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PNV y CC salvan el proyecto estrella del PSOE

El Congreso avala la Ley de Economía Sostenible. PP y CiU lideran el rechazo

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

El PNV reforzó ayer su papel de puntal del Gobierno un día después de cerrar con el PSOE las bases de un pacto presupuestario clave para sostener la gobernabilidad y alejar al Ejecutivo del terremoto de un adelanto electoral. El Grupo Vasco sumó ayer la fuerza de sus seis diputados al PSOE que contó también con el apoyo de Coalición Canaria para permitir que la Ley de Economía Sostenible inicie su andadura en el Congreso.

Este macroproyecto, bandera del Gobierno en la lucha contra la crisis cuando fue concebido, ha permanecido dormido desde que entró en el Parlamento en marzo. El texto, nacido con la intención de cambiar el modelo económico 'De la cultura del ladrillo a la del conocimiento', glosa el PSOE, chocó contra el de-safecto unánime de la oposición.

Tampoco el PNV y CC mostraron demasiado entusiasmo hacia una iniciativa que recogió de sus detractores adjetivos como 'insuficiente', en el caso más indulgente, o 'infumable', en su calificación más despectiva, acuñada por CiU.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, defendió su vigencia en un contexto 'en el que ni el consumo ni la inversión pública van a contribuir de manera significativa al crecimiento a corto plazo', lo que a su juicio, hace 'más necesarias que nunca' las reformas que preconiza la Ley de Economía Sostenible.

Cinco partidos solicitaron la devolución del texto a sus redactores: PP, CiU, IU-ICV, BNG y UPyD. Sus enmiendas a la totalidad no prosperaron al lograr 169 votos frente a los 176 que sumaron socialistas, vascos y canarios.

'Estamos ante un proyecto que no responde a la realidad, un proyecto de escapismo político, y lo que necesita España no es dirigismo', sentenció el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, para resumir sus tachones a un texto que encontró en CiU su detractor más implacable.

'Han hecho una contribución de primer orden para la lucha contra el tabaquismo, porque esta ley es totalmente infumable', ironizó Josep Sánchez Llibre. CiU sólo salvó de la quema el título del proyecto, denominación que alimentó también las críticas del PNV, que invocó el espíritu de la ley para justificar su apoyo a una propuesta que 'ha perdido punch con el tiempo', según Pedro Azpiazu. 'Este es el proyecto que empezó por el tejado: Zapatero puso en primer lugar el título y sus ministros se afanaron con posterioridad para darle contenido', reprochó el diputado vasco.

Al final, el PNV lo apoyó con el mismo argumento que su otro aval ajeno al Partido Socialista. Ana Oramas, portavoz de CC, pidió al Congreso que, 'dado el retraso en la gestación de la ley', se aplique 'en amplias modificaciones' que la 'adecuen al nuevo escenario', invitación a la que se sumó la diputada del PSOE Marta Gastón, aún consciente de la escasa receptividad, especialmente del PP. 'Su respuesta siempre ha sido no a todo. Esperemos que esta vez cambie', apeló a la bancada popular.

A la izquierda del PSOE, el líder de ICV, Joan Herrera, justificó su voto en contra al considerar la ley como 'la mejor expresión de esa izquierda resignada que no se atreve a establecer regla alguna a los mercados'. De 'superflua, prescindible y nada sostenible' la tildó el representante de ERC, Joan Ridao. El portavoz republicano aseguró que el conjunto de reformas que recoge el proyecto 'no va a permitir el tránsito del ladrillo al ordenador'. Francisco Jorquera, del BNG, calificó de 'disperso e inconexo' el texto.

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