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Rajoy apoya la ofensiva de Aguirre contra los sindicatos

Ve 'muy razonable' que la presidenta vaya a reducir el número de liberados. El PP de Madrid reconoce que, con la huelga general a las puertas, no ha sido el mejor momento para anunciarlo

M. J. GÜEMES / Y. GONZÁLEZ

El líder del PP, Mariano Rajoy, dio ayer su bendición a la última ocurrencia de Esperanza Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid quiere reducir el número de liberados sindicales y su jefe de filas se sumó a la ofensiva diciendo que la idea le parecía 'muy razonable'.

El líder de la oposición aprovechó una entrevista en Telecinco para cargar, además, contra los sindicatos al recordar que la semana pasada UGT y CCOO celebraron un acto en la madrileña plaza de toros de Vistalegre. 'Fue una imagen que nos sorprendió a todos', señaló.

A Rajoy le extrañó que las organizaciones sindicales reunieran a 'doce o trece mil' delegados 'en un día de diario' en el que 'no estaban en su trabajo. No sabemos si eran liberados o si pidieron un día libre sin cobrarlo, que yo tengo mis dudas'.

Para él, en un momento de crisis económica en el que se está pidiendo 'un esfuerzo' importante a la sociedad y 'se ha dado un estacazo' a funcionarios y pensionistas, 'no tiene sentido que la liberación sindical no cambie nada'.

Al principio, la dirección nacional del PP se andaba con pies de plomo. Cuando el lunes saltó la noticia, su secretaria general, María Dolores de Cospedal, se resistió a mostrarle su apoyo expreso. 'Tengo una conversación pendiente con la Comunidad [de Madrid]', resaltó. Pero, al final, terminó sentenciando su 'legalidad' y explicando que con ello 'no se menoscaban los derechos de los trabajadores'.

Los conservadores defienden que, en crisis, todos tienen que hacer esfuerzos

Ayer, sin embargo, la derecha se lanzó, sin reparos, contra los sindicatos. La número dos del PP indicó, desde Ciudad Real, que la propuesta de Aguirre estaba dentro del plan de austeridad que en su día presentó Rajoy.

Lo cierto es que, en el debate sobre el estado de la nación, el jefe de la oposición habló de reducir las subvenciones a los sindicatos y a los partidos políticos. Pero nunca llegó tan lejos. Los colaboradores de Rajoy se afanaban ayer en explicar por qué ahora se suma a las tesis de Aguirre. Parecía un intento de combatir la sensación de que el presidente nacional siempre va a remolque de su compañera de filas.

Cospedal animó al resto de las comunidades autónomas a seguir los pasos de la de Madrid. Y Rajoy dijo que iba a 'estudiar' si llevaba la medida al Congreso.

Francisco Granados se opone a 'mantener una aristocracia sindical'

El líder del PP avanzó, en rueda de prensa, que lo primero que hará su partido será pedir reuniones con los sindicatos. 'Este es un tema del que hay que hablar y no podemos esconder la cabeza debajo del ala o actuar como el avestruz. Y hay que ver si es necesaria tanta gente para ejercer estas funciones o no', concluyó.

El anuncio de Aguirre llegó cuando ya llevaba una hora pronunciando su discurso en la tribuna de la Asamblea de Madrid. Fue escueto y poco detallado. Tras hablar de la crisis de los ayuntamientos, metió con calzador una frase en su intervención en el debate sobre el estado de la región: 'La actual crisis económica nos obliga a todos a administrar con rigor y eficacia los recursos públicos. A este esfuerzo, los sindicatos no pueden ser ajenos, pues de estos recursos obtienen una parte importante de medios para ejercer sus funciones'.

Por ello, 'el Gobierno de la Comunidad de Madrid ajustará el número de liberados sindicales para el ejercicio de sus derechos al que le corresponde por ley, lo que, además de ser respetuoso con sus derechos y con la ley, permitirá un mejor aprovechamiento de los efectivos con los que cuenta la Administración autonómica'.

De cifras y plazos, no quiso añadir nada. El Ejecutivo regional tiene previsto aportar el resto de datos cuando en los próximos meses lleven a la Asamblea su plan de adelgazamiento de la Administración, cuya piedra angular será este plan de ajuste. Los secretarios sindicales decidieron dar plantón a la presidenta.

En el entorno de la jefa del Gobierno madrileño, aseguran que uno de los principales debates de los últimos días ha sido cómo encajar en el discurso de inauguración del debate el tema de los sindicatos. Pero que la estrategia se desmoronó en el momento en el que la noticia fue publicada por el El Mundo. 'Algo había que contar', reconocen en el PP madrileño.

Además, no ocultan que 'no ha sido el mejor momento para lanzar esta iniciativa. A escasas semanas de una huelga general, corremos con el riesgo de que los sindicatos clamen contra nosotros en lugar de contra el presidente del Gobierno'.

El consejero de Presidencia del Gobierno regional, Francisco Granados, mantuvo que 'no se va a recortar ni un solo derecho sindical. Quedarán como trabajadores liberados aquellos que han sido elegidos sólo por los trabajadores'.

Según esta consejería, la medida podría afectar a unos 1.900 liberados, a aquellos que han sido elegidos por los sindicatos para temas y convenios puntuales. Granados se mostró contrario a 'mantener una aristocracia sindical a costa del dinero de los madrileños'.

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