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Los animalistas piden alejar a los niños de las fiestas taurinas

El menor de 10 años herido en Tafalla (Navarra) tras arrollarle un toro sigue ingresado grave

J. SALAS

¿Qué hacía ese niño ahí? No nos podemos acostumbrar a que se exponga a menores a espectáculos sangrientos, en los que normalmente sólo sufre el animal. Desgraciadamente, a veces las personas también sufren daños; es una locura que se permita asistir a los niños', denunció ayer el presidente de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales, Francisco Garrido.

El político ecologista hacía referencia al suceso que tiene conmocionada a la población de Tafalla (Navarra), donde un toro de 500 kilos de peso arrolló el miércoles a un niño de 10 años tras saltar al tendido desde el albero. El pequeño, vecino de Tafalla, seguía ayer ingresado en la UCI de Pediatría del Hospital Virgen del Camino, estable dentro de la gravedad, con un traumatismo abdominal importante con afectación hepática.

Los padres del niño no estaban con él cuando el toro saltó al tendido

El reglamento taurino nacional deja en manos de cada comunidad autónoma la regulación de la presencia de menores en espectáculos taurinos. En la mayoría de los territorios se opta por permitir que los ñiños vayan a los toros. Hasta la fecha, la normativa más restrictiva es la de Catalunya, que prohíbe a los menores de 14 años su entrada a la plaza para asistir a una corrida de toros hasta que éstas desaparezcan por completo, en 2012.

La presencia de menores en la lidia es una de los principales campos de batalla entre taurinos y abolicionistas. Los colectivos animalistas incluyen entre sus principales reivindicaciones el veto a que haya niños entre el público.

Como defiende la presidenta del Partido Antitaurino, Mireya Barbeito, 'no se puede permitir el error y el horror de que los niños se eduquen en la violencia hacia los animales, que vivan la tortura como algo normal'. Los antitaurinos aseguran que existen estudios que relacionan ese precoz consumo de violencia con acitutes violentas en la madurez.

En 2009 murió otro pequeño en Zaragoza arrollado por una vaquilla

Además, sacar a los menores de edad de las plazas evitaría a su juicio futuras vocaciones taurinas, lo que ayudaría a que la tauromaquia muera por falta de espectadores en el futuro.

Enfrente, los defensores de la lidia pelean con uñas y dientes la llegada de nuevas generaciones a los cosos. Así lo demostraron el año pasado, cuando obligaron al lehendakari Patxi López a reformar el reglamento taurino que le había dejado en herencia el PNV. Una de las medidas más audaces que incluía era que los menores de 16 años deberían acudir a los toros acompañados de un adulto, y ningún menor podría participar en la corrida, cerrando el paso a los nuevos valores del toreo. Tras varias amenazas de boicot por parte de los principales matadores, se retiró esta medida.

El niño de Tafalla fue aplastado el miércoles tanto por el toro Quesero como por la gente que se alejaba histérica para salvar la vida. Sus padres acudieron raudos al enterarse del incidente, ya que no le acompañaban en la plaza.

Quesero trató de saltar el callejón cuatro veces antes de conseguirlo, a la quinta intentona. Tras varios minutos de pánico, los mozos que participaban en el espectáculo de recortadores consiguieron inmovilizar al astado, que fue apuntillado inmediatemente. El suceso dejó 40 heridos, tres de ellos de especial gravedad. Un vecino de Oiartzun de 47 años, corneado, fue dado de alta ayer, mientras que una joven de 23 seguía ingresada por aplastamiento de vértebra.

Como han confirmado tanto el Ayuntamiento tafallés como la Policía foral de Navarra, las condiciones del coso en el que tuvo lugar el espectáculo cumplían 'íntegramente la normativa vigente'. Ni una palabra sobre la presencia de un niño en el tendido, sobre lo que el reglamento taurino vigente en la comunidad foral no menciona nada. Sí habla sobre la participación de los menores en encierros y sueltas, prohibida para menores de 16 años, pero nada sobre su asistencia como público a cualquier tipo de festejo taurino.

El año pasado moría un menor de 10 años arrollado por una vaquilla en las fiestas de Pinseque (Zaragoza). Tras suspender los encierros, el consistorio emitió una nota en la que expresaba su deseo de que 'esta muerte, tan absurda, tan gratuita, tan inútil, no fuera en vano'.

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