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Zapatero dice que el 29-S no condicionará sus reformas

El presidente recuerda a los sindicatos que el nuevo marco laboral 'ha sido aprobado por el Parlamento'. Afirma que los 'sacrificios' de hoy son 'la garantía del bienestar de mañana'

 

CAROLINA MARTÍN

Un día después de que más de 16.000 delegados sindicales coreasen '¡Zapatero, dimisión!' en un acto en Vistalegre (Madrid) previo a la huelga general del 29-S, y de que se aprobase definitivamente en el Congreso la polémica reforma laboral, el presidente del Gobierno volvió a defender su hoja de ruta para asegurar 'el bienestar de mañana'. 'La agenda de reformas se va a cumplir', sentenció ayer en la rueda de prensa posterior al encuentro con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. 'Y mucho más cuando ha sido aprobada por el Parlamento', añadió.

Ante las críticas sindicales a la reforma laboral y el aviso de que la huelga del 29-S tendrá consecuencias para el Gobierno, el jefe del Ejecutivo manifestó su respeto por las opiniones de las centrales y subrayó la conveniencia de que estos pasen 'al debate de los contenidos' porque, explicó José Luis Rodríguez Zapatero, 'nadie puede estar satisfecho con nuestro marco de relaciones laborales cuando los resultados en paro y precariedad laboral son los que son'.

Con una tasa de desempleo del 20,09%, según la encuesta de población activa casi cuatro millones, es imprescindible 'hacer una reforma que nos acerque a Europa en el mercado laboral', señaló. En este sentido, Zapatero remarcó que la economía y el mercado laboral español necesitan cambios, como los que ha emprendido el Ejecutivo, y apostilló: 'Hay que hacerlas [las reformas] ahora, si no, no saldremos con fuerza' hacia la recuperación económica. Por último, volvió a reiterar la necesidad de 'hacer sacrificios' que serán 'la garantía del bienestar de mañana'.

El presidente enmarcó las últimas iniciativas del Gobierno en este contexto. Según Zapatero, la reforma laboral supone 'más flexibilidad para las empresas y que se adapten a las circunstancias económicas'. Favorece, además, la 'búsqueda de más estabilidad' sobre todo para los más jóvenes, explicó ante los medios. Los cambios, resaltó horas antes en una entrevista en la Ser, ayudarán a 'crear empleo cuando comience la recuperación, evitarán la destrucción masiva de puestos de trabajo ante una posible crisis y permitirán que se firmen más contratos indefinidos y menos temporales'. Todo ello, insistió, hará que 'nuestras empresas sean más competitivas' cuando la economía crezca.

Desde este convencimiento y recordando que él acepta 'bien las críticas', emplazó a los sindicatos a hacer una 'evaluación de los resultados' de la reforma laboral aprobada cuando haya recorrido cierto camino. Al menos, unos meses después de su entrada en vigor.

Zapatero avanzó además que la intención del Gobierno es retomar las conservaciones con los sindicatos. 'Queremos dialogar con las centrales sindicales', dijo, en campos como 'las políticas activas de empleo y las pensiones'. Dos escenarios fundamentales para consolidar en un futuro la senda de la recuperación.

Respecto a las políticas activas de empleo, Zapatero señaló en la entrevista radiofónica que hay que esforzarse más en la formación que en la bonificación. En el otro campo, las pensiones, Zapatero insistió en que la reforma debe hacerse con un 'amplio acuerdo', una vez que la Comisión del Pacto de Toledo haya terminado sus trabajos en el Congreso, y esto incluye, como insistió ayer, a los sindicatos.

En su entrevista a la Cadena Ser señaló que el Gobierno no va a adoptar nuevos recortes. Fundamentalmente, porque 'no hay una objetiva necesidad' en este momento. Eso sí, Zapatero se refirió a la necesidad de emprender otro tipo de iniciativas en materia de política energética, industrial o en educación.

Ahora bien, dado que 'el Gobierno no va con un GPS fijo', según aclaró, sino que va atendiendo a las circunstancias, todo es susceptible de cambiar. 'Sería absurdo ir a piñón fijo, cuando la economía es cambiante', subrayó, recordando que sería peor que fuese un 'Gobierno de obcecación'. Todo puede cambiar menos los principios del presidente. Según subrayó Zapatero, no siente que 'haya traicionado' sus principios con la reforma laboral, aunque las medidas que anunció el 12 de mayo para afrontar la crisis no encajan en el manual socialista, como han apuntado desde varios sectores del partido.

El jefe del Ejecutivo reconoció que el 'ritmo de reducción del déficit' va bien, lo que hace posible pensar en que España entre en la senda de la recuperación tímidamente. También fijó para finales de 2010 o principios de 2011 el momento en el que España comenzará a generar empleo.

En esta línea, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló en la conferencia de prensa que sigue a los consejos de ministros de los viernes que hay datos que confirman que las medidas puestas en marcha 'están produciendo efectos'. Entre otros, la reducción a la mitad del déficit fiscal, en línea con el compromiso que adoptaron los países de la UE.

En este sentido, la vicepresidenta primera insistió en que el Ejecutivo socialista está ahora 'complementando' con otras iniciativas las decisiones que ya había adoptado.

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