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Tamayo se asocia con un imputado por corrupción urbanística

El tránsfuga que impidió al PSOE gobernar en Madrid desembarca en Castilla-La Mancha

ALICIA GUTIÉRREZ

Un imputado por corrupción urbanística en la localidad conquense de Zarza de Tajo, a una hora de Madrid, es desde julio el nuevo socio de Eduardo Tamayo, el tránsfuga que en 2003 impidió con su voto al PSOE gobernar la Comunidad de Madrid y abrió la puerta del poder a Esperanza Aguirre.

El aliado empresarial de Tamayo es José López-Infantes, hermano de quien desde 2003 preside el ayuntamiento de ese municipio de 400 habitantes. Y ese alcalde, el independiente Roberto López-Infantes, aparece a su vez como el principal imputado en el mismo caso que su hermano, donde un juez investiga desde 2007 la presunta comisión de un delito contra la ordenación del territorio.

El detonante fue la denuncia de una ex concejal de su grupo según la cual el ayuntamiento autorizó levantar una treintena de naves industriales en suelo rústico. Las naves fueron construidas por empresas del propio alcalde, que no observa en ese hecho ningún motivo de sospecha: 'Todos los empresarios pedían presupuesto y yo he sido el más barato y el que les daba más garantías ', alega. En el caso hay ya más de treinta imputados.

El alcalde de Zarza dice que contrató como asesor a Tamayo. Él lo niega

Constituida el pasado 15 de julio, la sociedad de Tamayo y José-López Infantes se llama Mudanzas y Guardamuebles La Colonial SL. Pero el traslado y custodia de muebles u otras mercancías no es el único nexo que conecta al ex diputado tránsfuga con Zarza, ubicada a 15 minutos de Tarancón o, lo que es lo mismo, en un nudo estratégico de comunicaciones. Sorprendentemente, el alcalde asegura que es a Tamayo, bestia negra del PSOE, a quien su ayuntamiento ha encomendado gestiones jurídico-urbanísticas ante el Gobierno regional socialista.

El regidor de Zarza aseguró el viernes a Público que a comienzos de este año, es decir, meses antes de que su hermano se vinculara empresarialmente con Tamayo, contrató como abogado al ex parlamentario socialista para tramitar ante la Junta de Castilla-La Mancha la ampliación del casco urbano. 'Ahí [fuera del perímetro urbanizable] se ha construido y se está haciendo una legalización del terreno. De rústico a urbano', explicó el regidor. Entre las edificaciones existentes en la zona figura una residencia de ancianos que administra una hermana del alcalde. A la pregunta de si marchan bien las gestiones de Tamayo, el alcalde contestó así: 'Claro, es una persona que lleva en ayuntamientos bastante tiempo y por eso le contraté'. Respecto a cuánto cobrará, dijo: 'Todavía no nos ha emitido ninguna factura'.

El hermano del regidor y Tamayo crearon una empresa hace tres meses 

Pero hay más sorpresas en esta brumosa historia: porque la versión de Tamayo desmiente la del alcalde. 'El pleno contó el viernes a este periódico lo aprobó [su contratación] pero cuatro o cinco días después me dijeron que no me encargaban profesionalmente el asunto porque ya estaba en vías de resolución con la Junta de Castilla-La Mancha'. Respecto a su ligazón empresarial con el hermano del alcalde, remachó que ignoraba la condición de imputado de José López Infantes y que, en todo caso, no es asunto suyo. Ambos se conocieron dice 'en una comida en Madrid' a la que igualmente asistían el regidor de Zarza y empresarios de la comarca.

La versión de José López Infantes, socio de Tamayo, constituye la última sorpresa. En un contacto telefónico con Público, negó cuatro veces conocer al hombre con quien acaba de fundar un negocio. 'No tengo ni idea de quién es Tamayo', enfatizó. Según López-Infantes, Mudanzas y Guardamuebles pertenece a 'un grupo de socios', pese a que la escritura constituyente muestra sólo dos: él mismo y Tamayo, que figura como administrador.

Ante el juez de instrucción número 2 de Tarancón, José López-Infantes declaró que sabía que el suelo donde levantó tres naves era rústico. Y que se trataba de 'un lugar protegido' ambientalmente.

En declaraciones a ‘Público’, el regidor de Zarza tildó de “falsa” la denuncia que originó la investigación judicial, subrayó que ha construido otras muchas naves en localidades como Santa Cruz de la Zarza y se quejó de que la Guardia Civil hubiera registrado su casa y sus empresas “porque buscaban dinero de ilícita procedencia”. “Me quitaron 190.000 euros en pagarés de Sedesa, FCC y empresas conocidas, y todavía no me los han devuelto”, relató. “Cuidado con las denuncias falsas, ¿eh?”, advirtió el regidor, quien asegura que sus empresas tienen hoy “contratos por cuatro millones de euros”. En una segunda llamada cursada por el alcalde, posterior al momento en que él mismo confirmó la contratación de Tamayo y posterior a la conversación telefónica en que el ex diputado tránsfuga negó la existencia de tal contrato, López-Infantes exhortó a este diario a evitar “mentiras” bajo riesgo de denuncia. Cuando se le pidió que desvelase qué datos eran falsos, se negó a responder. Tras reiterar que actuó respetando la legislación castellano-manchega, López-Infantes minimizó la investigación judicial en marcha. Cuando se le recordó que será el juez, y no los periodistas, quien decida sobre el caso, dijo lo siguiente: “¿Cómo que tiene que decidir un juez? ¿Es que me tiene que decir a mí un juez lo que yo puedo o no puedo construir?”

Tránsfugas por sorpresa
El 10 de junio de 2003, los entonces diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez cambiaron el rumbo político de Madrid. Ese día, ambos se ausentaron del pleno constituyente de la Asamblea madrileña, en un signo inequívoco de que no permitirían al socialista Rafael Simancas unir sus votos a los de IU para desbancar al PP. Ante la situación de bloqueo, se celebraron nuevos comicios en octubre. Esta vez, Esperanza Aguirre obtuvo mayoría absoluta. El ‘tamayazo’ había producido sus efectos.

Investigación cerrada
La Asamblea de Madrid realizó una “investigación” que quedó en agua de borrajas. Y, con Jesús Cardenal como fiscal general nombrado por Aznar, las indagaciones judiciales sobre la querella del PSOE se vieron abocadas al carpetazo. Detrás quedó un alud de cabos sueltos. Y un sospechoso trípode formado por Tamayo, empresarios con intereses inmobiliarios y dirigentes del PP como el entonces número dos en Madrid, Ricardo Romero de Tejada.

Súbita reaparición
Siete años después de aquel golpe de mano, Tamayo reapareció por sorpresa. El pasado 17 de marzo anunció que se vería al día siguiente con Aguirre para hablar sobre hechos relacionados “con lo ocurrido en 2003”. Aguirre no le recibió. Y el ex diputado amenazó: “Esto no va a quedar así”. De momento, no ha cumplido su amenaza.

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