A dos años y medio del estallido de la crisis financiera, la Casa Real ha visto cómo, por primera vez, le rebajan su presupuesto.

Lo hará un 5,2%, un porcentaje muy por debajo del recorte de entre el 7 y 9% que, hace apenas dos semanas, avanzó la Casa Real. En cualquier caso, el ajuste para los ministerios será del 15%, el triple que el que 'sufrirá' la Casa del Rey.

El monarca contará para 2011 con 8,43 millones de euros. Esta cantidad representa una caída del 5,2% respecto a lo ingresado en 2010, cuando la crisis ya era una realidad y el paro se desbocaba.

Al rey le ha llevado tiempo reaccionar. Pese a que el año pasado congeló la dotación que recibe (8,90 euros), ha visto cómo en los últimos años el incremento ha sido la tónica general en sus cuentas. Pasase lo que pasase.

En 2009 el presupuesto para la familia real creció un 2,7% y en 2008 un 4,5%  (8,66 millones de euros) respecto a los 8,28 millones de 2007.

Además del incremento, la otra característica que define a las cuentas reales es la opacidad

Si se echa la vita un poco más atrás la situación no varía: más dinero para la Casa del Rey. En 2006 el presupuesto fue de 8,05 millones (un 3,5% más), y en 2005 de 7,78 millones.

Así, desde los 7,51 millones que recibió con el Gobierno de José María Aznar, don Juan Carlos ha visto incrementado el presupuesto en un 18,5%.

Además del incremento, la otra característica que define a las cuentas reales es la opacidad. Porque el dinero público que recibe la Casa Real es un enigma, como el patrimonio personal de sus miembros, que excluye propiedades como palacios, vehículos oficiales y yates. Aunque son de uso exclusivo para la Familia Real (que paga a Hacienda como cualquier español), esos activos son de Patrimonio Nacional, que costea su mantenimiento.

Precisamente la partida de dinero público para la Corona más conocida es la que consta en los Presupuestos Generales del Estado. Es el 5,2% de rebaja que contemplan las Cuentas de 2011 presentadas hoy por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado.