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Rajoy reclama a los mejores después de avalar a Camps

El líder del PP pide a los dirigentes del partido que sean 'exigentes' a la hora de elegir a los candidatos a las elecciones

YOLANDA GONZÁLEZ

El líder del PP, Mariano Rajoy, dio por iniciado el curso político de su formación jugando en casa, con un acto político en el castillo de Soutomaior (Pontevedra). En la cita, en la que cargó con dureza contra el presidente del Gobierno, el líder del principal partido de la oposición recordó a los suyos que el 'reto' más inmediato al que se enfrentan está a la vuelta de la esquina: las autonómicas y municipales. 'Os pido que seáis exigentes a la hora de hacer las candidaturas. El criterio es poner al mejor', reclamó.

Sólo dos días antes de estas declaraciones, el presidente de los conservadores insistía en su intención de que el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, repitiera como cabeza de lista del PP para las autonómicas en el País Valencià. 'Yo creo que Camps tiene que ser el candidato', señaló Rajoy en una breve rueda de prensa ofrecida en el Parador de Toledo, donde el comité de dirección del PP concluía dos días de encierro.

El PP quiere que en los ayuntamientos gobierne el cabeza de lista más votado

Pese a su imputación en el caso Gürtel y a las nuevas pruebas sobre financiación ilegal del PP de la Comunitat Valenciana (PPCV), el líder del PP ha optado por seguir manteniendo la confianza en Camps. La consigna del partido es esperar a que se desarrollen los acontecimientos y, sólo entonces, tomar decisiones. Máxime cuando el president se agarra con fuerza a su sillón.

El PP tiene pendiente todavía la celebración de un acto en el que se ratifiquen todas las candidaturas de cara a las próximas citas electorales. Pero habrá pocas sorpresas. Junto a la suerte que pueda correr Francisco Camps en los tribunales, la principal preocupación de Rajoy en este terreno es resolver los cabeza de lista en Asturias, donde los partidarios y rivales de Francisco Álvarez-Cascos mantienen un duro enfrentamiento, y de Navarra.

También con las elecciones como telón de fondo, el líder del PP logró arrancar los aplausos de los dirigentes y militantes del PP gallego cuando anunció que la semana que mañana comienza tiene previsto dar 'instrucciones' a su equipo para que presente en el Congreso una reforma de la Ley Electoral. ¿El objetivo? 'Que establezca que será alcalde el cabeza de lista más votado'.

Rajoy consideró que 'hay tiempo para aprobar' esta iniciativa. 'Esto en media hora se aprueba', espetó, mientras insistía en que los socialistas se 'retratarán' con su voto. Se trata, no obstante, de una iniciativa que el PP no respeta en las comunidades autónomas. Sirvan los ejemplos de Canarias, donde los socialistas fueron la lista más votada y gobierna CC en coalición con el PP. O Euskadi, donde el PP ayudó al PSE a desbancar al PNV, la lista más votada.

El resto del discurso de Rajoy tuvo un único destinatario: el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El líder de los conservadores califica al Gobierno de «provisional»

El primer dardo que lanzó contra Zapatero fue el que más aplausos cautivó de su auditorio. Sólo 24 horas antes de que Rodiezmo (León) celebrase su fiesta minera con la ausencia del presidente del Gobierno, el líder del PP ahondó en la herida.

'Mañana [por hoy] hay un acto en Rodiezmo. Una imagen vale más que mil palabras. La silla vacía de Rodríguez Zapatero es la plasmación gráfica del engaño a los españoles. Ha hecho mucha demagogia, mucha propaganda', consideró.

Tras estas palabras, llegó la confesión del presidente de los conservadores: 'Yo hubiera ido de ser él. Y lo hubiera explicado [las medidas económicas]. Al menos, da la cara, haz pedagogía y explícalo', sugirió.

Para el presidente del PP, el balance de los años de Gobierno de Zapatero puede resumirse en cuatro ideas: paro, recortes sociales, recortes en infraestructuras y subida de impuestos. Algo, que, a su entender, se hubiera evitado si el líder del Ejecutivo hubiese dicho 'la verdad', hubiese sido 'realista' y 'coherente' y, además, hubiese tenido 'un plan'.

Hasta la fecha, el PP no ha concretado cuál sería su alternativa en materia de pensiones o en lo relativo a la reforma del mercado laboral.

Rajoy dice que, de ser Zapatero, habría ido a Rodiezmo a dar explicaciones

Sirviéndose del anuncio del ministro Corbacho, que dejará el Ejecutivo para trabajar por las autonómicas en Catalu-nya, el líder del PP calificó al Gobierno de 'provisional'. 'Hay ministros que anuncian que se van ya y otros que se van un poco más tarde, ministros que trabajan a tiempo parcial, porque trabajan en otras cosas...', disparó Rajoy.

A juicio del líder del PP, 'el problema no es de cambios en el Gobierno'. 'Lo que hay que hacer es cambiar el Gobierno'.

Tampoco faltó en el discurso de Rajoy, que se prolongó por media hora, una alusión a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Convencido de que el líder del Ejecutivo tiene como objetivo 'seguir ahí' [en su puesto], mantuvo que lo que ahora quiere Zapatero 'es que el PNV le apoye los Presupuestos porque de lo contrario no sigue ahí'. Para el jefe del principal partido de la oposición, las cuentas públicas 'son un instrumento que debe servir únicamente al interés general, para crear empleo y mejorar la renta de los españoles'.

'Hoy España necesita un cambio y nosotros somos la alternativa'

¿Cuál va a ser el papel de la formación conservadora en los próximos meses? Rajoy dice estar dispuesto a apoyar lo que le parezca 'bueno y razonable' para España. Además, el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso está trabajando ya en preparar 'la alternativa'.

'Hoy España necesita un cambio y nosotros somos la alternativa y el cambio [...]. No llegaremos para dividir, llegaramos para unir, y el nuestro será un proyecto nacional basado en los valores de la Constitución', había comenzado Rajoy su discurso.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se lamentó de la ausencia del presidente del Gobierno en Galicia en este año Xacobeo. “No ha pisado Galicia (...). Zapatero no tiene el más mínimo interés por Galicia”, aseguró el dirigente conservador. El discurso del presidente de la Xunta estuvo vertebrado muy en clave nacional. “Os convoco a conquistar desde Galicia para tener un presidente gallego”. Feijóo, cuyo gobierno prevé gastar de más de 191.000 euros en 376 sillas para la biblioteca de la Cidade da Cultura, aseguró en su discurso que “la austeridad comienza por uno mismo”. En su discurso, Rajoy puso una vez más a su barón territorial como ejemplo de austeridad. “Un modelo para el resto de España”, dijo.

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