honor) tenía, en realidad, como principal objetivo promover 'tanto la superioridad de la raza aria [...] como el rechazo fóbico y la violencia hacia el inmigrante'. Este es uno de los principales argumentos que esgrime la sentencia hecha pública ayer por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid para ordenar la disolución del grupo, desarticulado en 2005 por la Guardia Civil tras celebrar un concierto en el que se gritó, entre otros lemas: 'Seis millones de judíos más a la cámara de gas'.

El fallo (en PDF) condena además a penas que van del año a los tres años y seis meses de prisión a 14 de sus 18 integrantes, que se sentaron en el banquillo acusados de asociación ilícita y tenencia de armas prohibidas. La sentencia determina que Blood & Honour, lejos de ser la asociación que buscaba alejar a los jóvenes de la droga, según los estatutos que inscribieron en el Ministerio del Interior en 2000 para legalizarse, era en realidad 'la facción española de una asociación de igual nombre creada en Reino Unido en el año 1987' de marcado carácter nacionalsocialista y skinhead.

El tribunal sustenta dicha afirmación en el contenido de los artículos de cinco números de la revista bimensual que la propia asociación utilizaba como medio de propaganda y en los verdaderos estatutos que regían su funcionamiento, y que fueron hallados en las viviendas de dos de sus fundadores, Roberto Luengo Usano y Francisco José López Perea.

Así, como destaca el fallo, estos estatutos secretos abogaban por 'establecer un entramado que sirva para absorber la militancia de toda la juventud nacionalsocialista española que no ha sido manipulada por la trampa sionista' como verdadero fin de la asociación. Para ello, proponía la creación de tres frentes antisistema, incluida 'una formación física básica' para los que calificaba como 'soldados políticos'.

El fallo, después de reproducir otras frases del documento de clara orientación nazi, recalca como dos pruebas más que los ahora condenados adoptasen como símbolo de Blood & Honour la calavera que servía de 'emblema de la 3ª SS Panzer División Totenkopf' y que concluyesen sus estatutos con una frase del propio Adolf Hitler.

El tribunal reproduce también algunos de los textos claramente xenófobos y antisemitas de la revista del grupo, en la que además, según recalca el tribunal, 'era habitual [encontrar] artículos laudatorios sobre Adolf Hitler, Rudolf Hess u otros jerarcas del partido nacionalsocialista o personas vinculadas a la ideología'.

En este sentido, los magistrados destacan la existencia de expresiones nazis como los saludos 'Sieg Heil' o 'Heil Hitler', así como referencias a las '14 palabras', el lema que forma parte del ideario skinhead: 'Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos'.

El tribunal también destaca que la principal actividad del grupo para divulgar su ideología y obtener ingresos era organizar conciertos de grupos de rock racista. En ellos, para conseguir fondos, la asociación vendía todo tipo de productos con su anagrama, la frase 'Heil Hitler' o la imagen de Hitler o Hess, así como libros que negaban el holocausto judío e incluso armas prohibidas.

La contundencia de los argumentos para disolver el grupo no se ha traducido, sin embargo, en penas elevadas para los 18 integrantes del grupo que se sentaban en el banquillo. De hecho, cuatro de ellos han salido absueltos después de que el tribunal haya considerado que no eran miembros en activo del grupo. Los otros 14 han recibido penas inferiores a las que solicitaban la fiscalía y la acusación popular, ejercida por el Movimiento contra la Intolerancia.

Así, el líder máximo del grupo, Roberto Luengo, ha sido condenado a tres años de cárcel por asociación ilícita y tenencia de armas prohibidas, cuando el ministerio público pedía para él cinco años de prisión. El otro fundador del grupo, Francisco José López Perea, lo ha sido a tres años y seis meses de prisión, ya que a él se le incautó en la mesilla de su dormitorio una pistola para la que no tenía licencia. Alberto Luengo, hermano menor del líder, ha recibido una pena de dos años. Para el resto de los condenados, el fallo impone una pena de un año de cárcel.

El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes (Madrid), gobernado por el PP, anunció ayer que ha enviado a sus equipos jurídicos la sentencia que ordena disolver a los Blood & Honour para decidir el futuro del policía local Jorge Vivar Casal, condenado en este mismo fallo a un año de prisión por pertenencia a dicho grupo neonazi. Fuentes del consistorio insistieron ayer en que desde que saltó el escándalo, el agente está destinado a tareas administrativas, aunque recalcaron que la sentencia, “en principio, no lo inhabilita” para seguir ejerciendo como policía en un municipio en el que más de 10.000 de sus 80.000 habitantes son extranjeros.

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