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Zapatero reduce las ideas del PP a "un folio en blanco"

Los conservadores acusan al presidente en el Senado de usar los Presupuestos 'para seguir en el cargo como sea'

GONZALO LÓPEZ ALBA

José Luis Rodríguez Zapatero y Pío García-Escudero protagonizaron ayer en el Senado un debate de 'matices' sobre la realidad económica de España, pero fueron aquellos de tal relieve que el contraste de la radiografía hecha por el presidente del Gobierno y el portavoz del PP lleva a concluir que hablaron de dos países diferentes.

Entre matiz y matiz, el presidente del Gobierno y el portavoz del PP se atacaron sin piedad sus flancos más débiles, en términos que inducían a cuestionarse si hubo o no descanso vacacional antes del reinicio del curso parlamentario en la Cámara Alta que representó esa sesión plenaria.

Zapatero redujo a 'un folio en blanco' la alternativa del principal partido de la oposición cuando su portavoz intentó tapar ese agujero haciendo corta y pega con todas las iniciativas parlamentarias presentadas por su grupo desde el comienzo de la legislatura. Y García-Escudero, flanqueado por María Dolores de Cospedal y Javier Arenas, martilleó en la idea de que un Gobierno 'en fase terminal' no puede sino 'lastrar la recuperación económica' y 'alejarnos cada vez más de Europa' en un momento en el que España se está 'jugando el futuro para muchísimos años'.

Tomando pie en este reconocimiento del momento crucial, el presidente subrayó que el PP siempre 'dice que no' cuando ha habido que 'arrimar el hombro', con mención expresa a la negociación del frustrado pacto sobre la educación, por más que esta reforma pueda determinar el futuro 'de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos'. Y también hurgó en sus contradicciones con el recuerdo de que se ha pasado 'dos o tres años reclamando una reforma laboral porque decían que el modelo era un desastre', cuando se trata de una herencia de los gobiernos de José María Aznar, para 'limitarse a criticar' en el momento en que el PSOE ha dado el paso de plantear un cambio.

García-Escudero le había buscado las cosquillas al presidente con la acusación de que no plantea la negociación de los Presupuestos para 2011 'como un instrumento vital para reactivar la economía, sino para poder seguir en el cargo como sea', incapaz a su juicio de otra cosa que no sea afanarse en 'intentar maquillar' un panorama desolador 'que ni quiere, ni sabe ni puede cambiar'. Y para colmo, según afirmó, se permite 'tomar por tontos a los parados' al decir que contribuyen al futuro del país cuando siguen cursos de formación.

El portavoz del PP subrayó que el Gobierno de Zapatero 'no tiene rumbo ni referentes', sino que constituye una especie de ejército de Pancho Villa, compuesto por 'ministros en trámite de jubilación, ministros a tiempo parcial y ministros que están deseando irse'. Sentado en su escaño, con un cierto aire ausente, como si ya no fuera con él, les escuchaba el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que dejará el cargo tras la huelga general del día 29 para formar parte de las candidaturas del PSC en las elecciones catalanas.

El estruendo de las cargas de artillería acabó así por acallar los matices. El presidente del Gobierno reconoció que el paro constituye en estos momentos 'la brecha más grave' con el resto de la Unión Europea, desde el punto vista social, pero también porque 'económicamente compromete el proceso de convergencia'. Es por la conciencia de esa realidad, que se ha repetido ante cada crisis económica, por la quesegún sostuvo el Gobierno promueve un cambio del modelo productivo que ponga fin a esa constante histórica. En el horizonte inmediato, se reafirmó en el pronóstico de que, 'aunque sea moderadamente', se volverá a crear empleo a finales de este año o comienzos del próximo.

Frente al 'ensanchamiento de la brecha con Europa' de la que García-Escudero habló con trazo grueso, Zapatero puso su primer 'matiz', para recordar que en 2008 y 2009los dos años centrales de la crisis el PIB español sufrió una caída del 2,8%, mientras que la media de la UE alcanzó el 3,7%.

A los matices de Zapatero respondió García-Escudero con los suyos. El portavoz del PP, tras afirmar que España es hoy el único de los grandes países de la UE que 'sigue en recesión', calificó de meros 'espejismos' datos positivos como los de la venta de automóviles y echó mano de un informe del Foro Económico Mundial para concluir que Zapatero ha arrastrado a España en el ranking de competitividad hasta situarla entre Puerto Rico y Barbados.

El presidente pasó entonces de la matización al desmentido. Achacó que el PP mantenga que España aún está en recesión a que 'les pierde la ceguera' y negó toda credibilidad al informe utilizado por su portavoz. Él se remitió a los datos de Eurostat, que sitúan a España por encima de la media de la UE en renta per cápita.

Como quien busca ganar el partido en los despachos después de perderlo en el campo de juego, Cospedal y García-Escudero escribieron el epílogo del debate llevando al registro del Senado un voluminoso escrito en el que se recogen las cerca de 200 iniciativas tramitadas por su grupo para demostrar que Zapatero 'ni lee las iniciativas ni dice la verdad' con su metáfora del folio en blanco.

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